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Cuenta Pública con pocos logros y una lluvia de promesas PAÍS

Cuenta Pública con pocos logros y una lluvia de promesas

El mensaje presidencial estuvo marcado por una batería de nuevas promesas, una especie de segundo programa que no dejó a nadie contento. Al interior de Chile Vamos reconocieron que no hay agua en la piscina para tantos proyectos, mientras que en la oposición brotó la frustración con la restitución encubierta del sistema binominal encubierta, con la rebaja de los parlamentarios. Para los especialistas, Piñera no logró dar con el mensaje para sus votantes que esperan hechos y no más anuncios.


Fueron casi dos horas de una lluvia de promesas y pocos logros que mostrar. A las 20:30 hrs. en punto, el Presidente, Sebastián Piñera, inició su segunda cuenta pública, en horario prime, un día sábado, quizás “lo único que pasará a la historia de este discurso”, como se sinceró anoche un asesor de Gobierno. Aún así, hubo halos de luz, que fueron aplaudidos con fuerza, como el tren Santiago -Valparaíso y a San Antonio que se robó la atención, mientras que el límite de reelección para diputados, senadores y alcaldes, en su mismo territorio, logró que hasta parte de la oposición se levantara a aplaudir, aunque la reducción de parlamentarios en el Congreso no causó el mismo entusiasmo.

La verdad es que de esta segunda cuenta “no se esperaba mucho”, como reconocieron en la semana desde Chile Vamos, aunque varios parlamentarios de derecha no perdieron la fe que el Presidente sacara un as bajo la manga que eclipsara el duro momento que ha vivido Piñera,  su gabinete político y hasta su familia.

La previa de la cuenta pública estuvo marcado por los problemas de gestión, los proyectos durmiendo en el Congreso, la manipulación de cifras del INE, el cuestionado viaje a China de los dos hijos del Presidente -Sebastián y Cristóbal-, los problemas con la Consulta Indígena y el no pago de contribuciones de la casa de veraneo de Piñera, que se sumaron a una realidad económica que ha hecho imposible a La Moneda cumplir, hasta ahora, la promesa de campaña sobre los «tiempos mejores».

Además, la convivencia interna de su coalición tampoco le ha dado tranquilidad al Mandatario. El fuego amigo, dirigido por el senador Manuel José Ossandón, quien equiparó el conflicto que ha generado la Consulta Indígena, con las consecuencias que tuvo el asesinato de Camilo Catrillanca, causó un verdadero torbellino. Pero lo que en verdad dolió en el piñerismo fue la noticia durante la semana que el senador, Andrés Allamand (RN), prepara su equipo para la carrera presidencial.

[cita tipo=»destaque»]Una lista de anuncios rimbombantes, en horario prime, que según los especialistas no lograría sacar del momento crítico al gobierno. Para Cristian Leporati, analista de imagen de la UDP, el Presidente no logró tener la conexión emocional que han tenido otros mandatarios como Ricardo Lagos y Michelle Bachelet: «Los que votaron por él, le exigen resultados, nada de cariño o emoción, menos promesas futuras, que dada la experiencia de los ciudadanos, suelen quedarse en el discurso retórico”.[/cita]

En su discurso, el Mandatario relevó el papel que ha tenido su gobierno en conflicto de Venezuela, también destacó el Plan Araucanía del ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, y  no hizo ninguna mención a la muerte de Camilo Catrillanca, uno de los principales puntos negros de su primer año de gestión. Otro punto que marcó las dos horas de cuenta fueron los proyectos de infancia, también destacó las iniciativas de Aula Segura y Admisión Justa de la ministra de Educación, Marcela Cubillos, y anunció cuatro proyectos para mejorar la calidad de la educación, aunque se saltó el detalle de éstos. En paralelo, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, captó la atención entre las graderías, al levantar un cartel que pedía respeto a los docentes del país, quienes se encuentran en paro.

En materia de seguridad, Piñera destacó la dotación de 3 mil nuevos Carabineros, la aprobación de la Ley Anti-portonazos, la modernización de la PDI y Carabineros, además del Cuestionado Control Preventivo de Identidad.

Para la barra brava

A falta de logros, nuevas promesas para la galería se tomaron el discurso, y para varios analistas este “refresh” a la administración no logró cumplir con las expectativas de los votantes de Chile Vamos, que esperan resultados y no más propuestas. La columna vertebral de los anuncios estuvo marcado por los cambios al Poder Judicial, en medio de la crisis que ha afectado al Ministerio Público y a los jueces, a raíz del escándalo de Rancagua y el frustrado nombramiento de Dobra Lusic para la Corte Suprema.

Desde la derecha destacaron que en este terreno, Piñera sí “rayó la cancha”. “La autonomía del Poder Judicial, respeto y el acatamiento de los fallos de los Tribunales de Justicia es fundamental para fortalecer nuestro Estado de Derecho. Pero esa autonomía también tiene límites”, señaló el Presidente, quien anunció cambios al sistema de nombramiento de jueces y fiscales y la forma en la que se desarrollan los sumarios que afectan a los propios persecutores. Además, adelantó que se preparan proyectos para terminar con el lobby judicial y modernizar el Sistema Procesal Penal y Código Penal.

Otro de los cambios que se ganó el aplauso cerrado de la barra brava que llegó hasta el Salón de Honor del Congreso Pleno, fue el anuncio de línea de metro y ferrocarriles en regiones. El anuncio de un tren rápido entre Santiago, el Puerto de Valparaíso y San Antonio fue el clímax entre la audiencia, además en redes sociales, varios recordaron que había sido la principal promesa de campaña de Alberto Mayol.

Los dos anuncios que se robaron la atención fue el límite a la reelección de parlamentarios y alcaldes en su mismo territorio, iniciativa que se ganó aplausos de pié de varios parlamentarios de oposición, incluido el Frente Amplio. Pero Piñera no detalló la cantidad de períodos, además, al centrar la reelección en el territorio podría incentivar el denominado “turismo electoral” de los representantes.

La idea que no cayó nada de bien fue la reducción de la cantidad de parlamentarios en el Congreso, a 120 en el caso de la Cámara de Diputados y a 40 en el Senado. Una especie de vuelta al binominal “encubierta”, señalaron desde la oposición, ya que dejaría a las fuerzas terceristas fuera del Congreso. La iniciativa fue tildada de “pulsión meramente populista”por el presidente del Partido Radical, Carlos Maldonado.

El el oficialismo también causó ruido la medida, especialmente al interior de Evópoli y Renovación Nacional. Si bien la idea venía en el programa de gobierno, desde RN aseguraron que La Moneda optó por darle en el gusto a la UDI, que “es el único beneficiado con esto” y agregaron que es un “titular espectacular”, pero que ni en las filas de Chile Vamos están los votos para sacarla adelante. Es más, aseguraron que si este anuncio fue adelantado al presidente de RN, Mario Desbordes, éste no hizo la bajada a los representantes del partido, quienes se vieron “golpeados con la noticia”.

Otro comentario obligado y que sacó ronchas en la Democracia Cristiana, llamados los “semi-aliados del gobierno” fue la ambivalencia en materia de pensiones. Piñera dijo que son las personas quienes deben definir quiénes van a administrar el nuevo 4% de sus fondos, lo que echó por suelo el compromiso que logró con la DC para que el proyecto de Reforma Previsional lograra ser aprobada en general en la Cámara de Diputados. El diputado Gabriel Ascencio destacó que Piñera está rompiendo el acuerdo y al interior de la falange reconocen que la directiva y su presidente, Fuad Chahín quedaron como “niños”, a pesar de que les habían advertido en reiteradas ocasiones.

Piñera no aprendió

En el oficialismo quedaron con gusto a poco, reconocieron que “no hubo mucha novedad” y que en algunos sectores esperaban algún grado de autocrítica, considerando que días antes Piñera asumió -en Instagram- que en estos 15 meses hubo errores. «Eso hubiera sido atómico”, señalaron desde Chile Vamos.

Una de las principales críticas apuntó al sentido elitista de su discurso, que el gran ausente del mensaje fue la temática social y la vulnerabilidad que “fueron dejados de lado”, agregó un parlamentario oficialista.

Con tanto anuncio que hizo Piñera anoche, el tema ahora es si el Gobierno tiene «agua en la piscina» para lograr sacarlos adelante, porque “ahora no nos dan los tiempos, con esta nueva agenda menos”, advirtió un diputado de Chile Vamos. La idea de promesas “sin ningún sustento” se tomó la interna del oficialismo, a sólo minutos que termina el discurso.

Una lista de anuncios rimbombantes, en horario prime, que según los especialistas no lograría sacar del momento crítico al gobierno. Para Cristián Leporati, analista de imagen de la UDP, el Presidente no logró tener la conexión emocional que han tenido otros mandatarios como Ricardo Lagos y Michelle Bachelet: «Los que votaron por él, le exigen resultados, nada de cariño o emoción, menos promesas futuras, que dada la experiencia de los ciudadanos, suelen quedarse en el discurso retórico”.

Agregó que el Mandatario “y sus asesores no leyeron bien la audiencia a la que se dirigían con ese discurso, que es la opinión pública, sino ¿para que transmitir en horario prime?”. Explicó que “el público «prime» de la televisión chilena está agotado de oír promesas, con el futuro no pagan las cuentas, menos las deudas, para que hablar de proyectarse al futuro. El discurso del Presidente estuvo dirigido solo a su sector, a Chile Vamos y nada más”.

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