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Alfredo Moreno: el segundo funcionario del gobierno de Piñera involucrado en  financiamiento irregular de la política Aclaró que no estaba a cargo de ellas en la época en que se emitieron las boletas

Alfredo Moreno: el segundo funcionario del gobierno de Piñera involucrado en financiamiento irregular de la política

Dos empresas ligadas al ex canciller aparecen recibiendo boletas de empleados de Iván Moreira en 2013 en plena campaña y mientras el ingeniero civil industrial ejercía su función en el Gobierno. Se suma de esta manera a Pablo Wagner, quien cumple prisión preventiva por recibir dinero, mientras fue subsecretario de Minería, desde Penta, el holding para el cual el ex ministro trabajó como consejero a cargo de presidir el comité formado para enfrentar la crisis.


Durante la campaña a senador de Iván Moreira, que reconoció haber recibido financiamiento irregular desde el holding Penta, dos de sus colaboradores, su secretaria y coordinador de campaña emitieron boletas a empresas ligadas al ex canciller Alfredo Moreno Charme, por un total de $15 millones. Se trata de  AMC Consultores y Agrícola Río Claro, para las cuales extendieron documentos Andrea Schulz, secretaria del parlamentario y Javier Billiard, quien fue su coordinador de campaña.

Andrea Schulz, actualmente es investigada por el caso Penta. En 2013 emitió una boleta, por tres millones de pesos a AMC Consultores. Por otra parte, Javier Billiard, mientras ejercía su cargo, entregó dos boletas a Río Claro, una por siete millones y otra por cinco millones de pesos.

Ambas empresas pidieron rectificar su declaración de impuestos, luego de que el SII detectara que existían boletas de cercanos a Moreira que estaban siendo investigadas por el caso Penta. Es así como se llegó a estas boletas que fueron entregadas a empresas del actual presidente de Penta, Alfredo Moreno, quien asumió en ese cargo luego de que Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín se vieran involucrados en el caso.

En el segundo semestre del año 2013, Moreira era candidato a senador por la Región de Los Lagos, mientras que Alfredo Moreno terminaba su periodo como ministro de Relaciones Exteriores. Este último aseguró que durante el periodo en que el ostentó el puesto dejó la administración de dichas empresas en manos de terceros, por lo que no estaba a cargo de ellas a fines de 2013 y que luego retomó su dirección.

Moreno ha tenido un rol protagónico en el manejo del holding Penta, en medio de la crisis derivada de su involucramiento en el caso de fraude tributario con implicancias políticas. Llegó el 1 de julio de 2014  a trabajar en jornada parcial, por algunas horas al día, al grupo dueño de un banco, una corredora, dos aseguradoras, una inmobiliaria, una administradora de fondos de inversión, un factoring, una compañía de capital de riesgo y el 28,8% de Banmédica, la mayor isapre del sistema.

Lo unía con Carlos Alberto Délano y Carlos Euenio Lavín una amistad que nació en el plano laboral. Se conocieron en el directorio del Banco de Chile; Délano y Lavín eran los mayores accionistas, con un 16%, y Moreno representaba al Patronato Nacional de la Infancia, que tenía un patrimonio importante invertido en papeles del banco y lo había perdido en parte importante por la crisis del 83.

Moreno jugó varios roles: fue muy cercano al interventor Adolfo Rojas, logró que el Patronato contara con dos directores gracias a la recolección de poderes entre los accionistas minoritarios y fue el negociador en la venta de las acciones del pacto controlador –Penta, Consorcio, Juan Cúneo y Reinaldo Solari (Falabella)– al grupo Luksic.

La idea era que Moreno asumiera algunos directorios en Penta, reemplazando a distintos miembros, pero terminó sucediendo a Hugo Bravo en los sillones de Empresas Penta, Penta Seguros de Vida, Penta Security Seguros Generales, Empresas Banmédica, Penta Administradora de Fondos de Inversión, a raíz de sus “renuncias”, como lo informaron a la Superintendencia de Valores. La única filial en la que no lo reemplazó fue el Banco Penta, que designó a Fabio Valdés, porque Moreno enfrentaría un conflicto de interés.

Tuvo la libertad de seguir o congelar su permanencia hasta que la crisis desatada por la denuncia del Servicio de Impuestos Internos (SII) en contra de Délano y Lavín, por las boletas entregadas por sus cónyuges por trabajos no realizados que permitieron reducir en $400 millones la base imponible de Penta III y la arista del financiamiento irregular de campañas políticas, se resolviera. Así se lo plantearon Délano y Lavín. Dicen que Moreno quiso quedarse por la amistad que hace rato excede el plano de los negocios.

Las cosas se complicaron cuando Hugo Bravo –quien hasta 2010 fue gerente general de Empresas Penta y, luego, director de las filiales– entregó antecedentes al fiscal jefe de la Unidad de Delitos de Alta Complejidad de la zona Metropolitana Oriente, Carlos Gajardo, sobre la forma en que Penta apoyó económicamente a distintos candidatos fuera de la ley. Habría mencionado a Iván Moreira, Laurence Golborne, Ena von Baer, Pablo Zalaquett y Andrés Velasco.

Una semana antes que se hiciera pública esta arista –el 25 de septiembre la prensa informó de la existencia de boletas entregadas por el chofer de Moreira a Penta­–, Délano y Lavín recurrieron a los servicios de Imaginaccion, la empresa de Enrique Correa, y a Extend, de las hermanas Marilú y Pilar Velasco, y se creó un comité de crisis para coordinar tres frentes: el legal, el comunicacional y el político.

Una vez por semana se reunían –el día fijado es el miércoles, a  las 11:00, si no hay inconvenientes– en las oficinas del asesor legal histórico de Penta, Alfredo Alcaíno, en Vitacura, o en las del holding en El Bosque.

Concurrían  Moreno,  Alfredo Alcaíno, sus socios Marcelo Giovanazzi y Macarena Baraona, experta tributaria del estudio Alcaíno; por Extend, lo hacen Ana María Velasco y José Antonio López; por Imaginaccion, Juan Carvajal, consultor senior de Asuntos Públicos y ex director de la Secom en el primer Gobierno de Bachelet, además de Moisés Valenzuela, gerente de Asuntos Públicos, y, a veces, Enrique Correa. Y los abogados Julián López, defensor de Penta en el área penal, junto a Davor Harasic y su hijo Iván, todos socios del estudio Harasic & López. También, la periodista y socia de la agencia de comunicaciones Rumbo Cierto, Valentina Giacaman, a cargo desde hace años de la gestión de prensa de Penta. Hay quienes aseguran que Carlos Lavín Subercaseux, hijo del socio del mismo nombre y conductor del programa ‘Información Privilegiada’ en Radio Duna, participa en el comité, lo que no pudo ser confirmado a través de Penta.

Moreno realizó una ronda de visitas en distintos medios de comunicación para explicar que Penta no tiene papel alguno en el Fraude al FUT, que dio origen al caso a fines de 2012; que no pagó coimas a los funcionarios del SII formalizados; que en esa arista participó Hugo Bravo a través de sus sociedades (Santa Sarella y Challico) y que éste fue también quien diseñó la fórmula de pago para las campañas de los candidatos.

EL HÁBIL NEGOCIADOR

Reconocido como un hombre afable y dueño de una inteligencia excepcional, obtuvo en su momento el segundo mejor puntaje ponderado de la PAA, fue uno de los cinco mejores alumnos de Ingeniería Civil en la UC y cursó tres años de Ingeniería Comercial en paralelo. Es recordado el 7,4 que se sacó en una prueba de Precios I con el profesor Ernesto Fontaine. Algunos alumnos averiguaban con quién iba a tomar ramos en Comercial para no seguir sus pasos, ya que las notas eran con relativa y él subía la escala.

Trabajólico, sus gerentes en Telermercados Europa –la empresa de reparto a domicilio, que compró con pérdidas a Andrés Navarro (Sonda) y su hermano Mario– podían quemarse las pestañas hasta la madrugada. “A veces podían dar las 12 de la noche o más. A Alfredo le da lo mismo lo que vaya a demorar un trabajo. Es extremadamente exigente y tiene una inteligencia por sobre lo normal. Ve un balance y en 30 segundos se da cuenta dónde está el problema”, recordó alguna vez Antonio Bulnes, director ejecutivo de Telemercados entre 2000 y 2007.  Moreno vendió esta empresa a un fondo de inversión logrando una gran utilidad.

De familia DC por parte materna, fue jefe de acción social y candidato a presidente del centro de alumnos del San Ignacio por la centroizquierda en 1973, sin éxito. Su pensamiento cambió al ingresar a Ingeniería Civil, donde conoció un modelo económico que lo conquistó. En la elección de 1989, fue encargado de comunicaciones de la campaña de Hernán Büchi y viajó a Londres a entrevistarse con expertos para aplicar sus recetas.

Otro rasgo que se le destaca es su gran habilidad como negociador. Fue clave en la fusión de Sodimac –de la que era director– con Falabella, en 2003. Había que poner de acuerdo a los siete hermanos Del Río, dueños de la cadena de artículos la construcción, y a cinco ramas de la familia Solari, socias de Falabella.

Moreno representaba a los Del Río, pero debido al conflicto que se generó entre las Solari (María Teresa, María Luisa y Liliana) con Juan Cúneo y Reinaldo Solari, porque ellos querían comprarles acciones para equiparar sus participaciones, pero a un precio que ellas estimaron bajo, Moreno ofició de mediador. Logró llegar a un acuerdo, las partes quedaron satisfechas y la fusión se concretó.

“Tiene un talento enorme para entenderse con la gente, para convencer a cualquiera, sin ceder. Nunca se enoja, no es confrontacional. Es duro para negociar, trata de mantener sus puntos de vista, pero lo hace de una forma siempre atenta”, asegura el economista Bernardo Fontaine, quien negoció a nombre de Falabella junto a Sergio Cardone en el proceso de fusión.

Pocos años antes, hizo algo similar en el Banco de Chile, cuando los Luksic decidieron aumentar su presencia a través de una OPA. Representando al pacto controlador compuesto por Penta, Juan Cúneo y Reinaldo Solari (Falabella), Consorcio (Eduardo Fernández León, Juan Hurtado y Patricio Parodi), José Antonio Garcés (Andina) y Juan José Mac-Auliffe, negoció con los Luksic. Tuvo de contraparte a Francisco Pérez Mackenna, gerente general de Quiñenco, y gran amigo suyo desde su paso por Ingeniería Comercial en la UC y la Universidad de Chicago, logró que los Luksic pagaran un valor muy superior al precio en la Bolsa. Él también se benefició: había comprado acciones del banco en el capitalismo popular y por su  1% recibió US$12 millones.

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