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Cómo lo ha hecho Cristián Bofill en Tolerancia Cero

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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No tiene el ADN de la televisión, que pide empatía y espontaneidad. Pero cumple con el requisito de la elite, de tirar el dato duro y novedoso. Así es el balance del primer mes en pantalla del periodista mejor informado de Chile.


La última edición de Tolerancia Cero marcó 14,1 puntos de sintonía promedio, quedando  entre los 5 programas  más vistos del día. El rating escaló hasta los 18 puntos, durante el segmento en que estuvieron Giorgio Jackson y Camila Vallejo.

Buena parte de este peak de audiencia lo copó el  histrionismo de Fernando Villegas y sus lapsus (“Marcela” por “Camila” y “he sido insultado durante 15 años en las redes sociales”) cuando al sociólogo le tocó el turno de hacer preguntas.

La atención hacia los líderes del movimiento estudiantil, también alcanzó para el periodista  Cristián Bofill, incorporado al panel el 8 de agosto, en reemplazo del abogado Juan Carlos Eicholz.

Cada vez que fue su turno, Bofill se desmarcó del análisis plagado de adjetivos. Entregó información dura:

En Chile los aranceles universitarios  son los más caros del mundo, en proporción al ingreso per cápita. Han subido un 60% por sobre la UF. Los costos de la educación universitaria superan el 40% del ingreso en los tres menores quintiles. La Cámara De Diputados funciona los miércoles y jueves; el Senado martes y miércoles.

Y también análisis, o al menos, titulares hechos:

“Los costos que empiezan a pagar los líderes de la Confech”. “Grupo de dirigentes se reunirá el miércoles en Valparaíso, acentuando las divisiones internas”. “Patricio Meller lanza un libro sobre educación en el que desmitifica el lucro”.

Ripios al hablar

Es parte  de la mezcla editorial  que en diez años puso a La Tercera como periódico  de referencia y a Bofill, como arquetipo local del periodista a cargo de un medio que quiere ser influyente.

“Me gusta que sea el panelista que entrega información y datos.  Muy típico de su estilo. Si bien la transición de la radio a la televisión nunca es fácil, creo que Bofill ha logrado mantener su personalidad y diferenciarse de los otros panelistas.  En general me parece bien.  Pero  no soy crítico de televisión”, dice Patricio Navia cientista político y columnista habitual de La Tercera.

[cita]Para algunos ahí está el problema. En que Bofill representa a  La Tercera. “A diferencia de Paulsen, Del Río o Villegas, que son empleados de un medio, él dirige un diario que pone pauta. Es difícil participar en el panel como si no tuviera un interés aparte. Por eso en la entrevista con Piñera fue más suave”, comenta una fuente de Chilevisión.[/cita]

Aunque el contenido de sus intervenciones  casi no admitió flancos, donde si se queda es en la forma. Se nota en el exceso de ademanes y los ripios al hablar. “Es de los periodistas que ha hecho poca cámara. A veces se olvida que está en televisión, que hay público entre él y el entrevistado”, cuenta una fuente del canal.

El escéptico

“No tiene el ADN de la televisión, la empatía, la espontaneidad Pero eso no es importante. Cumple con el requisito que le pide la elite,  de estar bien informado. No tiene que desligarse del lugar de donde viene. La gente sabe que está hablando el director de La Tercera”, dice Luis Breull, analista de medios.

La mirada escéptica o descreída que trae Bofill  desde la prensa escrita, ha sido su aporte más notorio. Pero también, el componente disruptivo para los códigos televisivos.

Como en el momento en que preguntó por la opinión de Jackson y Vallejo sobre quienes los veían como “los dueños de la Confech”.

Giorgio Jackson respondió que el movimiento estudiantil no era de ellos, “ni de la Confech, sino de todos los ciudadanos….”. Bofill lo interrumpió: “Perdona Giorgio, eso es retórica”.

Los límites del director

Alfredo Joignant, panelista de Estado Nacional en TVN, piensa que “uno puede tener y expresar convicciones con vehemencia, y yo lo hago muy seguido, pero dejo al invitado hablar. Jamás hubiese abusado de mi posición de panelista. Pero creo que la posición de Bofill es muy distinta a la mía. Él  es director de medio y eso lo obliga a cierta forma de imparcialidad y yo soy  académico, con total libertad”.

Para algunos ahí está el problema. En que Bofill representa a La Tercera. “A diferencia de Paulsen, Del Río o Villegas, que son empleados de un medio, él dirige un diario que pone pauta. Es difícil participar en el panel como si no tuviera un interés aparte. Por eso en la entrevista con Piñera fue más suave”, comenta una fuente de Chilevisión.

Entonces la pregunta es ¿por qué Cristián Bofill decide exponerse tanto? Ya en 2009 se había negado a integrar el grupo de Tolerancia Cero. Para quienes lo conocen y recorren los pasillos de Copesa, “Bofill no es el mismo de hace 5 años. Antes no habría aparecido en televisión”.

“Más que complementos, la radio y el Tolerancia son un colchón. Un resguardo para mantenerse como influyente por fuera, si es que llega a salir de La Tercera”, afirma una fuente del conglomerado que controla Álvaro Saieh.

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