PAÍS
Según la ministra secretaria general de Gobierno, las críticas a Rojas y Ampuero obedecen a un uso político de los DDHH con el objetivo de sacar ministros. “Pero les recuerdo que perdieron las elecciones”, advirtió.
Con un tono frontal reaccionó la vocera de Gobierno Cecilia Pérez al abordar la salida del gabinete de su colega de Cultura, Mauricio Rojas, a raíz de sus conceptos sobre el Museo de la Memoria.
La ministra fue consultada por la posición del canciller Roberto Ampuero, quien en la obra “Diálogo de Conversos”, cataloga a la citada entidad como un “museo de la mala memoria”, alineado con la visión de Rojas.
Pero la respuesta de Pérez más allá de poner paños fríos fue apostando a apagar el incendio con bencina. Partió defendiendo las “credenciales democráticas” del ministro de RREE y luego apuntó a la oposición acusando un uso político de los derechos humanos. Esto, porque a juicio de la titular de la Segegob, «aquellos críticos que creen que con esta cruzada de DDHH a conveniencia, pueden seguir pidiendo salidas de ministros, les recuerdo que perdieron las elecciones».
Pérez efectuó estas declaraciones tras el juramento de Consuelo Valdés Chadwick como ministra de Culturas. En la conferencia, la nueva secretaria de Estado fue consultada si no comparte la mirada de Rojas y Ampuero sobre el Museo de la Memoria. Y la respuesta de la sucesora de Rojas fue un rotundo “correcto”.
“Los museos son memoria y son espejo son lugares donde el visitante va a mirar, a reflexionar, a ver colecciones tangibles e intangibles de objetos para aprender a sensibilizarse frente a unos temas, el rol de museo y de todos los del país son fundamentales, de encuentro con identidad, patrimonio, historia que tenemos que aprender para que no se repitan”, argumentó Valdés Chadwick en el salón de audiencias de La Moneda.
