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Sharp y el futuro del FA: «Debemos ser esperanza de transformación, no el club de amigos del 2011» PAÍS

Sharp y el futuro del FA: «Debemos ser esperanza de transformación, no el club de amigos del 2011»

El alcalde de Valparaíso realizó un análisis de la actualidad del partido, justo cuando el 2019 cumplieron dos años desde su fundación. En este tiempo, su coalición no ha estado ajena de polémicas y disputas internas, por lo que Sharp raya la cancha para evitar que al partido le pasen situaciones similares a otros que comparten su ideología, indicando que tienen que dejar «atrás nuestro canibalismo; de repente somos demasiado duros entre los compañeros, perdiendo de vista que es más lo que nos une».


El alcalde de Valparaíso Jorge Sharp realizó un análisis del presente del Frente Amplio, justo cuando su conglomerado cumplió esta semana dos años desde su fundación.

Para el edil, a pesar de los problemas, su calificación es positiva:  «Pese a todo, la coalición avanza. Hace un año era impensado que íbamos a tener 20 parlamentarios o que por pocos votos no pasamos a segunda vuelta. Ahora, lo importante es que nos constituyamos en una fuerza que proponga una alternativa distinta a la derecha, una transformación democrática. Eso tiene una condición fundamental: la necesaria superación del 2011 como hito fundacional del FA. No hablo de renunciar a nuestra intervención en el movimiento estudiantil, sino de hablarle a millones de chilenos. Debemos vencer nuestro identitarismo y ser la coalición que encarne los temas del futuro».

Sin embargo, Sharp asegura que el partido tiene que dejar de lado los conflictos internos que se producen por las diferentes posturas: «Tenemos que cuidar que los procesos internos, elecciones de directivas, en ningún caso mermen la capacidad del FA de convocar a más gente. Debemos ser un instrumento de esperanza de transformación, no el club de amigos de 2011», señaló en entrevista con el diario El Mercurio.

«Son situaciones puntuales, de las cuales debemos aprender. Y dejemos atrás nuestro canibalismo; de repente somos demasiado duros entre los compañeros, perdiendo de vista que es más lo que nos une», agregó.

«Se está haciendo un reordenamiento interno, a contrapelo de la historia de la izquierda, que es la fragmentación. Estamos tratando de unir grupos distintos, para perfilar de forma más nítida una vocación de izquierda democrática con capacidad de articulación amplia. Pero cuando esos procesos expresan diferencias que parecen ser infantiles, estamos a un paso de incurrir en la vieja política», sentenció.

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