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Sin los votos de Chile Vamos, comisión de la Cámara aprueba habilitar la realización de un plebiscito nacional para una nueva Constitución PAÍS Crédito: Vía Twitter @renesaffirio

Sin los votos de Chile Vamos, comisión de la Cámara aprueba habilitar la realización de un plebiscito nacional para una nueva Constitución

La tramitación constitucional toma cuerpo en el Congreso, con la votación durante esta jornada en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, donde el Gobierno intentó dar una señal de diálogo con el despliegue del ministro Blumel. Finalmente, la instancia parlamentaria aprobó, con los votos en contra del oficialismo, el denominado “plebiscito de entrada”, para consultar el reemplazo íntegro de la Carta Fundamental. En tanto, el plebiscito de salida, para validar el nuevo texto constitucional, contó con el apoyo de Chile Vamos y la oposición. Respecto al mecanismo, Blumel insistió en la figura del Congreso Constituyente, pese a que la oposición le notificó que están por la Asamblea Constituyente.


Hasta la sede del antiguo Congreso Nacional en Santiago se trasladó de emergencia, en horas de la tarde de este lunes, el ministro del Interior Gonzalo Blumel. ¿La razón? Dar una señal a la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, que esta jornada fue convocada para despachar los proyectos de reforma a la Constitución.

La presencia de Blumel fue una jugada clave para el Gobierno, que recién en la noche del domingo –después de tres semanas de iniciado el estallido social– formalizó su disposición a avanzar hacia una nueva Constitución, e incluso puso sobre la mesa un mecanismo, el Congreso Constituyente, una fórmula que no concita consenso en la oposición.

Pero antes de definir el mecanismo, había que zanjar el camino legislativo y para eso es fundamental lo que se definía en la instancia parlamentaria, donde los diputados sesionaron por más de 8 horas.

Si bien la citación indicaba que la comisión se pronunciaría sobre siete proyectos de ley refundidos, la discusión se centró en la modificación al artículo 32 de la Carta Fundamental, que dice relación con el plebiscito.

Blumel llegó directamente a negociar con los parlamentarios de oposición en una reunión a la que no ingresaron ni los parlamentarios del PC ni el independiente René Saffirio. Luego se retiró, destacando que “tengo la impresión de que para un plebiscito de salida o ratificatorio hay un acuerdo bastante amplio, respecto a los otros mecanismos hay que seguir trabajando”.

Luego, los dichos del jefe de gabinete fueron corroborados en la votación de la comisión.

Esto, porque finalmente se votaron dos indicaciones. Una para un “plebiscito de entrada”, vale decir, establecer una figura que no existía en la Constitución y que implica la convocatoria de un plebiscito para consultar el reemplazo íntegro de la Carta Fundamental. La indicación establece que un tercio de los diputados en ejercicio puede ingresar la solicitud y se necesita 4/7 en ambas cámaras para su aprobación. Asimismo, dispone que el Presidente tiene 90 días para su convocatoria.

La indicación del plebiscito de entrada fue aprobada por 7 votos –todos de la oposición– contra los 6 del oficialismo. En este punto, por ejemplo, Juan Antonio Coloma (UDI) expresó sus reparos, señalando que resulta “increíble” hacer este plebiscito de entrada porque el Gobierno y la oposición ya han dicho que están de acuerdo con una nueva Carta Magna. “No estoy de acuerdo con este plebiscito exclusivo para una nueva Constitución, voto en contra”, señaló.

La otra indicación aprobada dice relación con un plebiscito de salida, vale decir, una consulta a la ciudadanía para ratificar la nueva Constitución, un punto en que parlamentarios de oposición y el oficialismo ya habían arribado a consenso durante las tratativas de la tarde. Este se aprobó por 13 a 0.

La ambigüedad del mecanismo

Las horas previas estuvieron marcadas también por la presencia en la instancia del ministro de la Segpres, Felipe Ward, quien solo expuso la postura del Gobierno de abrirse al avance de una nueva Carta Fundamental. Respecto al mecanismo, incluso señaló que no estaba definido, lo que no fue bien recibido por los diputados opositores.

“Al Gobierno se le está acabando el tiempo (…). La crisis va a seguir profundizándose y el ministro no ha sido claro respecto al mecanismo que se está pensando para esto”, señaló el diputado Gabriel Boric (Convergencia Social).

Sin embargo, la indefinición del Gobierno volvió a quedar en evidencia con los dichos del ministro Blumel, quien insistió en la figura del Congreso Constituyente al salir de la sesión.

“Ayer señalamos algunos de los criterios para avanzar hacia una nueva Constitución: que sea un proceso radicado en el Congreso, por eso planteamos un Congreso Constituyente, con reglas claras, precisas, con plazos acotados y mecanismos  de participación intensos y activos, y con un plebiscito ratificatorio”, puntualizó Blumel.

Es más, el jefe de gabinete le endosó la responsabilidad a la oposición: “El Gobierno y Chile Vamos han hecho una propuesta, y en la oposición no hay una sola propuesta porque la oposición es muy diversa. La oposición facilitaría el proceso si tiene una posición común. Nosotros tenemos una posición común”.

Sin embargo, hasta ahora lo único claro es que para el Gobierno su camino no es la Asamblea Constituyente –como lo expresó en La Moneda la vocera Karla Rubilar–. Dado que la oposición ha notificado su inclinación por la AC, en privado los personeros del Ejecutivo han intentado dar una señal, hablando de garantizar una “participación ciudadana efectiva”, pero sin mayores precisiones. Todo indica que el tema de la definición del mecanismo para La Moneda sigue siendo claramente una noticia en desarrollo que deberá despejarse, además, en las futuras sesiones de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados.

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