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La UDI ratifica su línea más dura y conservadora: Jacqueline van Rysselberghe es reelegida en la presidencia del partido PAÍS Crédito: Agencia UNO

La UDI ratifica su línea más dura y conservadora: Jacqueline van Rysselberghe es reelegida en la presidencia del partido

La senadora por la Octava Región se impuso a su competidor, el diputado Javier Macaya, en unas elecciones “a la antigua”, tras el fracaso del voto electrónico en primera instancia. Antes de conocerse los resultados oficiales, la actual presidenta gremialista ya compartía su celebración en redes sociales y sus adherentes festejaban con menciones a Pinochet y Jair Bolsonaro. Pasadas las 21 horas oficializó su triunfo en la sede del partido, en un resultado que representa un duro revés para los denominados “coroneles” de gremialismo, como Juan Antonio Coloma, que puso todas sus fichas en Macaya para retomar el mando de la colectividad. En La Moneda esperan que la continuidad de Van Rysselberghe permita tener más controlado el flanco más a la derecha de la coalición, ante la presión que impone la figura de José Antonio Kast por ese sector. [ACTUALIZADA]


La Unión Demócrata Independiente (UDI) decidió no abandonar su nicho más duro y conservador en la política chilena y reeligió a la senadora Jacqueline van Rysselberghe en la presidencia del partido, quien se impuso en las elecciones de este domingo ante el diputado Javier Macaya.

Luego del bochorno de la elección electrónica del domingo 2 de diciembre, esta jornada el electorado gremialista volvió a las urnas, esta vez con el clásico formato del lápiz y el papel.

De acuerdo a los resultados, la actual timonel del partido se impuso con un 52% de las preferencias de los militantes, mientras que su contrincante llegó al 48%. Antes de la entrega de los cómputos definitivos, la senadora celebró su triunfo en su cuenta de Instagram, y sus adherentes procedieron a los festejos, con menciones al fallecido dictador Augusto Pinochet y el Presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, el nuevo referente de la derecha chilena.

En la tradicional sede de la UDI, donde se esperó la entrega de los cómputos oficiales, se dieron cita ambos candidatos, con un representante por cada uno, siendo Óscar Aguilera delegado de JVR y Jorge Alessandri por parte de Macaya, además del Tribunal Supremo y el secretario general de la colectividad, Issa Kort. Recién pasadas las 21 horas, la senadora bajó y entregó una declaración, para oficializar su continuidad al mando del partido, en medio de la algarabía de sus simpatizantes. «Estamos muy orgullosos, fuimos capaces de convocar a más de 13 mil personas para que puedan votar y eso no lo puede decir cualquier partido», dijo flanqueada por su contendor, a quien le agradeció la competencia «sana y leal».

Golpe a los «coroneles»

En la UDI no habrá recambio generacional -al menos por ahora-, porque JVR, así como superó sin problemas en 2016 a Jaime Bellolio, ahora se impuso ante el diputado por la Sexta Región.

El resultado no solo es un traspié para Macaya, quien intentó en vano desbancar a la “Coca”, sino también un golpe para Juan Antonio Coloma, el último “coronel” activo en el gremialismo, que puso todas sus fichas para apoyar al diputado y retomar el control de la colectividad.

La estrategia de Macaya fue apelar a las viejas guardias, porque además mostró a última hora el apoyo de otro emblemático “coronel” (ahora en retiro), el condenado Jovino Novoa, con quien compartió una selfie en redes sociales. Pero en definitiva, la apuesta de Macaya por los históricos controladores del partido no le dio réditos.

A la hora del balance, Macaya optó por ver el vaso medio lleno y puso el foco en que pudieron hacer una elección competitiva: «En poco tiempo logramos remontar una diferencia y prácticamente hacerla casi igual».

La estrategia de la «Coca»

Así las cosas, la militancia UDI ratificó su confianza en JVR, una senadora que se ha caracterizado en sus posiciones duras en materias como el aborto en tres causales y la Ley de Identidad de Género. Además, la timonel gremialista tampoco dudó en acudir a Brasil a reunirse con el entonces candidato Jair Bolsonaro, previo a la segunda vuelta, y esta semana ofició de anfitriona de su hijo Eduardo, durante su visita a Chile.

En las últimas semanas, y tras el fracaso de la votación electrónica cuando se esperaba que Macaya recuperara terreno, fue la senadora quien dio golpes claves, al sumar los apoyos de los alcaldes Evelyn Matthei y Joaquín Lavín. Pero además conservó intacto su lado más extremo al recibir el espaldarazo del siempre polémico diputado Ignacio Urrutia, quien anunció su voto para JVR, pidiendo defender la figura de “mi general Pinochet”.

En el Gobierno, en definitiva, el ministro del Interior Andrés Chadwick optó por seguir con el traje  de coronel bien guardado y mantener pública prescindencia en este tema, aunque en privado jugó sus cartas para ambos bandos. Y si bien era sabido que en La Moneda preferían el triunfo de Macaya, tomando en cuenta que Van Rysselberghe es una figura menos controlable, al menos sostienen que su continuidad permite tener «ordenada la casa» en el flanco más extremo de Chile Vamos, sobre todo con la presión que impone la figura de José Antonio Kast por ese sector.

En definitiva, y con el fantasma del bochorno de la votación electrónica, las elecciones de la UDI de este domingo se desarrollaron con normalidad, salvo hechos puntuales, como que varios militantes reclamaron aparecer habilitados para votar en la web, pero al llegar al lugar de votación no se encontraban en la lista o que se les indicaba ir a votar a una sede que finalmente no era, por lo que el mismo partido dispuso una van para transportar a los equivocados electores.

A Van Rysselberghe la acompañarán desde enero en la nueva directiva, como vicepresidentes, la senadora Ena von Baer, al diputado Juan Manuel Fuenzalida, la concejala por Vitacura Patricia Alessandri y Simón Yévens Flores. La secretaría general quedará en manos del joven alcalde de Los Alamos, Jorge Fuentes, entre otros.

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