La decisión de marginarse del certamen viñamarino, después de 11 años, se ajusta a los planes que hace poco más de un mes dio a conocer el rector de la UC, Ignacio Sánchez, en orden a “achicar” el canal para salir de la crisis financiera en la que está inmerso.
Después de 11 años, Canal 13 resolvió no presentar propuesta alguna para organizar hasta el año 2014 el Festival de la Canción de Viña del Mar, quedando en carrera por quedarse con el evento los demás grandes actores de la industria: TVN, Mega y Chilevisión.
La decisión, que fue comunicada mediante un breve comunicado a la alcaldesa de la ciudad jardín, Virgina Reginato, no fue un signo más de la crisis por la que atraviesa la estación televisiva, que quedó en evidencia hace meses tras el descabezamiento de su plana ejecutiva, sino que da cuenta del giro estratégico impulsado por el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez.
El propio Sánchez anticipó, hace poco más de un mes, que la prioridad del canal era recuperar su autofinanciamiento y enfocar la programación a mantener la línea editorial.
«Hay tres conceptos que hay que orientar del mejor modo. Uno es la línea editorial, que es irrenunciable: si tenemos un canal, debe ser uno en el que creamos. Segundo, debe autofinanciarse; no les puedo pedir a los alumnos que en su cuota incluyan un aporte para pagarles a los rostros. Y lo tercero es a cuántas personas llegamos. Ese es el orden», sostuvo el rector en marzo pasado.
Y la decisión de quedar de antemano fuera del festival va por esa línea, la misma que lo dejó sin la transmisión de los partidos de la clasificatoria del Mundial de Fútbol de Brasil 2014, proceso que se adjudicó Chilevisión.
El nuevo giro estaría orientado, como ya lo han señalado algunos ex ejecutivos del canal, a la elaboración de productos enfocados a nichos específicos de audiencia y con formatos atractivos. En la pantalla ya hay algunas señales de esa tendencia,como la emisión del microprograma «Aliño Completo», premiado por el Consejo Nacional de Televisión y presentado por el Área Bicentenario del canal.
Pero todo este aire renovador y la búsqueda del ansiado autofinanciamiento implicaría también una serie de despidos, los que -aseguró el ex director de programación de la estación, Vasco Moulián- podrían afectar a más de 500 personas.
