Publicidad
La defensa de Guillermo Arthur a Renato Poblete: «Dios ya lo debe haber perdonado»

La defensa de Guillermo Arthur a Renato Poblete: «Dios ya lo debe haber perdonado»

El ex presidente de la Asociación de AFP es conocido por su cercanía a Poblete. Fue el quien dijo, cuando falleció el sacerdote, que se había muerto «un santo» y este fin de semana hizo una enérgica defensa de este, a través de una carta: «Entiendo y respeto el dolor de la denunciante que guarda en su alma heridas muy profundas. Pero yo también soy denunciante. Soy denunciante del amor hacia mi familia en los momentos de mayor angustia que una familia puede vivir. Soy denunciante de su generosidad sin límite al acompañarnos para hacer más llevaderos los momentos de más profundo dolor», reza parte de la misiva.


El sábado una carta al director llamó la atención en las primeras páginas de El Mercurio. La misiva se titulaba «Soy denunciante», pero era más que eso, pues se trataba de una defensa al cuestionado padre y ex capellán del Hogar de Cristo, Renato Poblete, quien se quedó sin parque ni estatua en su honor, luego que el Gobierno resolviera remover la replica de su figura y cambiar el nombre a «Parque de la Familia».

El firmante de la carta era Guillermo Arthur Errázuriz, el ex presidente de la Asociación de AFP y conocido por su cercanía a Poblete. Fue el quien dijo, cuando falleció el sacerdote, que se había muerto «un santo».

«Tiene razón el Pbro. Nicolás Vial cuando dice que ya no es necesario continuar el juicio contra el padre Poblete, ya condenado por sentencia popular y asesinada su imagen, después de 10 años de su fallecimiento. La misma prensa que hasta ayer mostraba a una sociedad santiaguina que se agolpaba para aparecer a su lado en las cenas de Pan y Vino, con las que recaudaba recursos para aliviar a los más necesitados e informaba de la generosidad y valentía con la que participaba en la liberación del hijo del dueño de este diario, cobardemente secuestrado por grupos terroristas, fue transformándose en el espacio para las acusaciones en su contra, que prescindieron de la presunción de inocencia, del derecho a la defensa y de toda consideración del bien que hizo durante su vida», comenzaba la carta en la que se plasmó un evidente enojo por el juicio público que se ha hecho tras conocerse las denuncias contra Poblete por abuso sexual.

Aunque lo que vendría a continuación parece lo más impactante de la lectura. «Entiendo y respeto el dolor de la denunciante que guarda en su alma heridas muy profundas. Pero yo también soy denunciante. Soy denunciante del amor hacia mi familia en los momentos de mayor angustia que una familia puede vivir. Soy denunciante de su generosidad sin límite al acompañarnos para hacer más llevaderos los momentos de más profundo dolor. Soy denunciante, en fin, de la falta que hace este hombre, aliviando el dolor de los miles de desamparados del país y tendiendo puentes entre los distintos sectores de nuestra sociedad, que hoy se muestra tan fracturada. Cuando todavía arde el bronce de lo que ayer fue su estatua, quise dejar sobre su tumba este pequeño homenaje de gratitud», añadió.

Si la defensa anterior parece un poco apresurada, sin haberse aún dilucidado la responsabilidad de Poblete en los hechos, la solución de Arthur para este caso no deja de llamar la atención: «¿Sus pecados? Dios, en su infinita misericordia, ya los debe haber perdonado, aunque los fariseos lo sigan condenando», concluyó.

Publicidad

Tendencias