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La carta de los estudiantes de la PUC que compara las relaciones homosexuales con la la zoofilia PAÍS

La carta de los estudiantes de la PUC que compara las relaciones homosexuales con la la zoofilia

Son parte de la asociación San Alberto Hurtado de la Universidad y son los responsables de un cartel colgado en pleno patio de la casa central de la Universidad, el que explicaron a través de una misiva a sus compañeros, donde rechazan actividades de la Federación diciendo que «no se puede promover pretendidos modelos de familia que antagonizan con lo primordial: el matrimonio», señalan en contra de las relaciones «entre dos personas del mismo sexo, entre más de dos personas, con niños, o personas con animales»


«Los niños tienen derecho a un papá (xy) y a una mamá(xx)», haciendo referencia al sistema de cromosomas que determina el sexo biológico, estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile, específicamente de la Asociación San Alberto Hurtado, mandaron una carta a sus compañeros explicando el cartel que colgaron en el llamado «patio del papa» de la casa central de la institución.

«El cartel que colgamos pretende manifestar nuestra postura frente al matrimonio, los hijos que de él surgen y las teorías de género; rechazando a su vez la promoción de estas teorías por parte de la Federación de nuestra Universidad, como de movimientos autónomos, los cuales han manifestado e impulsado un ideario contrario al de una Universidad Católica», comienza la misiva.

Como si estuvieran citando la biblia los estudiantes defienden su postura y son enfáticos en que se entienda papá y mamá como hombre y una mujer «que lo sean biológicamente», dicen. «Es necesario este énfasis que parece ser reiterativo, pero imperioso dada la confusión generalizada», agregan.

Los religiosos estudiantes se oponen a la «sociedad moderna», la que según ellos intenta implantar la idea de que todo es familia, y para ellos no es correcto llamar familia «a un par de personas del mismo sexo que tienen relaciones sexuales, por mucho que se quieran, por mucho que se cuiden, por mucho que puedan adoptar niños».

Si bien reconocen que el matrimonio, «el único que hay», no es perfecto «como aquel padre o madre que se ve forzado a criar solo a sus hijos a falta del otro cónyuge», y otros casos.  Prefieren y aseguran que «se puede criar un niño sin la presencia viva del amor matrimonial, pero una cosa es que falte y otra es que ese modelo sea antitético al amor conyugal».

¿Y cuándo es antitético al amor conyugal? Como a bordo del «bus de la libertad» los estudiantes PUC explican que es «cuando se presenta como amor auténticamente humano la relación sexual que no lo es, como la de dos personas del mismo sexo». Totalmente en contra de la homosexualidad dicen que es lo mismo entre más de dos personas, o con niños, o personas con animales».

Según la carta, desfiles “drags”, eventos sobre prácticas esotéricas, pornografía, feminismo, aborto libre organizados por la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica atentan contra lo que ellos entienden como familia.

Finalmente, luego de un llamado a las autoridades de la Universidad y a la Iglesia, a «jugárselas por nuestro futuro», señalan que prefieren «dar la cara, que todos sepan que pueden conversar con nosotros» y «en la defensa de nuestros principios queremos expresar que no nos mueve el odio -que es la primera impresión de muchos- sino que siempre es el amor y la verdad», se despiden.

Lee la carta completa aquí.

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