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Las dos caras de Canal 13: entre el conservadurismo y la desesperación por llegar a la nueva audiencia liberal PAÍS

Las dos caras de Canal 13: entre el conservadurismo y la desesperación por llegar a la nueva audiencia liberal

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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En el contexto de su aniversario número 61, el otrora canal de la Universidad Católica tiene al aire una colorida campaña en pro de la diversidad, las visiones múltiples y el respeto a los valores universales. Pero la declaración de principios choca con lo que se ve en pantalla, más fiel a su antiguo público de derecha y conservador. Por un lado, el 13 de «Mesa Central», con Cristian Bofill y además Marcela Cubillos, la exministra UDI, como panelista recurrente, donde queda muy poco espacio para las distintas perspectivas políticas, y por el otro, se difunde un comercial institucional en el que aparecen dos hombres dándose un beso. “Esta apertura choca con la realidad de la parrilla programática. Antes pasaba mucho más inadvertido, pero ahora basta un comentario para generar ruido. Hace 10 o 15 años tú podías tener una contradicción en la marca, pero hoy en día te fusilan. Finalmente, las audiencias, que son las que pagan el avisaje, se confunden, no saben qué canal van a ver. Tú sabes que Mega tiene un cierto perfil, un contenido editorial, te guste o no; también CNN y Chilevisión. Pero Canal 13 es un híbrido hoy en día”, apunta Cristian Leporati, director de la Escuela de Publicidad de la UDP.


En una reunión mientras explicaba la nueva campaña editorial de la estación, Andrés Donoso, gerente de Estudios y Audiencias de Canal 13, hizo una breve semblanza de la historia del canal y –medio en broma, medio en serio– dijo que editorialmente eran “orgullosamente conservadores”. Donoso, junto a Julio Pacheco, subgerente de Planificación y Proyectos, son dos de los ejecutivos en la órbita de “favoritos” de Max Luksic, el hijo del propietario que es el actual director ejecutivo del canal, el séptimo en un período de cinco años en ocupar ese alto cargo.

Al cabo de 61 años en pantalla, fecha que celebra por estos días, Canal 13 está en pleno período de ajuste, de explicitar el trabajo que desde septiembre del año pasado –dicen en la estación– se está haciendo para redefinir su línea editorial, proceso liderado por su director de Programación, José Miranda, periodista ex Enel y ex TVN.

Es que la velocidad del negocio Canal 13 no es la de una película rusa de los años 30, sino la del veloz mercado actual, de la inversión financiera global y del retail, frentes de donde proviene la gran mayoría de los actuales altos ejecutivos de la estación, como Rodrigo Terré, primo de Andrónico Luksic, y Rodrigo Swett, ambos ligados a Inversiones Consolidadas, el family office del clan de origen croata.

A ellos se suma el recién retornado Francisco Fullá, director de Administración y Finanzas de la estación televisiva, quien volvió desde SMU, la supermercadista de Álvaro Saieh. También Andrés Donoso, encargado de monitorear las audiencias, proviene de la industria bancaria, habiendo pasado por CorpBanca, BBVA y Falabella, entre otros. Por su parte, Julio Pacheco, subgerente de planificación y proyectos, viene de la industria de la logística. Todo un staff de gerentes, muy distintos a los profesionales de Mega, estación televisiva que se se armó con lo mejor de los ejecutivos de televisión de TVN y Canal 13, como Patricio Hernández, director ejecutivo de dicho canal y que empezó como periodista en el 13.

Utilidades y rating

No es extraño, entonces, que los plazos para obtener resultados sean más acotados que en otros medios.

Aunque Canal 13 tuvo números azules el primer trimestre de este año, con utilidades por $629 millones, estas se explican principalmente por la inclusión en sus estados financieros de las utilidades obtenidas con la venta de un inmueble en calle Inés Matte Urrejola (donde antes funcionaba Chilevisión), y de otro inmueble, ubicado al otro lado de la misma calle, donde tenía unos estudios de apoyo, por los que obtuvo un muy buen precio de parte de una empresa inmobiliaria. Además, se concretó la venta de teleseries y productos como la serie Los 80 a la plataforma de streaming Amazon Prime.

Donde no hay acuerdo todavía es con el actor Daniel Alcaíno, que encarna al personaje Yerko Puchento, que inició un streaming por YouTube e invitó al tercer capítulo a Francisco Saavedra. Pero el abogado del canal, Daniel De Smet, le prohibió asistir al rostro de “Lugares que hablan”. Alcaíno presentó una demanda laboral por $56 millones contra el canal, lo que habría motivado la furia de Max Luksic.

Y en cuanto al rating total, están terceros al 20 de agosto, con 6,8 puntos promedio. Muy cerca de Chilevisión, que registró en el mismo período 7,3 puntos promedio, pero lejos de Mega, que lidera con 9,1 puntos promedio.

Además, en el horario prime, que va desde las 22:30 a las 00:30 horas, están segundos en “rating hogar” (entre el 30 de marzo y el 20 de agosto) con 9,9 puntos promedio, en un estrechísimo margen con Chilevisión, que marca 9,8, y TVN, con 8,4 puntos promedio, pero otra vez lejos de Mega, que en el mismo período marca 12,2 puntos promedio. En el horario en que Canal 13 logra imponerse es en la tarde de los sábados, con su franja «Cultura Tarde», con 8,5 puntos promedio (entre el 4 de enero y el 15 de agosto), bien por encima de los 7,2 de Mega, 6,5 de Chilevisión y de 4,7 de TVN, en la misma franja horaria. 

Donde muestra mejor desempeño el otrora canal del angelito es en el denominado “rating comercial”, fundamental para las ventas de publicidad, que es la medición de rating pero solo en los segmentos ABC1-C2- y C3 (a diferencia del “rating hogar”, que considera también los estratos D y E).

En este plano, por ejemplo, afirman en Canal 13 que «A esta hora se improvisa» se impuso al panel de «Mentiras Verdaderas» de La Red, con Alejandra Matus y Mónica González, con 2,9 puntos de rating comercial, versus un 2,1. Mientras que en el “rating hogar” el margen fue estrecho en favor del programa del 13, con 5 puntos versus 4,3 de La Red, aunque sigue siendo muy poco para una apuesta prime de un canal “grande”.

Un exejecutivo de la señal abierta de los Luksic estima que “más que un error por reflotarlo, es programático y de plataforma de exhibición. Y de marketearse con un nombre que puede apelar al recuerdo de un pequeño segmento de la audiencia adulta mayor ABC1. Si los mayores de 65 años son un 21% de la audiencia de la TV, el ABC1 de allí es la décima parte de ese 21%”, afirma.

Así, en la estación televisiva muestran las cifras del rating comercial, que ciertamente les favorecen. En el horario prime entre el 1 de enero y el 20 de agosto le ganan, incluso, por estrechísimo margen, a Mega, con 4,5 y 4,3 puntos promedio, respectivamente. También en la franja de los sábados por la tarde. Pero los números no bastan.

El propósito del nuevo 13

Sobre su línea editorial, desde la estación apuntan a que “el primer propósito de esta administración fue definir un foco, una carta de navegación. Esto ha sido un trabajo arduo, que ha requerido el esfuerzo de toda la organización. Somos una generadora de contenidos que trabaja para que Canal 13 entregue a nuestra audiencia información, entretención, cultura y sea una compañía para la familia chilena. Ejemplos de ello son los programas ‘Bailando por un sueño’, ‘MasterChef Celebrity’, ‘Lugares que hablan’, la ‘Cultura del 13’, ‘Aquí somos Todos’, entre otros, que estructuran una oferta programática para atraer transversalmente a las familias. En este tiempo, producto de la pandemia, se ha trabajado en una parrilla equilibrada, con programas que fueron éxito y que se han reemitido con gran recepción. También se estrenó ‘Aquí somos todos’, un programa de servicios que día a día ayuda concretamente a personas y familias en problemas. Nos enorgullece ser un canal con más de 12 horas al día en vivo, ser el medio de comunicación que más programas de cultura chilena emite y con una franja de cultura en prime de manera permanente todo el año”, aseguran.

Pero en el contexto de la crisis de toda la industria de medios, el problema de Canal 13 es otro. Es de “concordancia” editorial, y por eso es que, con motivo de su aniversario, decidieron salir a explicar lo que definen como sus nuevas orientaciones, que antes no estaban disponibles para el público.

En los spots que se pueden ver en pantalla y donde participan no solo los rostros sino también otros trabajadores desconocidos del canal, se pueden oír definiciones de este tipo: “Queremos dar cabida a la diversidad. Trataremos cada contenido evitando estereotipos y lenguaje discriminatorio, promoviendo la conciencia sobre las minorías étnicas y distintas nacionalidades. Aquí, todas las opiniones son bienvenidas, salvo las que promuevan el odio y la violencia”, y también proponen preocuparse de “los valores universales por sobre el interés noticioso”.

Las caídas editoriales

Estas declaraciones de principios, sin embargo, aparecen días después que el canal fuera cuestionado por su cobertura del crimen de Ámbar Cornejo. El matinal «Bienvenidos» hizo entrar a un perito forense a una casa que, según aclararon en la estación, no estaba cercada. Pero igual el episodio significó un castigo en redes sociales para la marca. Antes, en noviembre de 2019, el propio Andrónico Luksic debió reconocer el error de invitar a Hermógenes Pérez de Arce, pinochetista acérrimo, luego que fuera echado del set del matinal. También cabe mencionar el episodio de 2017, en que la estación televisiva fue multada por el trato “denigrante y violento” a Nabila Rifo, mujer víctima de violencia de género, durante la cobertura del caso, en que el canal mostró antecedentes escabrosos de ella.

 

En Canal 13 es donde aparece con mayor frecuencia el presidenciable UDI Joaquín Lavín, casi un panelista estable del matinal «Bienvenidos», el mismo espacio donde Iván Moreira puede defender a Pinochet diciendo que en la dictadura “se redujo un 47% la pobreza”.

En el canal explican que «Bienvenidos» ha jugado un rol clave en este tiempo, abriendo su pantalla a diversos temas de contingencia nacional, aportando una mirada informativa, amplia, diversa, que incluye a todos. “A esto se suman las otras plataformas, que realizan un trabajo menos visible que la televisión abierta, pero que impactan igualmente en las audiencias y que permiten llegar a públicos diversos y distintos; ellas están conformadas por las radios, los canales de televisión de pago (13C y RecTV) y las plataformas digitales».

El 13 sigue siendo el canal de «Mesa Central», con Cristian Bofill y además Marcela Cubillos, la exministra UDI, como panelista recurrente. En junio causó otra controversia la aparente exclusión de la periodista Mónica González de este programa. En el canal aclaran que fue una decisión de la propia periodista fundadora de Ciper, que no se sintió cómoda con el formato, pero que fue una idea de la producción incluirla, con el propósito de contar con visiones diversas.

El mismo motivo por el que se decidió reflotar la marca «A esta hora se improvisa», un espacio –según definen en la estación– que está concebido para propiciar una conversación “fuera de la trinchera, no es ‘Tolerancia Cero’”, según explica un ejecutivo. Sobre el programa, que fue ampliamente criticado por la apuesta estética de emitirlo en blanco y negro, explican en el canal que “creemos en el valor del diálogo, la tertulia y la buena conversación y es por eso que recientemente se repuso un clásico de la televisión como ‘A esta hora se improvisa’, para aportar con buena y constructiva conversación en un momento de mucha polarización”.

Para Cristian Leporati, director de la Escuela de Publicidad de la UDP, “hoy en día los conceptos publicitarios de respeto de las marcas, se van construyendo en el día a día en la relación con los consumidores, en este caso, con las audiencias. Y un comercial donde aparecen dos hombres dándose un beso, choca con la realidad de la parrilla programática, de los ejecutivos, de todo. Antes pasaba mucho más inadvertido, pero ahora basta un comentario para generar ruido. Hace 10 o 15 años tú podías tener una contradicción en la marca, pero hoy en día te fusilan. Finalmente, las audiencias, que son las que pagan el avisaje, se confunden, no saben qué canal van a ver. Tú sabes que Mega tiene un perfil, un contenido editorial, te guste o no; también CNN  y Chilevisión. Pero Canal 13 es un híbrido hoy en día”, dice.

“Si le sumas la compra de la marca y de la empresa por parte de Andrónico Luksic, también eso le da un segundo posicionamiento natural a la marca Canal 13. A lo que traía de la Católica, se le suma la impronta de un empresario neoliberal exitoso, pero finalmente un empresario de derecha. Ellos también, fieles a su público, van contratando gente, analistas, panelistas, comentaristas, que van más o menos en la misma línea cultural ideológica. Todo esto suma un cuadro bastante perfecto, para decir que efectivamente Canal 13 es un canal más bien conservador, que tiene una mirada país más bien del siglo XX que del siglo XXI. Ahora, esto que te digo, ¿es un pecado? No. Porque si tienen un plan de negocios diseñado de esa forma, son tremendamente consistentes. Si yo vendiera Rolex o BMW probablemente donde avisaría en televisión abierta sería en Canal 13”, sostiene.

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