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El «respiro» de Desbordes con la CEP y los intentos por sortear la desatada arremetida de Allamand PAÍS

El «respiro» de Desbordes con la CEP y los intentos por sortear la desatada arremetida de Allamand

En RN se ha desatado una pugna que ha exacerbado las tradicionales tensiones al interior del variopinto partido. La guerra declarada por el senador Allamand contra la línea del presidente de la colectividad a favor de una nueva Constitución, lo ha llevado a mover todos sus hilos junto a Carlos Larraín, con el fin de recuperar el liderazgo interno. Un estrategia que, en todo caso, no ha logrado mermar la imagen y liderazgo que acertadamente consolidó Desbordes, al ser uno de los protagonistas del “Acuerdo por la Paz”, lo que quedó plasmado en las cifras de la última encuesta del Centro de Estudios Públicos.


Cada día la pendiente se ha hecho más empinada para el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes. Desde el estallido de octubre, ha enfrentado el más amplio abanico de posiciones en su colectividad, tensionada al máximo por la discusión sobre el proceso constituyente. Pese a que transversalmente se reconoció su rol en el “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución”, la arremetida interna, comandada por el senador Andrés Allamand, lo ha puesto en jaque varias veces estas semanas.

Pero, no obstante los intentos políticos en la derecha por aislar al timonel y al senador Manuel José Ossandón –quien lo ha secundado en el diagnóstico sobre el estallido y la necesidad de cambios más estructurales, incluida una nueva Constitución–, el liderazgo de Desbordes resiste. Es más, los últimos resultados de la encuesta CEP le cayeron del cielo, le dieron un segundo aire y piso para hacer frente a la embestida interna.

De hecho, ayer en RN destacaron que los resultados de la influyente encuesta “fueron un tapabocas” para los más críticos de Desbordes, no solo porque su conocimiento subió de un 30% a un 45%, sino también porque su evaluación positiva no se fue en picada como el resto de los liderazgos políticos, llegando a un 18%, Además, el respaldo a una nueva Constitución –postura que defiende el timonel– alcanzó un 67%, mientras que la posición del rechazo que impulsa Allamand solo obtuvo un 13%.

Las cifras de la encuesta, en todo caso, no cambiaría las posiciones internas de los críticos de Desbordes, que precisaron que “un porcentaje más o menos no cambiará lo que ha hecho”. En un inicio, al interior de la tienda se habló que las diferencias e intentos por desbancarlo de la presidencia estaban marcadas por una “cuestión de clase”, dado el choque implícito entre la elite de la colectividad que representa Allamand y el mundo que representa Desbordes, de esfuerzo, “un excarabinero de clase media, que no es parte del club aristócrata de RN”, según explicaron en el partido.

Pero con el correr de las semanas –dijeron– la disputa se trasladó derechamente a un tema de estrategia política interna. La tesis de Allamand es –afirmó un colaborador– que “no hay que abandonar el proyecto” ni “dejar espacio para que siga creciendo José Antonio Kast ni la UDI”, ya que las cifras internas que se manejan es que existe un sector importante del electorado de la derecha que “esperaba más mano dura del Presidente y no aprobará una nueva Constitución». Por esa razón, el objetivo del despliegue del senador RN apuntaría a contener un desborde inminente de Chile Vamos.

[cita tipo=»destaque»]Desde la directiva de Renovación Nacional señalaron no estar ciegos ante la evidente realidad de la arremetida política del senador Allamand contra la gestión de Desbordes. Saben que intenta “rayarle la pintura” al liderazgo del timonel, pero aseguraron estar tranquilos, porque los números internos que manejan no calzan con la imagen ultraconservadora de las bases de la colectividad que han difundido sectores de la derecha y que, por lo mismo, la brecha entre quienes aprueban y rechazan una nueva Constitución es menor, más cercana a la lógica del 60%-40% que ha indicado el presidente de RN.[/cita]

El lobby de Allamand para sumar adeptos a su postura más ortodoxa «ha sido fuerte”, reconocieron desde el Gobierno, al punto que habría logrado captar a varios militantes de RN que están en cargos estratégicos al interior de Palacio. Agregaron que, entre los argumentos que ha usado el senador, están lo que considera una “debilidad” de Desbordes “para defender al partido” y “las ideas de la coalición”.

La posición del senador Allamand en el oficialismo se verá reforzada con el regreso de Andrés Chadwick a la primera línea tras ser acusado constitucionalmente, ahora liderando la discusión constituyente desde la derecha a petición del propio Mandatario. Es que, según cercanos al Mandatario, el exministro del Interior llega “a poner orden en Chile Vamos” y a “tomar el rol que no puede tomar el Presidente”, debido al compromiso de neutralidad que fue exigido por la UDI.

“El contrapeso de Chadwick neutraliza a Desbordes”, quien “está dispuesto a entrar de lleno al debate de ideas”, consignaron en la derecha. Los críticos del timonel de RN añadieron que en su contra juega el hecho de «haber abandonado al Gobierno» y lo que consideran un estilo político «individualista» que saca ronchas, aunque sí le conceden que, dado el ninguneo político de La Moneda al diputado desde antes del estallido social, es cierto que «no hay lealtad que resista».

Desde la directiva de Renovación Nacional señalaron no estar ciegos ante la evidente realidad de la arremetida política del senador Allamand contra la gestión de Desbordes. Saben que intenta “rayarle la pintura” al liderazgo del timonel, pero aseguraron estar tranquilos, porque los números internos que manejan no calzan con la imagen ultraconservadora de las bases de la colectividad que han difundido sectores de la derecha y que, por lo mismo, la brecha entre quienes aprueban y rechazan una nueva Constitución es menor, más cercana a la lógica del 60%-40% que ha indicado el presidente de RN.

Lo que sí les preocupa es la dinámica que generó el expresidente del partido, Carlos Larraín, quien ha tenido puntuales pero severas reapariciones públicas y todas desacreditando la posición que ha liderado Desbordes, incluso desde antes del estallido social, lo que le ha dado fuerza a la estrategia de Allamand, un discurso que desde la bancada de diputados es secundado y replicado por Diego Schalper. De hecho, a nivel parlamentario hay quienes no descartan que existan intereses de fondo, como «hacerse del partido» y recuperar el poder institucional.

Ansias de poder

Para nadie es un secreto que Renovación Nacional tiene una verdadera jungla interna, diversidad que siempre ha estado en el ADN del partido comandado hoy por Desbordes. Por eso, no extrañó que varios grupos y parlamentarios se levantaran en contra de los proyectos de paridad de género, escaños para pueblos originarios e igualdad de condiciones para independientes. Por lo mismo, causó menos sorpresa aún que varios diputados se hicieran parte activa del rechazo a la nueva Constitución con miras al plebiscito del 26 de abril.

Lo que sí ha causado cuestionamientos internos es el nivel de virulencia, lo “recalcitrantes y ciegos” que se habrían puesto quienes encontraron un nicho en la vereda del rechazo.  Explicaron que eso se debe a que la mayoría se creyó el “cuento de Twitter” y se sumaron a alimentar la campaña del miedo, pero –criticaron– “no se han dado cuenta o no recuerdan que JA Kast tiene un ejército de miles de cuentas falsas que intentan instalar este tipo de tendencias”.

Una virulencia que se ha tomado el discurso tanto de Larraín como de Allamand. En el partido hay quienes creen que, al ver el camino que estaba tomando el partido en manos de Desbordes, el expresidente de la colectividad sintió –cual dueño de fundo– la necesidad de “ir a poner orden”. En la colectividad hay dos las versiones que dan vueltas: una se refiere a un intento por querer recuperar una cuota de poder y, la otra, es que quiere “cumplir su sueño” de dividir RN para que quede reducido a un partido “más pequeño, más conservador y más influyente”, como lo señaló hace unos años.

Para quienes ven con recelo la agresiva maniobra de Allamand, su estrategia guarda sin dudas un segundo motivo, el de encontrar el nicho perdido los últimos años para reflotar su apuesta presidencial personal. En RN ya lo dijeron tiempo atrás: será el Consejo General, como siempre, el que elija al candidato que representará al partido en las primarias oficialistas del 2021 y no hay que olvidar –añadieron– que, desde antes del estallido del 18 de octubre, ya se decía que el senador estaba preparando un equipo y que varios de sus miembros estaban operando en el Gobierno.

Quienes conocen a la pareja de la ministra de Educación, Marcela Cubillos, aseguraron que no ve como una complicación que Ossandón tenga y mantenga una mayor aprobación que él, pues su apuesta está en que la mayoría de los consejeros generales guardan un perfil más conservador y su despliegue por el rechazo a la nueva Constitución le aseguraría un buen respaldo allí.

Quienes conocen a Allamand apuntaron que la “obsesión lo cegó nuevamente” y que no está viendo con claridad el panorama. Mientras que desde la dirección de RN destacaron que la principal misión que se habría impuesto la mesa es la de “saber navegar”, es decir, mantener el orden, evitar entregar señales confusas e intentar bajar en un grado la polarización interna.

Sin relación con la UDI

No es novedad que, a pesar del publicitado descongelamiento de relaciones en Chile Vamos, las confianzas siguen quebradas entre la UDI y RN, por lo que el trabajo entre ambos timoneles –Desbordes y la senadora Jacqueline van Rysselberghe– no se habría retomado con entusiasmo. En Palacio explicaron que la tónica es exactamente “la misma de cuando no se saludaron en La Moneda y lo vio todo Chile” y que no hay mayor contacto entre ambos.

En el gremialismo afirmaron que hay una frase de Desbordes que no olvidan y que aún es una espina clavada:  “Hemos hecho todas las cosas que ella ha querido”, en referencia a Van Rysselberghe. Por eso es que el Consejo General de la UDI el fin de semana pasado definió que no podía ser la timonel «la que anunciara el descongelamiento” y que este debía ser  una respuesta institucional, para dar a entender que la molestia no es personal, sino que del partido en su conjunto

En la UDI ha imperado la tesis de no inmiscuirse en los conflictos internos de RN por el proceso constituyente y, por ahora, se frotan las manos, pues ven que el desgaste de Renovación Nacional es “ganancia pura para nosotros”, que es una ocasión para capitalizar como partido mientras discuten entre ellos Ossandón, Desbordes, Larraín y Allamand. Es que el cálculo que hicieron en la sede de calle Suecia es que, al haberse transformado en el único partido en definirse como la bandera del rechazo, todo el porcentaje de votantes, por muy bajo que pueda ser, es agua “para nuestro molino”.

Para el doctor en ciencia política Kenneth Bunker, la lectura de la UDI está errada. Aseguró que la división de RN “le cierra el espacio a la UDI”, ya que “un partido que está dividido también es un partido amplio y transversal, mientras que la UDI que se corrió a la derecha se va a quedar en un pacto pequeño con Kast”. Agregó que Desbordes fue “el único que logró destrabar el conflicto por la nueva Constitución. Fue una sorpresa, nadie pensó que fuera la persona que le daría la mano a la oposición» y que, pasado el tiempo desde ese momento, ve en el diputado un liderazgo fuerte para abordar el nuevo clivaje del contenido de la nueva Constitución, una disputa en la que Allamand correría con desventaja.

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