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Militante histórico de la UDI, se le considera un hombre de Cristián Larroulet, el jefe de asesores del Presidente, y conoce de cerca el cargo ya que fue subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo en el primer Gobierno de Piñera. Pero su posible nombramiento vuelve a instalar la sombra del conflicto de interés en la administración Piñera, ya que actualmente es presidente de una empresa pública Sasipa Spa, la Sociedad Agrícola y Servicios Isla de Pascua Limitada y en paralelo figura como lobbista de Azerta, la empresa de Cristina Bitar.
En medio de la polémica que enfrenta el subsecretario de Desarrollo Regional, Felipe Salaberry, cuya continuidad está en la cuerda floja, en el Gobierno y Chile Vamos ya suenan varias cartas para su reemplazo. Al nombre del actual gerente general de Sercotec y vicepresidente de la UDI, Cristóbal Leturia, se suma un viejo conocido de La Moneda: Miguel Flores.
Flores conoce de cerca el cargo ya que fue subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo entre 2010 y 2014, en el primer Gobierno de Piñera. Militante histórico de la UDI, al abogado de la PUC se le considera un hombre de Cristián Larroulet, el jefe de asesores de Piñera.
En su currículum también figura que ha sido profesor universitario, asesor legislativo y director ejecutivo de la Fundación Jaime Guzmán.
Pero hay un dato ineludible que vuelve a reflotar el conflicto de interés en la administración Piñera, ya que actualmente Flores es presidente de una empresa pública y en paralelo figura como lobbista en Azerta, la empresa de Cristina Bitar.
El dato causa ruido considerando que la Subdere es un puesto demasiado estratégico en el aparato político, por sus conexiones en todo el país, y por manejar una cuantiosa billetera para repartir a lo largo y ancho de Chile, sobre todo ahora que se avecinan las elecciones municipales y de gobernadores regionales de 2020.
Flores es presidente de Sasipa Spa, la Sociedad Agrícola y Servicios Isla de Pascua Limitada, una empresa de propiedad 100% de la Corfo, y cuyas áreas de negocio son estratégicas para Rapa Nui, porque comprende la generación y distribución de energía eléctrica, producción y distribución de agua potable y la carga y descarga marítima. La misión de esta compañía es “administrar y explotar por cuenta propia o ajena predios agrícolas y urbanos, servicios de utilidad pública y otros bienes ubicados en la Isla de Pascua y realizar cualquier otra actividad relacionada con dicho objeto”.
En paralelo, Flores cumple funciones como socio y director de Asuntos Públicos en Azerta, la consultora a la que se integró en 2015 luego de su desempeño en La Moneda, y a la que llegó con una agenda cargada de contactos que pudo cosechar tras su paso por la subsecretaría de Desarrollo Regional.
