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Ex seremi de Minería de Coquimbo echa al agua a Wagner: «Preguntaba siempre por Dominga» En el marco de la investigación por el Pentagate

Ex seremi de Minería de Coquimbo echa al agua a Wagner: «Preguntaba siempre por Dominga»

“Respecto a Dominga, el subsecretario Wagner permanentemente me preguntaba (…) cómo iba el proyecto en general. Esto ocurría en las reuniones mensuales. (…) y sobre cómo iba la Evaluación de Impacto Ambiental”, explica Jocelyn Lizana en su declaración ante la Fiscalía.


Una de las aristas más complejas de las declaraciones que contiene el expediente del caso Penta es el referido a la investigación que se sigue contra el ex subsecretario de Minería, Pablo Wagner, ya que la ex seremi de esa cartera por Coquimbo lo echa al agua al señalar que siempre preguntaba por el proyecto minero Dominga –ubicado en la comuna de La Higuera, en el límite norte de la Región de Coquimbo–, que pertenece a Andes Iron, uno de cuyos socios es Carlos Alberto Délano.

Wagner está siendo investigado para establecer si en su calidad de funcionario público en la administración de Sebastián Piñera omitió o infringió deberes de su cargo a favor de los dueños de la mina de hierro, en donde se configuraría el delito de cohecho.

Hasta el momento se ha establecido que Wagner habría recibido de Penta, empresa en la que trabajó por 12 años hasta 2008, 14 pagos de $ 3 millones cada uno, mientras era subsecretario, entre marzo de 2010 y octubre de 2012, los cuales eran depositados en su cuenta corriente y cuyas boletas eran extendidas al holding por terceros, parientes de su esposa.

Sin embargo, en el expediente hay una declaración de la ex seremi de Minería de Coquimbo, Jocelyn Lizana, en donde señala que “respecto a Dominga, el subsecretario Wagner permanentemente me preguntaba (…) cómo iba el proyecto en general. Esto ocurría en las reuniones mensuales. (…) y sobre cómo iba la Evaluación de Impacto Ambiental”.

Además, reconoce que conversaron sobre el “relacionamiento de Dominga”, debido a la existencia de un movimiento llamado Modema, que había incidido en la paralización del proyecto Barrancones.

Lizana también declara que una periodista de Andes Iron le solicitó una entrevista para presentarse y poder pedir sugerencias respecto a cómo relacionarse con la comunidad.

“Recuerdo que andaban algunos ejecutivos del proyecto, Iván Garrido o Pedro Ducci, y alguien más, pero no estoy segura. Luego me invitaron a conocer el proyecto”, explica.

Su relato precisa que en 2011, cuando Wagner estaba en el cargo, Andes Iron presentó la declaración de impacto ambiental de Dominga, mencionando que “en minería (del Ministerio de Minería) solo se pedía la opinión del Sernageomin en cuanto al tema ambiental. La Conama emite un informe con esas opiniones técnicas del tema ambiental de la exploración. Ello se presenta en una comisión evaluadora compuesta por el intendente, los seremis, y cuatro consejeros regionales. Todas las aprobaciones del periodo fueron unánimes”.

Además, el geólogo y gerente de Andes Iron, Iván Garrido, también declaró y explica que a Wagner lo conoció en 2010, cuando Garrido era gerente general de Minera Activa, “con fecha 9 de julio de 2010, en una reunión formal en la Subsecretaría de Minería (…)”, y que el encuentro lo gestó Ducci, porque tenía “algún contacto con Wagner y con Carlos Délano Méndez (hijo), que es director de Andes Iron».

El fin de ese encuentro, señala, era “con el fin de preparar, por mandato mío, una reunión posterior al día 7 de noviembre de 2011 con el ministro de Minería, Hernán de Solminihac, a la que concurrí yo, junto con Carlos Délano Abott, Carlos Délano Méndez y Pedro Ducci”.

Un tercer encuentro ocurrió cuando Ducci se juntó con el ex subsecretario en una reunión formal en la Subsecretaría, ignorando el contenido exacto de la reunión y dejando establecido que también participó el controlador de Penta.

A pesar de que Ducci admitió los encuentros, aclaró que Wagner “nunca recibió ningún pago por parte de Andes Iron ni se le pidió algo”.

Por su parte, Hugo Bravo declara que “el pago (de Penta) no tenía justificación, salvo que fuera para ayudar con el proyecto del subsecretario. Le pregunté a Carlos Eugenio Lavín si seguíamos pagando y él me dijo que dejara de pagarle cuando dejó de ser subsecretario”.

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