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Más presión sobre Mañalich: recurren a la Contraloría por millonarias deudas en cinco hospitales de la Región de Valparaíso PAÍS

Más presión sobre Mañalich: recurren a la Contraloría por millonarias deudas en cinco hospitales de la Región de Valparaíso

Los parlamentarios Diego Ibáñez (Frente Amplio) y Víctor Torres (DC), junto a gremios y funcionarios de la Salud, pidieron al contralor de Valparaíso, Víctor Merino Rojas, realizar una auditoría a los hospitales Carlos Van Buren, Claudio Vicuña, Gustavo Fricke, el Hospital de Quillota y el de Quilpué, para aclarar las platas del período 2016-2019. “Hay un desfinanciamiento brutal con brechas que deben ser hoy copadas con endeudamiento, con maromas por parte de los funcionarios, y frente a lo cual se coloca en riesgo hoy la provisión de insumos», dijo el parlamentario frenteamplista. Desde la Confusam advirtieron que “la situación no da para más”.


«Mediante el presente, venimos en poner en conocimiento de esta entidad de Control, irregularidades observadas en los Hospitales Autogestionados de los Servicios de Salud Viña del Mar-Quillota y Valparaíso-San Antonio, especialmente el Hospital Dr. Gustavo Fricke y el Hospital Carlos Van Buren relacionadas con endeudamiento y falta de insumos médicos, medicamentos y equipamiento, respecto de lo cual solicitamos auditoría de estos recintos hospitalarios».

Así comienza la solicitud de los diputados de oposición, Diego Ibañez (Frente Amplio) y Víctor Torres (DC) al contralor regional de Valparaíso, Víctor Merino Rojas, de auditar cinco hospitales por deuda hospitalaria y estados presupuestarios.

El requerimiento, al que tuvo acceso El Mostrador, solicita realizar una auditoría a los hospitales Carlos Van Buren,  Claudio Vicuña, Gustavo Fricke, el Hospital de Quillota y el de Quilpué, los que acumulan una «considerable deuda anual» en los años 2016 y 2017.

El documento además sostiene que «se desconoce el déficit presupuestario del período 2018-2019 de los recintos hospitalarios de la Región de Valparaíso, pero según se denuncia podría ser el más alto de los registrados en la últimos año».

También se informa que de enero a junio de 2019, el Hospital Van Buren adeuda a la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud, $1.800 millones, igual cifra que el Hospital Dr. Gustavo Fricke, a lo que se suma el año 2018. Además, se señala que los Servicios de Salud Valparaíso-San Antonio y Viña del Mar-Quillota adeudan $529 millones de pesos. 

Ante ello, el recurso pide a la Contraloría Regional de Valparaíso «que realice una auditoría por el período 2016-2019 de los Hospitales autogestionados de los Servicios de Salud Viña del Mar-Quillota y Valparaíso-San Antonio, especialmente el Hospital Dr. Gustavo Fricke y Hospital Carlos Van Buren, para de esa manera conocer el presupuesto que realmente se necesitaría para que se pueda cumplir correctamente con las prestaciones de salud, sin incurrir en déficit presupuestarios». La clave de esta indagatoria es que debe determinar los responsables administrativos, civiles e incluso penales.

Al requerimiento se sumaron agrupaciones de usuarios y gremios de la salud, que demandaron mayor presupuesto y denunciaron irregularidades en medio de la «crisis sanitaria» que vive la región y el país.

La crítica situación de los hospitales fue reseñada por el diario El Mostrador en un reportaje del lunes 12 de agosto, en el que se dio cuenta de los problemas financieros que tienen al ministro de Salud, Jaime Mañalich, al borde de una crisis sanitaria.

El ministro denunció a los proveedores por colusión, pero la historia tiene más caras si se cuenta que el Gobierno restringió el gasto en salud, de forma que los hospitales y servicios no tienen el crédito que usaron todo este tiempo para sobrevivir y se enfrentan a una «situación peligrosa». Todo, mientras se anunciaron millonarios proyectos de infraestructura en regiones a principios de este año, para los que no hay plata.

Un problema estructural

Al respecto, el diputado Diego Ibáñez dijo que «hemos solicitado un requerimiento a Contraloría para que se transparente el real estado financiero de los servicios públicos, tanto del Servicio Valparaíso-San Antonio como Viña del Mar-Quillota, y que se constate la crisis sanitaria de parte de un organismo (…) y que se dé cuenta de la real brecha que existe hoy entre el presupuesto inicial de salud otorgado por el Gobierno, y los requerimientos de estos servicios para proteger el derecho de todos los habitantes de esta región a tener una salud digna».

El parlamentario consideró que existe un problema estructural en la salud que tiene que ver con un «desfinanciamiento brutal sobre el cual existen brechas que deben ser hoy copadas con endeudamiento, con maromas por parte de los funcionarios (…) y frente a lo cual se coloca en riesgo hoy la provisión de insumos».

Por otra parte, Víctor Torres señaló que «nos parece fundamental que la Contraloría tenga la posibilidad de realizar esta auditoría en los distintos servicios de salud, de tal manera de poder clarificar cuál es la realidad que existe a propósito del endeudamiento que tienen los distintos hospitales. Sabemos que existe un manejo habitual de la Dirección de Presupuestos de tratar de controlar el gasto a través del endeudamiento, lo que me parece aberrante, porque claramente lo que sucede a mediados de año, todos los años, es que los hospitales quedan sin financiamiento».

«Lo peor que ha sucedido en este año, es que el sistema hoy día, de la forma en que está operando, impide que este endeudamiento avance, por lo tanto al no contar con un presupuesto determinado, lo que ocurre es que se dejan de prestar los distintos servicios que otorgan los hospitales», agregó.

Confusam: «La situación no da para más»

La dirigenta regional de la Confusam, Paola Muñoz, consideró que «la situación no da para más. Tenemos la mayor crisis no solo en los hospitales, sino nosotros como atención primaria, en la falta de insumos, la falta de profesionales, las faltas de hora. Muchas veces las farmacias no tienen ni siquiera los medicamentos básicos ¿Y qué tenemos como resultado? la molestia del usuario. Aquí no solamente el usuario es víctima, nosotros los trabajadores también».

Muñoz agregó que «todo esto conlleva a la violencia que ha ido en aumento hacia los trabajadores. Esperan largas horas en las filas de la farmacia para encontrarse que no existe el medicamento o que tienen que volver la próxima semana. Esto no está pasando aquí solo en la Quinta Región, pero lamentablemente es donde estamos y donde tenemos que hacer todos los reclamos para que esto se solucione». 

Lea aquí el requerimiento.

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