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Piñera juega al límite: no hace gesto en Educación y Salud y mantiene a Cubillos y Mañalich en sus cargos PAÍS Crédito: Agencia Uno

Piñera juega al límite: no hace gesto en Educación y Salud y mantiene a Cubillos y Mañalich en sus cargos

El Presidente solo escuchó parte del reclamo ciudadano, porque si bien removió al ministro del Interior, Andrés Chadwick, mantuvo en el gabinete a otros cuestionados ministros, como la titular de Educación o el de Salud. La permanencia de ambos es un problema más para el Gobierno. Sobre Cubillos, las críticas en su contra se concentran en su visión criminalizadora del movimiento estudiantil. En tanto, el estilo Mañalich le pasa la cuenta reiteradamente al ministro, como ocurrió el viernes pasado cuando en plena tramitación del seguro de salud en el Congreso, aseguró que no cambiaría la ley «por una marcha más». También fue sorpresiva la permanencia de la ministra de Transportes, Gloria Hutt en el Gobierno.


Uno de los hashtags que lideró las manifestaciones de los chilenos en contra del Gobierno de Sebastián Piñera fue el #RenunciaChadwick, el que pedía la salida del ministro del Interior. El primo del Mandatario no era el único al que iban dirigidas las críticas, pero fue el rostro del descontento nacional, junto a otros como la ministra de Educación, Marcela Cubillos, el de Salud, Jaime Mañalich y de Transportes, Gloria Hutt.

Finalmente, el Mandatario escuchó -como ha repetido en los últimos días- a los manifestantes, pero solo en parte. Sacó a Chadwick del Interior, asumiendo el ex Segpres, Gonzalo Blumel, pero Cubillos,  Mañalich y Hutt no se movieron de sus puestos. Otra de las apuntadas, la vocera de Gobierno, Cecilia Perez, sí fue removida, pero la ubicaron en Deportes, fuera del círculo político del gabinete.

Las críticas hacia Cubillos se remontaban desde el proyecto Aula Segura, y su visión criminalizadora del movimiento estudiantil. Desde la oposición luego impulsaron sin éxito una acusación constitucional en su contra por «notable abandono de deberes». Pero el libelo significó un fracaso de la oposición y un espaldarazo para ella, justo antes del estallido de la crisis.

Durante el estado de emergencia, Cubillos tomó un papel secundario, informando de los estados de las clases en diferentes partes del país, indicando que cada intendencia tenía la capacidad para decidir el destino de cada ciudad. Pero en todo momento mantuvo un discurso duro y enfocado en condenar los hechos violentos del estallido.

En tanto, Mañalich asumió el Minsal en junio de este año, tras la salida de Emilio Santelices. Pero su estilo le pasa la cuenta reiteradamente, como ocurrió el viernes pasado cuando en plena tramitación del seguro de salud en el Congreso, aseguró -ante los reclamos de la oposición- que no cambiaría la ley por una marcha más.

Durante el Estado de Emergencia, el ministro monitoreó la situación en terreno y se hizo cargo de los puntos de prensa para cuenta de la cifra exacta de muertos durante los enfrentamientos entre manifestantes y Fuerzas Especiales e integrantes del Ejército en los recintos hospitalarios.

En medio de la crisis, durante una visita al Instituto Nacional del Tórax fue increpado por trabajadores, quienes le reclamaron que “en los servicios de urgencia se están atendiendo a los pacientes de pie, en el suelo, están muriendo los pacientes, no hay atención digna ¿y quién pone la cara finalmente? Somos los funcionarios y lo que queremos es fortalecer la salud pública”.

Mañalich aguantó las críticas estoico, para posteriormente responder que “entiendo el carácter pacífico de vuestra manifestación, se los agradezco. Les ruego encarecidamente que no vaya ocurrir que alguien tiene una mala evolución de su enfermedad producto de que….”.

Ahí fue nuevamente interrumpido: “jamás se dejan a los pacientes solos, hay turnos éticos” y «Renuncia Mañalich» eran las consignas.

Mañalich continuó “… y que mantengamos lo que ha ocurrido en estos días, donde en todos los hospitales públicos de Chile se ha atendido el aumento de la demanda sin problemas, por el compromiso de los hospitales”.

Otro nombre que llamó la atención por mantenerse en el cargo es el de la ministra de Transportes Gloria Hutt quien en plena crisis, salió a criminalizar el movimiento estudiantil que partió con las evasiones masivas.

La secretaria de Estado pasó de ser una de las favoritas del gabinete a sufrir un desplome en su imagen pública producto del alza del pasaje y la falta de respuestas del Ejecutivo para detener el aumento.

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