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Afirmaciones de Piñera de que no ha politizado relaciones exteriores desatan duras críticas a horas de su viaje a Cúcuta PAÍS Crédito: Agencia UNO

Afirmaciones de Piñera de que no ha politizado relaciones exteriores desatan duras críticas a horas de su viaje a Cúcuta

Desde el Partido por la Democracia (PPD), Heraldo Muñoz calificó como “curioso” el emplazamiento del Mandatario y lo acusó de estar alejándose del sentido de Estado que ha marcado la política de exterior chilena después del retorno de la democracia. Analistas consultados por El Mostrador consideraron que el viaje presidencial a Cúcuta se explica por la obsesión de Piñera por lograr un posicionamiento internacional, que lo homologue al de Michelle Bachelet, y a la vez conseguir réditos internos. Pero además, tuvo como consecuencia conseguir el “milagro” de haber despertado a la oposición, lo que claramente le genera más costos que ganancias, advierten.


«Sean más consecuentes. Este Presidente nunca ha politizado las relaciones exteriores”. Con esta frase, utilizada para hacer una nueva defensa de su viaje a Cúcuta, Colombia, Sebastián Piñera respondió a los cuestionamientos que han catalogado su visita de este viernes y sábado a la frontera colombo-venezolana como “populista”.

Sin embargo, el argumento desplegado por Piñera para defender su presencia en la entrega de la ayuda humanitaria, lejos de amainar los cuestionamientos, despertó aún más críticas desde la oposición, junto al  obvio escepticismo de analistas consultados por El Mostrador.

Desde el Partido por la Democracia (PPD), su presidente Heraldo Muñoz, calificó como curioso el emplazamiento del Mandatario y lo acusó de estar alejándose del sentido de Estado que ha marcado la política de exterior chilena después del retorno de la democracia.

Para Muñoz, “resulta curioso el llamado del Presidente a la oposición a una consistencia en materia de defensa de la democracia, la libertad y los DDHH en la política exterior, cuando ese ha sido un principio irrenunciable que hemos promovido y defendido respecto a Venezuela y otros regímenes dictatoriales”.

“El punto de diferencia –precisó Muñoz- con el Presidente no es ese, sino el alejamiento del sentido de Estado de la política exterior con el retiro del Acuerdo de Escazú, la no suscripción del Pacto Mundial sobre Migración de la ONU, la creación de un organismo de evidente perfil ideológico como Prosur, y ahora el traslado a la política interna de la crisis venezolana, afectando el sentido de Estado de la política exterior. Espero este camino no se profundice”, comentó el ex canciller a El Mostrador.

Muñoz también reprochó a Piñera ejercer un camino propio, sin escuchar a los otros actores. “A diferencia del pasado, cuando informábamos y procurábamos el consejo de los ex Cancilleres, ahora nos enteramos por la prensa de las iniciativas de política exterior”, señaló el timonel PPD.

En la misma línea, Marco Moreno, decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central, sostiene que “es evidente que Piñera ha roto un principio que se le había mantenido desde el retorno a la democracia, independiente del signo del gobierno, de que en temas de políticas exterior o relaciones internacionales, había un consenso implícito entre gobierno y oposición de cómo abordarlo. Eso se rompe con esta decisión unilateral del Presidente Piñera, porque si bien se había planteado una solidaridad con Venezuela, pero de ahí a pasar a esta idea de ser él quien va a entregar la ayuda, de estar allá, marca un quiebre importante en lo que ha sido la política exterior de Chile como política de Estado”.

La obsesión con Bachelet

A juicio de Marco Moreno, lo que busca Piñera con esta estrategia en el caso de Venezuela es “un intento de conseguir rédito interno”, por un lado, y además posicionarse como un líder en el plano internacional.

En este escenario, pesa de sobremanera la permanente comparación que obsesiona a Piñera con Bachelet, la actual Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU. “Lo que está buscando de manera evidente el Presidente Piñera es un posicionamiento internacional, construir un liderazgo regional porque siempre lo ha movido la pulsión de compararse con Michelle Bachelet. A Piñera le falta el reconocimiento internacional y como un jugador vio la oportunidad para ocupar ese vacío de liderazgo en la región”, añadió.

“Un paso en falso”

Sin embargo, en este escenario y tal como se han desarrollado los acontecimientos, el analista político Germán Silva sostiene que el viaje a Cúcuta “tiene más costos que ganancias de todas maneras, y da la impresión que es un paso en falso”.

Una de estas consecuencias negativas para Piñera es que con su insistencia en el tema “ha logrado el milagro de que la oposición despierte porque incluso han salido los ex cancilleres, incluyendo José Miguel Insulza, a criticar el uso político del viaje a Cúcuta. Por lo tanto, ya el efecto es negativo para él, porque logró cierto alineamiento de la oposición”.

De todos modos, Silva considera que el plan piñerista claramente apunta a un reconocimiento internacional, donde la entrega del cargamento de ayuda humanitaria es sólo un eslabón de una cadena muy bien planificada y que tiene como tema de fondo el anuncio de Prosur, el bloque con el que busca reemplazar a Unasur y que tendrá su estreno en sociedad en marzo, con una cumbre en Santiago.

“Él quiere tener un poquito más de sitial, y si bien quiere estar ahí en terreno, de participar en la entrega de alimentos, que es una cuestión bien simbólica, bien irrelevante, no hay nada accidental en esto. No es ir solamente a participar de una acción humanitaria, sino en un tema que tiene que ver con su proyección política internacional, y esta es la oportunidad que se le da en bandeja con el lanzamiento del Prosur”, indicó.

De todos modos, Silva advierte que “yo creo que en general los gobiernos tienden a politizar la relación internacional, no es solo privativo de Piñera, y de alguna manera hay un interés de buscar una causa externa que te ayude en el tema interno. Es evidente la utilización política del tema venezolano, pero en su momento pudo haber sido Haití, porque Chile entró a Haití cuando obviamente también había un tema de las Fuerzas Armadas que necesitaban una visión distinta. Las relaciones internacionales siempre se utilizan en el aspecto interno, no solo en Chile. Evo Morales hace lo mismo con el tema del mar, todo el mundo utiliza eso”.

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