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Candidaturas y medioambiente: ¿están dispuestos a tomar el desafío? Opinión

Candidaturas y medioambiente: ¿están dispuestos a tomar el desafío?


A pesar de lo grave que es la actual situación climática, es interesante que el último informe del IPCC –que confirma la irreversibilidad del calentamiento global y la completa responsabilidad del ser humano– coincida con un año electoral en Chile, incluyendo las presidenciales. De alguna forma, y guardando las proporciones con la crisis que vive el planeta, refrenda que el 2021 viene ávido de nuevos ciclos y paradigmas.

Si antes las materias medioambientales eran un capítulo más dentro de los abultados programas políticos, a veces escondidos entre las páginas de otras propuestas, hoy son un eje fundamental para todo ciudadano que busca representar a otros. La escasez hídrica, las consecuencias del combustible fósil, la falta de modelos alternativos de producción y la carente gestión de los residuos, son algunas premuras que nos exigen nuevos modelos sustentables para vivir.

Sin manifestar preferencia, una candidatura que posiciona sus lineamientos en coordenadas climáticas es una que sabe comprender lo que sucede en su entorno. O dicho de otra forma, un futuro representante que se hace cargo del desastre ecológico, es un líder al que hay que poner atención. Sabe que la decisión no es solo suya o de unos pocos, sino de todos los que están ahora y de los que vienen. La presente rapidez digital y de acceso a la información, al igual que el actual paradigma colectivo para resolver los problemas, confirman que no pensar “en verde” es tan grave como seguir generando basura de la misma manera y no hacer nada al respecto.

Las futuras propuestas presidenciales deben hacer frente a las consecuencias del calentamiento global y guiar a la población hacia nuevos paradigmas sostenibles. Esto no ocurre de un día para otro, por lo que es casi una obligación que dichos proyectos se acompañen de una validación especializada en la materia y estén apalancados de investigación, desarrollo e innovación. Así, no solo tendremos beneficios ecológicos sino también sociales, culturales y económicos.

A los desafíos que tendrán los mandatarios en decisiones climáticas, se refirió hace poco Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de Cambio Climático de la ONU. “Los líderes mundiales se enfrentarán a una importante agenda en Glasgow, pero miles de millones esperan que tomen las decisiones audaces y valientes necesarias para aplicar finalmente el Acuerdo de París, impulsar significativamente la ambición climática y, en última instancia, sacar a la humanidad de su actual camino de destrucción. Este apoyo es bienvenido y crucial para crear capacidad y asegurar el éxito en la COP26”.

Es irrefutable que los ciudadanos tenemos una gran responsabilidad en todo esto, pues nuestras acciones se suman a una cadena de valorización por el ecosistema. No obstante, estoy convencido de que quienes desean representarnos deben ser los primeros en transparentar sus parámetros medioambientales, al ser un ítem ineludible dentro de los nuevos modelos de liderazgo, como de los comicios y gobiernos venideros. ¿Están dispuestos a tomar el desafío? Porque es momento de más acción y dejar atrás la teoría.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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