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El Plan de Descarbonización: la vara con que será medido Piñera antes de la COP25 PAÍS Crédito: Agencia UNO

El Plan de Descarbonización: la vara con que será medido Piñera antes de la COP25

El Gobierno dará a conocer próximamente su propuesta de descarbonización, elaborada en la mesa con las empresas del sector, que consideraría eliminar solo 1.000 MW en los siguientes 10 años. Para organizaciones como Chile Sustentable, el plan es totalmente insuficiente y, por eso, avalados por un estudio técnico, señalan que es perfectamente factible la eliminación total al año 2030 de los 5.000 MW de generación a carbón en el país. “Para este periodo hay un ahorro por menores costos de operación de 70%, lo que implica que descarbonizar solamente cuesta un 30% de la mayor inversión requerida para el reemplazo de las centrales carboneras al año 2030”, indica el reporte. La ambición o timidez del plan del Ejecutivo será la carta de presentación de Chile ante el mundo en la próxima cumbre climática.


La pasada cumbre climática (COP24) fue reconocida mundialmente como un fracaso. La dificultad para alcanzar acuerdos multilaterales, impulsada por Estados Unidos, a fin de no adoptar una acción climática más decidida o ambiciosa, llevó a que los países miembros que se reunieron en Polonia pospusieran para este año, en que se lleva a cabo la COP25, una discusión fundamental: el intercambio de cuotas de emisiones de gases de efecto invernadero entre países, conocido como mercado del carbono.

A la inminencia de esta discusión en la COP25 –de la que Chile será el país organizador– se suma otra discusión aun más trascendental y que tampoco fue resuelta en Polonia, pese que se discutió por horas, convirtiéndose en una de las batallas más duras de la pasada cumbre del clima. El debate al que no se llegó a acuerdo tenía que ver con la declaración final de la Cumbre, llamada “la Decisión”, instancia que, al tener un carácter político, es vista como la hoja de ruta para enfrentar el calentamiento global y que, en aquella ocasión, debía dejar plasmada la voluntad concreta de los 200 países miembros para presentar planes de recortes de emisiones de gases de efecto invernadero más radicales.

Para alcanzar dicha meta era sustantivo que los países valoraran en toda su dimensión el informe elaborado por el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, por sus siglas en inglés), que concluyó que el tiempo para detener el colapso climático se había prácticamente agotado.

Lograr que se alcancen acuerdos de esta envergadura, constituye el verdadero desafío que tiene Chile como país organizador, siendo esta cumbre la última antes de la fecha fijada para la entrada en vigencia de las medidas del Acuerdo de París. Y, de paso, una gran oportunidad –explican expertos en materia medioambiental– para que el Presidente Sebastián Piñera ejerza liderazgo en el concierto internacional con un tema que concierne a todo el planeta y para el cual el anfitrión, o sea Chile, debe mostrar acciones decididas que sirvan de ejemplo.

En marzo pasado, en el lanzamiento de la COP25 en La Moneda, el Jefe de Estado aseguró que Chile nunca más construirá termoeléctricas a carbón y prometió avanzar hacia la descarbonización de nuestra matriz energética.

El Plan de Descarbonización debiera ser oficializado durante los próximos días por parte del Gobierno, sin embargo, el cronograma de cierre de termoeléctricas a carbón, que ha trascendido esta semana, contiene datos apenas tímidos que no dicen relación con la vehemencia de los anuncios realizados en la ceremonia en La Moneda, en donde Piñera incluso señaló que Chile podría llegar a mediano plazo a constituirse en el primer país en ser carbono neutro.

De acuerdo a las versiones que se han conocido, el plan acordado en la mesa instalada entre las empresas del sector y el Gobierno ofrecería eliminar solo 1.000 MW antes de 2030. Esto significa que, de las actuales 28 centrales a carbón en el parque eléctrico, solo 8 saldrían del sistema en los próximo 10 años.

De confirmarse estos datos, para organizaciones medioambientales como Chile Sustentable, el Plan de Descarbonización del Ejecutivo es absolutamente insuficiente para descarbonizar la matriz energética y cumplir, de paso, los planes del Acuerdo de París, que serán centro de la discusión en Santiago, en diciembre próximo.

Para esta organización, es necesario dar pasos más concretos, dado que “en el contexto de la crisis climática y de su gran vulnerabilidad frente a este fenómeno, Chile debe concretar un proceso acelerado de descarbonización, en concordancia con lo planteado por la ONU, que urge la necesidad de reducir 45% de las emisiones de CO2 al 2030, y ser carbono neutral en 2050”.

De acuerdo a Chile Sustentable, es perfectamente factible acelerar el proceso de descarbonización en el país y tener cerrado al año 2030 todo el parque generador basado en carbón, cuya capacidad es de 5.540 MW.

En términos ambientales, la organización destaca que los beneficios de un escenario de descarbonización al 2030 son evidentes, porque dicha meta “representaría una reducción de emisiones de CO2 del orden de 30 millones de toneladas al año”.

Para justificar su propuesta, la organización encargó a KAS Ingeniería el Estudio Prospectivo de Descarbonización de la Matriz Eléctrica al año 2030 para sustentar en términos técnicos el escenario de descarbonización.

Los números avalan el plan. “Considerando los costos de operación e inversión en generación, y los costos de inversión en transmisión, un escenario de operación sin unidades a carbón al año 2030, resultaría solo 2.414 MUSD más caro que en el escenario sin descarbonización. El 90% del total de inversiones corresponde a centrales de energía renovable y el 10% a ampliaciones adicionales del sistema de transmisión nacional. Sin embargo, para este periodo, hay un ahorro por menores costos de operación de 70%, lo que implica que descarbonizar solamente cuesta un 30% de la mayor inversión requerida para el reemplazo de las centrales carboneras al año 2030”, indica el estudio.

Asimismo, el reporte precisa que “para el periodo 2022-2039, habría una disminución de 396 millones de toneladas de CO2, equivalentes a un promedio de 22 millones de toneladas anuales. Es decir, el costo promedio unitario de reducción alcanza a 6.1 USD/Ton”.

El estudio Prospectivo de Descarbonización de la Matriz Eléctrica al año 2030, indica que los 3.600 MW de potencia media de generación a carbón pueden ser reemplazados en su mayoría por tecnologías renovables de generación: solar fotovoltaica, eólica, solar fotovoltaica con acumulación (por ejemplo, baterías), solares térmicas de concentración y/o acumulación. De las cuales se deberían construir 6.940 MW en nuevas obras, las que se valorizaron en 15.407 millones de dólares.

Respecto a la fecha de salida de las centrales a carbón, se consideró como una referencia el calendario de descarbonización 2038 utilizado por el Coordinador en su informe “Estudio de Operación y Desarrollo del SEN sin centrales a carbón”, pero acelerado al año 2030.

Asimismo, se efectuó un análisis comparativo entre distintas tecnologías de generación y se concluyó que todas las tecnologías limpias (con su costo actual y la baja que se espera que tengan a futuro), son económicamente más competitivas que la generación a partir de carbón.

Finalmente, en relación con la ampliación de la transmisión requerida para las unidades que reemplazan a la generación a carbón y evitar los cuellos de botella y desacoples económicos en el sistema eléctrico, el estudio, recomienda aumentar la capacidad del Sistema HVDC Kimal-Maitencillo a una de 4.000 MW y HVDC Maitencillo-Lo Aguirre de 6.000 MW, además de construir líneas adicionales principalmente de 220kV, una línea de 500 kV entre Kimal y Lagunas, y diversos sistemas de control de flujo en 220 kV en el Sistema Eléctrico Nacional, todo lo cual requiere una inversión adicional del orden de 820 MUSD asociados a la descarbonización.

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