Publicidad
Urzúa y Fontaine y la admisión de los emblemáticos: Crónica de una muerte anunciada

Urzúa y Fontaine y la admisión de los emblemáticos: Crónica de una muerte anunciada

«Hay en la enseñanza pública alumnos con talento capaces de igualar y de superar a los mejores de los colegios privados. Y hay maestros que saben educarlos. Estigmatizar la selección académica les ha cortado las alas», dijeron. 


A propósito de los sistemas de selección para los liceos emblemáticos, académicos, expertos y opinólogos se tomaron el debate las últimas semanas en torno al tema.

Ayer, Sergio Urzúa y Arturo Fontaine respondieron a académicos que habían rebatido su columna bautizada «Crónica de una muerta anunciada» (publicada en El Mercurio el 31 de diciembre pasado). En una carta aparecida en el mismo matutino, Urzúa y Fontaine recordaron las palabras que usaron en 2016 para responderle a la ex subsecretaria Valentina Quiroga, y así reforzar su postura frente al tema.

«Creer que el derrumbe de los liceos emblemáticos se debe a un método de (no) selección que no los tocó es una bobería descomunal o un cazabobos, pero para bobos descomunales», indica su respuesta, agregando que el «derrumbe» de los liceos emblemáticos es algo que han venido anticipando.

«La decadencia general de la educación pública es, como explicación, demasiado vaga. Hemos anticipado hace mucho este fenómeno (Documento #6, Clapes UC, 9/2014). Los hechos nos han dado la razón. Creemos que las causas principales son tres: 1) la crítica continua e ilusa a la selección académica –que en la Ley de Inclusión de 2015 se plasmó en su prohibición a la corta o a la larga–, lo que estigmatizó los proyectos educacionales selectivos académicamente y deslegitimó, por tanto, a los tradicionales liceos meritocráticos y republicanos. 2) El seudo- ranking que castiga a los alumnos de los liceos más exigentes y estimula la inflación de notas. Y 3) los paros –muchas veces alentados por dirigentes del Frente Amplio– que al suspender por largo tiempo las clases han significado, a veces, un año menos de estudio», detallaron.

En la opinión agregaron que la Ley de Inclusión tiene, precisamente, como falla primordial, «la prohibición de la selección académica».

«Hay en la enseñanza pública alumnos con talento capaces de igualar y de superar a los mejores de los colegios privados. Y hay maestros que saben educarlos. Estigmatizar la selección académica les ha cortado las alas», concluyeron los investigadores.

Publicidad

Tendencias