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Crédito: Agencia UNO
El excomandante en jefe del Ejército procesado por malversación de caudales públicos por $3.500 millones, continuará en prisión preventiva en el Batallón de Policía Militar de Peñalolén, donde permanece desde el 14 de febrero por disposición de la magistrada que lo ha considerado un “peligro para la sociedad”. La Corte Marcial también dio un rotundo espaldarazo a la ministra, señalando que no tienen sustento las quejas de los representantes del exgeneral. Estos acusaron que su defendido fue maltratado en los interrogatorios, llevándolo incluso hasta el “límite de sus fuerzas”.
Una doble derrota sufrió esta jornada en la Corte Marcial el excomandante en jefe del Ejército, general (r) Juan Miguel Fuente-Alba, luego que el tribunal decidiera rechazar rotundamente tanto la solicitud de libertad bajo fianza presentada por su defensa como el recurso de amparo interpuesto contra la ministra en visita extraordinaria Romy Rutherford.
Así las cosas, el exjefe castrense, que se encuentra procesado y detenido por malversación de caudales públicos por $3.500 millones, continuará en prisión preventiva en el Batallón de Policía Militar de Peñalolén, donde permanece desde el 14 de febrero por disposición de la magistrada que lo ha considerado un “peligro para la sociedad”.
En su resolución, la ministra reveló cómo el procesado exgeneral usó gastos reservados, que por ley están limitados a labores de contrainteligencia y seguridad, para autoasignarse $6 millones mensuales, además de desviar esas platas para sus fines personales, y costear servicios de peluquería y sastrería, viajes y pagos mensuales en sobres a excomandantes en jefe del Ejército, entre otros.
La Corte Marcial –integrada por los ministros Hernán Crisosto, Carlos Gajardo, Fernando Paniagua y Jaime Elgueta– también dio un claro espaldarazo a la ministra Rutherford, al desestimar por unanimidad el amparo interpuesto por la defensa del exjefe uniformado, que buscaba anular los interrogatorios a los que fue sometido Fuente-Alba el 13, 14 y 18 de febrero.
El argumento de los representantes del excomandante en jefe del Ejército fue que los abogados no estuvieron presentes. Además, se quejaron de que las declaraciones se extendieron hasta por 11 horas sin que “haya podido ingerir alimentos, almorzar y tener acceso a sus medicamentos” y que la magistrada llevó a Fuente-Alba hasta el “límite de sus fuerzas”. Según su defensa, el ex general finalmente se vio “obligado a firmar un texto que no refleja sus dichos”.
Estos argumentos de la defensa del exuniformado fueron refutados en los alegatos ante la Corte Marcial, por la abogada del Consejo de Defensa del Estado (CDE), María Inés Horvitz, quien ironizó señalando que “estamos diciendo que un militar que me imagino que está dispuesto a morir por la patria y preparado, me lo imagino para resistir un interrogatorio”.
En su respuesta a la Corte Marcial, la ministra Rutherford señaló que las acusaciones de la defensa de Fuente-Alba“se alejan absolutamente de la veracidad”. Dijo que durante los interrogatorios se le ofreció alimentación y bebidas, y el general en retiro procedió a “reconocer gran parte de los hechos por los cuales se le consultaron, y particularmente en relación con el destino dado a los gastos reservados”.
En línea con estos planteamientos de la ministra, el tribunal castrense la respaldó en todos los puntos. Respecto a la queja por la ausencia de los abogados del inculpado en los interrogatorios, el tribunal desestimó el reclamo, argumentando que esto “se ajustó a la normativa que es aplicable a la investigación que se sigue, esto es, la contenida en los Códigos de Justicia Militar y Procedimiento Penal”.
En cuanto a la duración de los interrogatorios y el trato dado al general (r), la corte avaló el actuar de la ministra Rutherford, señalando que las quejas “sólo pueden considerarse afirmaciones de los recurrentes que no encuentran sustentos en los antecedentes que se tienen a la vista, particularmente las actas de sus declaraciones, en todas las que se consignó expresamente que se le ofreció alimentación y bebidas durante el curso de la diligencia, hecho que refrendó al suscribir las mismas».
Es más, en otra señal favorable a Rutherford, la Corte advierte a la defensa por la formulación de “imputaciones que afectan el proceder profesional de una magistrada, sin otro sustento que no sean los meros dichos de quien, en calidad de imputado, compareció ante ella”.
Cabe recordar que esta indagatoria que se tramita en la Corte Marcial no es el único flanco que complica al exgeneral, porque el Ministerio Público también lo tiene en la mira, en la investigación de una serie de transacciones sospechosas con autos de lujo, que tienen como común denominador el papel de la famosa concesionaria de autos Audi de Vitacura, Klassik Car, como reveló un reciente reportaje de El Mostrador.
