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«Va a haber ocho carabineros permanentemente en turnos de ronda alrededor del hospital; ocho por turno, de 32 carabineros dedicados a proteger el hospital, a sus funcionarios y a las personas que concurren al hospital», explico el ministro. Los impactos de balas de las últimas 48 horas en el recinto hospitalario ha dejado al menos cinco personas heridas. Se presume que las balaceras serían por un enfrentamiento entre bandas rivales.
El ministro de Salud Jaime Mañalich, anunció una serie de medidas extraordinarias de seguridad para el Hospital Padre Hurtado, que las últimas dos noches ha sufrido impactos de balas.
Las medidas de seguridad comprenden presencia permanente de Carabineros, instalación de vidrios blindados y un detector de metales.
«Va a haber ocho carabineros permanentemente en turnos de ronda alrededor del hospital; ocho por turno, de 32 carabineros dedicados a proteger el hospital, a sus funcionarios y a las personas que concurren al hospital», explico el ministro Mañalich en Radio Cooperativa.
Los impactos de balas de las últimas 48 horas en el recinto hospitalario ha dejado al menos cinco personas heridas. Se presume que las balaceras serían por un enfrentamiento entre bandas rivales.
Hasta el lugar se traslado el ministro Jaime Mañalich, quien fue recibido con una protesta de un centenar de funcionarios contra su visita. «La situación del Hospital Padre Hurtado pone un límite», comentó.
«En las últimas 48 horas el hospital ha recibido seis impactos de bala que han penetrado vidrios y muros», precisó el secretario de Estado, y agregó que que como recientemente se aprobó la ley de Consultorio Seguro, «queremos que el Hospital Padre Hurtado se transforme en el primer hospital seguro protegido por esta ley».
«Ya sabemos por lo menos que hay que fortalecer las mamparas del servicio de Urgencias, duplicarlas; increíblemente vamos a tener que poner un detector de metales en la entrada de Urgencia, porque cada día llega más gente armada», sostuvo.
También detalló que «vamos a tener que renovar toda la fachada sur, que es donde más riesgo hay, cambiando la estructura de más de 300 metros cuadrados de vidrio por vidrios blindados para proteger».
