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Azerta, Cristina Bitar y Juan Pablo Larraín: ¿conflicto de interés?

Azerta, Cristina Bitar y Juan Pablo Larraín: ¿conflicto de interés?

Le hace ruido al entorno de Eduardo Bitran que Juan Pablo Larraín cruce ahora la vereda y se incorpore como un importante socio de Azerta, en circunstancias que los tres grandes actores del litio –SQM, Albemarle y Tianqi–, han sido (y en el caso de Tianqi aún sigue siéndolo) relevantes clientes de Azerta y Cristina Bitar.


No ha pasado inadvertida en la elite política y económica la noticia difundida el viernes 23, respecto a que el ex director del diario La Tercera, Juan Pablo Larraín, se incorporó de lleno como socio senior de Azerta, la influyente agencia de lobby, asesoría estratégica y comunicacional, liderada por Cristina Bitar.

En algunos sectores ha hecho ruido que Juan Pablo Larraín, cuando era director del conocido matutino controlado por Alvaro Saieh, se enfrascó en una larga, inusual y áspera pelea comunicacional con Eduardo Bitran –el ex mandamás de Corfo en la última administración bacheletista–, desde que este comenzó a liderar las batallas que enfrentaron a Corfo y SQM, y después a Corfo y Tianqi. En el entorno de Bitran contaron que para él La Tercera había adoptado una postura editorial a favor de SQM y de Tianqi.

Los conflictos entre Larraín y Bitran tuvieron su momento álgido cuando el ex director del señalado diario trató de mentiroso por Twitter al entonces vicepresidente ejecutivo de la Corfo, con ocasión de un titular que favorecía a Tianqi y que fue objetado por Bitran.

Hay que recordar que Eduardo Bitran encabezó la postura del Estado de Chile, a través de la Corfo, que perseguía quitar a SQM la posibilidad de explotar los salares de litio ubicados en el norte del país, a menos que esta empresa hiciera importantes cambios y mejoras en su gobierno corporativo, que implicaban el alejamiento de Julio Ponce Lerou y una reestructuración que impidiera a SQM volver a delinquir –financiamiento ilegal de la política y múltiples delitos tributarios– de la manera en que lo hizo bajo el control de este último.

Además, Bitran dio una pelea mediática y legal para intentar impedir (lo que en definitiva no logró) que se generara un “cartel” del litio a nivel mundial: la china Tianqi, la norteamericana Albemarle y Soquimich (SQM), mediante la incorporación de Tianqi a la propiedad de esta última –comprándole su participación a la canadiense Potash, hoy Nutrien–.

Le hace ruido al entorno de Eduardo Bitran que Juan Pablo Larraín cruce ahora la vereda y se incorpore como un importante socio de Azerta, en circunstancias que los tres grandes actores del litio –SQM, Albemarle y Tianqi–, han sido (y en el caso de Tianqi aún sigue siéndolo) relevantes clientes de Azerta y Cristina Bitar.

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