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Crédito: Agencia UNO
En contrapartida, la visita del hijo del Presidente electo de Brasil suscitó un 45 por ciento de rechazo, de acuerdo a la medición del Observatorio de Política y Redes Sociales de la Universidad Central. Sus detractores lo tildan de “fascista”, critican sus elogios hacia la figura de Augusto Pinochet, y cuestionan su intención de imitar el sistema de las AFPs.
La visita a Chile de Eduardo Bolsonaro, hijo de Presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, movilizó a la derecha nacional y definitivamente sacudió la conversación digital.
Desde la UDI, el movimiento Acción Republicana, presidido por José Antonio Kast, e incluso Renovación Nacional, se multiplicaron para estar con Bolsonaro Jr., el colaborador más cercano de su padre, y esa tendencia se vio reflejada en las redes sociales.
De acuerdo a la más reciente medición del Observatorio de Política y Redes Sociales de la Universidad Central, en Twitter, la visita de Bolsonaro contó con un respaldo de 55 por ciento, apoyo que ha sido influenciado principalmente por figuras políticas de la extrema derecha y defensoras de la dictadura de Augusto Pinochet, como José Antonio Kast, la presidenta de la UDI Jacqueline van Rysselberghe y la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores.
«Usuarios celebran la visita del Diputado Federal de Brasil e hijo de Jair Bolsonaro, asegurando que se estrecharán las relaciones entre ambos países y critican el doble estándar de la izquierda, donde sus líderes se han reunido con polémicos líderes como Fidel Castro y Hugo Chávez», dice la más reciente medición de la Universidad Central, realizada entre el 10 y el 17 de diciembre y que consideró 26.757 menciones.
En contrapartida, la visita de Bolsonaro suscita un 45 por ciento de rechazo, que cuestionan principalmente los elogios del diputado electo hacia la figura de Augusto Pinochet, al señalar que el fallecido dictador evitó que Chile fuese «otra Cuba», o su intención de imitar el sistema de las AFPs y sus alabanzas al padre de este modelo, el economista José Piñera.
En el 45% de detractores abundaron los calificativos de «fascista» para referirse a este político. Pero también hay críticas desde otros flancos como el del ex diputado Gaspar Rivas, quien sostuvo que «un nacionalista de verdad no acepta injerencias de ningún extranjero en asuntos internos».
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