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Créditos: Agencia Uno
“Hay incumplimientos graves y groseros del señor Ezzati, tales como una violación en la Catedral de Santiago cuando él era obispo, y que tampoco se investigó”, acusó el fiscal Emiliano Arias, quien indaga la denuncia por encubrimiento en contra del cardenal.
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, nuevamente está en el ojo del huracán por acusaciones de encubrimiento, debido a la denuncia de abusos, perpetrados en la misma Catedral Metropolitana de Santiago, por el sacerdote Tito Rivera contra Daniel Rojas.
El fiscal Emiliano Arias confirmó que el cardenal nunca dio la orden de investigar el caso. “Hay incumplimientos graves y groseros del señor Ezzati, tales como una violación en la Catedral de Santiago cuando él era obispo, y que tampoco se investigó”, dijo el prosecutor del Ministerio Público, quien indaga otras denuncias de encubrimiento contra el arzobispo de Santiago, como las realizadas por Juan Carlos Cruz, víctima de Fernando Karadima.
El denunciante de Tito Rivera, Daniel Rojas, relató el encuentro que tuvo con Ezatti, tras percatarse de que la denuncia que realizó en la Oficina Pastoral de Denuncias, no avanzaba.
En un reportaje realizado por 24 Horas, Rojas manifestó que «le empiezo a confesar lo que me había pasado (…) y lo que había hecho el padre Tito Rivera de mí. Entonces, me dice ya. Y ahí, dentro del confesionario, él empieza a decir lo mismo, que no le cuente a nadie. Después me lo vuelve a repetir pero afuera del confesionario. ‘En estos momentos esto queda en las manos de Dios, que Dios va a juzgar'».
Además, Rojas agregó que el cardenal le dijo: «‘te voy a echar una ayudita pero prométeme que no le vas a contar a nadie porque por algo nosotros te vamos a empezar a ayudar’. Le dije, ‘ya ok’. Y me mandó una ayuda, un billete de 20 mil pesos y otro de 10 mil pesos».
La Conferencia Episcopal, en voz de su secretario general, Fernando Ramos, calificó estos hechos de «inaceptables y terribles». Respecto a si habían hablado del tema con Ezzati, solo señaló que “conocemos su punto de vista y sabemos que esto está en los tribunales, y los tribunales son los que tienen que decidir al respecto”.
En la investigación canónica, la iglesia ratificó las denuncias y sancionó a Tito Rivera con 10 años de suspensión, además de prohibición de reunirse y mantener contacto con jóvenes. En un comunicado del Arzobispado de Santiago se señala que «se informó a la PDI, con fecha 5 de junio de 2015, la residencia del presbítero Rivera Muñoz y el desarrollo de una investigación canónica».
Posteriormente se establece que el 11 de noviembre de 2016 se cierra la investigación previa y se inicia el proceso administrativo penal, que concluyó con el Decreto Condenatorio con fecha 16 de agosto de 2018″.
Pero esta no es la única denuncia contra Rivera. El mismo arzobispado confirmó que en 2011 se recibió una denuncia en su contra por eventual abuso de menores, pero la Iglesia asegura que “no fue posible contactar a la denunciante”.
El comunicado del Arzobispado de Santiago añade que «en relación a las publicaciones en medios informativos sobre hechos denunciados contra el presbítero Rivera Muñoz, informamos que -además de la condena canónica, que fue ejecutada en septiembre de 2018 en su contra- se iniciará una revisión exhaustiva para esclarecer todos los antecedentes que han sido conocidos públicamente. Las conclusiones de dicha revisión se comunicarán oportunamente a la ciudadanía».
Añade que «se ha tomado conocimiento de una demanda judicial en contra del Arzobispado de Santiago, la cual aún no ha sido notificada a la institución».
