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“La reforma constitucional que se ha propuesto para supuestamente garantizar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres hoy día es letra muerta producto de la votación de la derecha”, acusó la diputada comunista Camila Vallejo.
Una polémica votación se registró en la Sala de la Cámara de Diputados, donde los parlamentarios aprobaron en general el proyecto de reforma constitucional que promueve la igualdad de derechos y dignidad entre mujeres y hombres y que ahora pasa al Senado.
El grueso del articulado de la iniciativa fue rechazado, dados los altos quórums que se requerían para aprobar las normas, 93 ó 103 votos a favor, como mínimo, dependiendo del capítulo en votación.
“La reforma constitucional que se ha propuesto para supuestamente garantizar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres hoy día es letra muerta producto de la votación de la derecha. Volvemos al punto original. Una reforma constitucional que es meramente declarativa, de norma, pero que no va a tener efectos prácticos en la realidad de discriminación y violencia que sufren las mujeres. Y eso nos parece grave”, acusó la diputada comunista Camila Vallejo.
Por su parte, la diputada Karol Cariola complementó señalando que “la reforma no tiene ningún efecto en la vida de la señora que está en la casa, porque va a seguir ganando menos sueldo que el hombre por el mismo trabajo. Los derechos sexuales y reproductivos seguirán sin consagrarse en la Constitución, porque seguimos estableciendo mecanismos ficticios para aparentar que estamos avanzado, siendo que estamos en el mismo punto”.
La propuesta, ingresada a trámite legislativo el 29 de mayo, corresponde a una iniciativa de la agenda de Equidad de Género del gobierno de Sebastián Piñera, que busca impulsar medidas para avanzar hacia una sociedad que respete las naturales y complementarias diferencias entre hombres y mujeres y que reconozca los mismos derechos, deberes, dignidades y oportunidades.
La propuesta original constaba de un artículo único que agregaba en el Capítulo I de la Constitución Política, de Bases de la Institucionalidad, el deber del Estado de promover la igualdad de derechos y dignidad entre mujeres y hombres, evitando toda forma de violencia, abuso o discriminación arbitraria.
En la Comisión de Constitución, el texto fue modificado para terminar definiendo que «es deber del Estado respetar y promover la igualdad de dignidad y derechos entre mujeres y hombres, prohibiéndose toda forma de violencia, abuso o discriminación arbitraria». Esta norma fue aprobada por 146 votos a favor y uno en contra.
Sin embargo, indicaciones como “el derecho de cada persona a la autonomía sobre su cuerpo y la protección de su libertad e indemnidad sexual”; el compromiso del Estado “a eliminar toda violencia contra la mujer o de género y a implementar políticas públicas eficaces con enfoque de género”; el deber del Estado de “garantizar especialmente el derecho a la salud sexual y reproductiva”; o el deber del Estado de «promover una educación inclusiva y no sexista en todos los niveles”, fueron todas rechazadas.
Por su parte, la diputada del PRO, Marisela Santibáñez, indicó que «impacta la falta de rigurosidad y el doble estándar de las diputadas de la derecha. En sus discursos hablan de querer tener una igualdad salarial y de una lucha de años que hemos dados las mujeres, pero en la práctica hoy día votaron en contra. Se cayeron indicaciones fundamentales del proyecto y con eso la ilusión de miles de mujeres que han luchado por tanto tiempo».
Vallejo apuntó hacia la derecha, añadiendo que “nos molesta profundamente la capacidad de mentir, de tener doble discurso por parte del oficialismo y sus parlamentarios. De decir una cosa en la prensa, en los pasillos, en las reuniones, incluso en las comisiones y luego votar contrariamente a esto. Y eso obviamente es algo que la ciudadanía tiene que saber”.
