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La solicitud del CPLT, a su juicio, permitiría deducir capacidades operativas de la Escuadra Nacional, así como recursos con los que ha contado, cuenta y destina la institución para su movimiento.
El Consejo para la Transparencia sigue en su pelea para que la Armada entregue información sobre los viajes del alto mando naval. Una de las justificaciones de la Armada -y que llevó al CPLT a la Corte Suprema– es que es información que afecta a la seguridad de la Nación.
Ante la reiterada negativa del ente armado, el organismo fiscalizador presidido por Jorge Jaraquemada ordenó, acorde a las facultades que establece la Ley de Transparencia, que le entregue copias de las bitácoras de buques y submarinos que operaron en septiembre de 1973. La información solicitada deberá entregarse en un plazo de 15 días corridos a partir de este martes 28 de mayo.
A juicio del CPLT, no se acreditaron las causales de reserva alegadas, entre ellas, la seguridad de la Nación y el interés nacional, determinándose además que la mayoría de las unidades cuya información se requirió fueron dadas de baja hace más de 30 años y que el órgano reclamado hizo entrega de documentos como los solicitados con anterioridad de algunas de las unidades contempladas en esta solicitud, pero correspondientes a otros años.
El requerimiento de información sobre las bitácoras de 11 buques y submarinos, entre ellos La Esmeralda, se denegó –según se establece en los descargos de la Armada en la decisión del amparo del CPLT- dado que dicho organismo considera que su “publicidad, comunicación o conocimiento afecta la seguridad de la Nación, el interés nacional y el debido cumplimiento de las funciones de la Institución”.
La solicitud del CPLT, a su juicio, permitiría deducir capacidades operativas de la Escuadra Nacional, así como recursos con los que ha contado, cuenta y destina la institución para su movimiento, de forma que “disminuye las capacidades de la defensa nacional, quedando vulnerables, ya sea en tiempo de paz y más aún, frente a cualquier riesgo que pueda significar una crisis”.
En contraposición, el Consejo para la Transparencia estableció el carácter de público de los antecedentes dado que del total de unidades, sólo una, el buque Escuela Esmeralda, continúan operativas y su principal función es servir de crucero de instrucción. Del grupo restante, la mayoría fueron dados de baja de acuerdo a lo informado por la web de la entidad naval.
