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Por su parte, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, catalogó como «fuera de lugar» la decisión de la Agencia de Calidad de la Educación y aseguró que es una «aberración» rendir la prueba dado el contexto nacional.
La decisión del Gobierno de aplicar la prueba Simce este miércoles y jueves para los estudiantes de cuarto básico encontró resistencia en el mundo de los alcaldes, el Colegio de Profesores e incluso los sostenedores de colegios particulares. Incluso, desde la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) y Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) llaman a boicotear el examen.
En una declaración conjunta, los alcaldes de Arica, Macul, Recoleta, Paillaco, Tirúa y Coyhaique, informaron que en su calidad de sostenedores no realizarán la prueba Simce argumentando que no estarían las condiciones de seguridad mínimas para aquello.
Según los alcaldes “aplicar la prueba estandarizada Simce a los cuartos básicos resulta profundamente anti pedagógico, violento y despreciativo de las condiciones humanas básicas de nuestros estudiantes, pero además, lejano de todas las políticas y fundamentos pedagógicos”, añadiendo que el objetivo de la medida es “salvaguardar la integridad de las y los estudiantes, por lo que no someteremos a la comunidad escolar a esta violencia que implica la aplicación del Simce”.
La declaración de los jefes comunales recuerda que la decisión del Gobierno es contraproducente, tomando en cuenta que se produce “luego de todo un proceso educativo irregular que viene dándose desde hace un mes con baja asistencia paro de docentes y asistentes de la educación”.
El examen había sido programado inicialmente para octubre, pero fue rendido solamente por los alumnos de octavo básico, antes de que comenzaran las protestas. Quedaron pendientes los estudiantes de segundo medio y cuarto básico, y finalmente la Agencia de Calidad de Educación decidió una “aplicación flexible” solo “para fines de diagnóstico e investigación”.
La decisión de la Agencia de Calidad de Educación fue respaldada por la ministra de Educación, Marcela Cubillos, quien destacó en Twitter que “por las circunstancias excepcionales en que está terminando el año escolar, el Simce que se tomará sólo será para fines de información y diagnóstico y no tendrá consecuencias para las escuelas”.
Sin embargo, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, catalogó como «fuera de lugar» la decisión de la Agencia de Calidad y aseguró que es una «aberración» rendir la prueba dado el contexto nacional.
«Llamamos a hacerle el vacío a esta pretensión absurda del Ministerio de Educación. Es una herramienta que sirve para remarcar diferencias sociales más que pedagógicas. Cualquier prueba es una aberración en estas condiciones», indicó.
Asimismo, desde la Federación de Instituciones de Educación Particular, dijeron que solicitarán al Mineduc para revertir la decisión.
«Nosotros no la encontramos recomendable, las condiciones generales no están dadas. Lo que hemos vivido en este último mes implica que ninguno de los estamentos de las comunidades educativas están en disposición para enfrentar un desafío de esta naturaleza», dijo el presidente de la entidad, Guido Crino, según informa Radio Cooperativa.
