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«Las cosas se han dado bastante fáciles para los depredadores sexuales, no solamente en la iglesia católica, en las instituciones en general y sin embargo pienso que estamos llegando a un momento en que esa impunidad se acabó», dijo la denunciante.
Ayer se materializó el ingreso de una querella por abuso sexual contra el cura de Puerto Aysén Porfirio Díaz, por parte de María Fernanda Barrera, quien hace unos meses hizo pública esta denuncia.
Según consigna Cooperativa, los hechos sucedieron en 2003, lo cual significa que la causa podría ser declarada prescrita. No obstante, según la abogada Betsabé Carrasco, la posible existencia de otras denuncias podría empujar el avance de la causa.
«Al ser un delito reiterado y contínuo en el tiempo podrían interrumpir la prescripción. El llamado que hacemos a la comunidad es que puedan denunciar a través de los distintos canales: PDI, Fiscalía local de Coyhaique y las vías de la Iglesia que también ha abierto un correo electrónico para este tipo de denuncias», afirmó. El mail es prevencionabusosaysen@gmail.com.
«Las cosas se han dado bastante fáciles para los depredadores sexuales, no solamente en la iglesia católica, en las instituciones en general y sin embargo pienso que estamos llegando a un momento en que esa impunidad se acabó», dijo la denunciante.
La querella se complementa al proceso de oficio iniciado por la Fiscalía tras conocerse los antecedentes que se publicaron en facebook y la investigación canónica que instruyó el Vicariato de Aysén, que además suspendió al presbítero.
