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La elite de millonarios venezolanos que surgió de los negocios con el Estado chavista Mitología del socialismo bolivariano

La elite de millonarios venezolanos que surgió de los negocios con el Estado chavista

Bastián Fernández
Por : Bastián Fernández Periodista de El Mostrador
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La retórica es acabar con los burgueses y el capitalismo, pero en realidad en la conflictuada Venezuela de hoy técnicamente se vive un capitalismo de Estado. Ahí el espacio de la antigua elite económica venezolana fue ocupado por los “boliburgueses”, una casta de personeros que ha amasado fortuna a través de los millonarios negocios en torno al petróleo. Por cierto, todos son cercanos al régimen.


«Estas dos pistolas pertenecieron a Simón Bolívar y que por esas cosas de la vida llegaron a mis manos (…) estas no son para mí, claro, son para la república”. Era julio del 2012 y Hugo Chávez mostraba las dos armas en una de sus clásicas cadenas nacionales. Las “cosas de la vida” a las que el fallecido líder se refería tienen nombre, apellido, una megaempresa y varios millones de dólares: Wilmer Ruperti, un magnate venezolano que había comprado las armas por más de 1,6 millones de dólares el 2004 en EE.UU.

La relación entre Ruperti y Chávez se remonta al 2002, cuando el empresario dueño de Global Ship Management –empresa de transporte de crudo– no se sumó al paro petrolero, ganándose así la amistad del comandante.

Ruperti es uno de los “peces gordos” en Venezuela, con una fortuna que se aproxima a los 10 mil millones de dólares. Aparte del rubro petrolero, Ruperti es dueño y accionista único de la estación televisiva Canal I (Canal i).

Así como Ruperti hay muchos otros empresarios y millonarios que han hecho su fortuna al alero de la República Bolivariana.

Existió antes de Chávez una elite económica y financiera que se enriqueció gracias a los negocios con el “oro negro”. En el libro Los ricos bobos (Alfadil, 1995), el periodista Juan Carlos Zapata devela los nombres, empresas y bancos de quienes fueron en su momento los dueños de Venezuela, así como también las peleas que se desataron entre ellos y que provocaron la crisis bancaria de 1994.

La llegada del chavismo supuso un cambio en el marco teórico, las políticas públicas “clientelares”, la retórica discursiva y los símbolos, pero no en los negocios relacionados al petróleo. “Boliburgueses” se les dice a los empresarios que bajo la “revolución” han hecho millonarios negocios. El término fue acuñado por el mismo Zapata.

“Hay una parte de la población venezolana que ha sido beneficiada por el gobierno. Han visto una mejora tangible en su calidad de vida. Es un hecho y algo que no se había dado antes”, dice Antonio Rivas, venezolano que escribe columnas en medios de comunicación.

Pero reconoce que también “hay un grupo que ha visto una oportunidad de oro para enriquecerse con la injerencia cada vez mayor del Estado en todos los sectores económicos. Han surgido grupos poderosos que tienen acceso a la renta petrolera con solo tener un discurso pro gobierno. Como práctica no es un elemento nuevo, sino que algo que existía antes de Chávez”.

CAPITALISMO ESTATAL

“Desde el fondo de los tiempos, la lucha por el poder giró alrededor del aprovechamiento licito e ilícito del petróleo. El ‘excremento del diablo’, como lo llamó Juan Pablo Pérez Alfonzo, legendario fundador de la OPEP. Lo más desconcertante es cómo convivieron durante 14 años un discurso ‘socialista y revolucionario’, un presidente que se declara en guerra contra los ricos para salvar a los pobres, con la ostentación, el lujo, el exhibicionismo y el enriquecimiento obsceno de funcionarios”. Así describe Olga Wornart, periodista, la situación de Venezuela en su reportaje Boliburguesía, los que ganaron con la revolución, publicado en La Nación de Argentina el 2012.

[cita]La llegada del chavismo supuso un cambio en el marco teórico, las políticas públicas “clientelares”, la retórica discursiva y los símbolos, pero no en los negocios relacionados al petróleo. “Boliburgueses” se les dice a los empresarios que bajo la “revolución” han hecho millonarios negocios. [/cita]

Algunos meses antes de la muerte de Chávez, Wornart volvía a escribir sobre Venezuela, pero esta vez en la revista  Poder. “Bajo el mandato de Chávez, proliferó una casta de neomillonarios tan o más voraz, que aquellos que se enriquecieron con los decadentes gobiernos anteriores, y a quienes se les conoce como ‘boliburgueses’”, decía.

Los millonarios de la “revolución” no pasan inadvertidos en las filas bolivarianas. En el sitio Aporrea, que está “identificado con el proceso de transformación revolucionaria y democrática”, se publican artículos y análisis de actualidad política. Carlos Lanz Rodríguez, ex guerrillero y miembro activo de los distintos gobiernos de Chávez, escribía en septiembre de 2013 sobre la boliburguesía. “Con este legado, hoy podemos reivindicar el Estado de Sospecha sobre todas aquellas personas vinculadas al proceso revolucionario que ostentan los vehículos Hummer, los relojes Cartier, los lentes Gucci, ropas de marca, la colección de caballos y yates, los apartamentos lujosos en Miami, los aviones privados”.

Para Antonio Ríos la intención inicial de Chávez fue “poner cota a la mala administración pública del Estado. Mucha gente se sintió identificada. Pero si bien muchos sectores poderosos fueron desplazados, se creó en paralelo una nueva burguesía cuyo único mérito fue alinearse con el régimen chavista”.

LOS LUKSIC, ANGELINI Y PAULMANN VENEZOLANOS

Para comprender quiénes controlan el poder económico en Venezuela hay que mirar los nombres que están bajo el presidente Nicolás Maduro en la escala del poder estatal. “Ahí está la clave”, comenta un periodista que trabaja en Venezuela y ha reporteado el tema.

El primero de ellos es Diosdado Cabello. Político, militar e ingeniero, fue gobernador del Estado de Miranda, ministro de Infraestructuras, de Interior y Justicia, de Secretaría de la Presidencia y vicepresidente. También dirigió la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) y fue bajo su mandato que se modificó la legislación sobre las telecomunicaciones. Cabello es hoy diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y presidente de la Asamblea Nacional. Sobre su fortuna hay especulaciones en dólares con varios ceros hacia el lado, pero ninguna prueba concreta. Una publicación de septiembre del 2013 en Aporrea señalaba a Cabello como dueño de empresas de motos, zapatos, ropa deportiva y pesqueras, entre otras.

El presidente de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), gigante estatal que concentra el monopolio exclusivo de los hidrocarburos y explotación del petróleo, es otro hombre fuerte del país. Rafael Ramírez lleva diez años al timón de PDVSA. Fue vicepresidente de Nicolás Maduro y hoy es ministro del Poder Popular de Petróleo y Minas. Hace un tiempo una investigación del canal Univisión reveló que Ramírez tenía una millonaria cuenta en el Ocean Bank en Miami, por la que enfrentó una demanda.

Finalmente, está “el banquero de la revolución”, Víctor Vargas, dueño del Banco Occidental de Descuento (BOD). Se estima que su fortuna es de 1.200 millones de dólares. Vargas tiene sangre roja en Venezuela y azul en España, tal como consigna un perfil del diario español El Mundo. Su hija Margarita está casada con Luis Alfonso de Borbón, duque de Anjou, bisnieto del dictador Franco y pretendiente al trono de Francia. En Venezuela, Vargas adquirió –según la publicación española– Cadena Capriles (no tiene relación con el líder de la oposición), uno de los conglomerados mediáticos más importantes del país, con diarios de circulación nacional como Últimas Noticias y El Mundo.

La fortuna de Vargas incluye una “mansión en Palm Beach de 70 millones, el avión ejecutivo más caro del mundo, el Gulftstream G550, otra finca en Venezuela a la que accede en helicóptero, un penthouse en Caracas, otro apartamento de lujo en Nueva York”, según reporta El Mundo. Además es un amante del Polo, por lo que tiene su propio equipo: Lechuzas Caracas. Según el artículo de Olga Wornart, con ese equipo “realiza torneos en EE.UU. e Inglaterra y lleva a los mejores polistas argentinos”.

A la lista se agrega Walter Ruperti, quien donó las pistolas de Simón Bolívar a Hugo Chávez.

Alek Boyd es un venezolano que ha investigado las redes de poder y negocios en Venezuela. Sus artículos están publicados en el sitio Infodio, que significa excavar o desenterrar en latín. “Cada uno de ellos es una red. Pero esas redes muchas veces se entrelazan. Identificar a cada actor y cada empresa es trabajo muy extenso”, explica Boyd. 

LA CAMADA JOVEN

Derwick Associates es un ejemplo de empresa privada que hace negocios en la República Bolivariana. Es dirigida por cuatro jóvenes con estudios en EE.UU. Alejandro Betancourt, graduado de Economía Internacional en Suffolk University en Massachusetts, es uno de los dueños fundadores. El otro es Pedro Trebbau López, Bioquímico del Boston College, de Estados Unidos. También son parte del grupo Francisco Convit y Francisco D’Agostino, este último es yerno del “banquero de la revolución”, Víctor Vargas.

Un reportaje del periodista César Batiz, publicado en el diario Últimas Noticias, develó las redes y contactos que permitieron a Derwick quedarse, pese a no haber tenido experiencia previa, con 12 contratos de obras eléctricas otorgados por tres empresas estatales: Electricidad de Caracas (EDC), Corporación Venezolana de Guyana (CVG) y PDVSA. El reportaje denuncia, además, cómo Derwick incumplió la fecha de entrega de cinco de las obras.

Según comenta Alek Boyd, “los boliburgueses le temen, y mucho, a la transparencia, pues casi todos emplean servicios de manejo de reputación en línea de una empresa en particular: Clean Perception, propiedad del hacker, arrestado y deportado de EE.UU., Rafa Núñez, quien no sólo se dedica a eso, sino que además es representante en Venezuela, nada más y nada menos, que de la estatal alemana Bundesdruckerei”. Sobre este tema, Boyd escribió un artículo en su página Infodio.

Otro reportaje de investigación de Últimas Noticias, va más allá y logra dar cuenta del lujoso estilo de vida que alcanzaron los dueños de Derwick gracias a los contratos con el gobierno. Esos 12 contratos obtenidos desde 2009, los primeros trabajos de la empresa, han sido tan rentables como para comprar un penthouse en el edificio Kyra de Chacao por más de un millón de dólares. Además Betancourt López y Trebbau López adquirieron apartamentos en París y una finca en España, que ganaron en una subasta al ofrecer 24 millones de euros”, consigna el artículo.

No es todo. La investigación devela que a nombre de la empresa hay un avión Falcon 2000, con capacidad para 14 personas, y que es “utilizado para desplazarse comúnmente entre Maiquetía y Fort Lauderdale, aunque un seguimiento a los vuelos los ubica en otras latitudes de América y de Europa, incluyendo islas del Caribe”.

En enero de este año, Betancourt decía, en entrevista con el diario español ABC, que “Venezuela tiene mucho potencial si la entiendes”.

Así como Derwick, hay otras empresas con jóvenes empresarios formados en Estados Unidos que están abriéndose camino en la República Bolivariana para acceder a las millonarias oportunidades de negocios. Una realidad que no parece cercana al principio de economía equivalente que propone el “socialismo del siglo XXI”.

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