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Investigación aplicada y salud mental Opinión

Investigación aplicada y salud mental

Adrián Torres
Por : Adrián Torres Profesor investigador Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago de Chile
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Recientemente se ha cerrado el proceso de postulación a los proyectos Fonis (Fondo Nacional de Investigación en Salud), cuyo propósito es generar evidencia que permita sustentar las políticas públicas en salud. En el pasado reciente ha habido críticas acerca del cumplimiento o no de dicho propósito y del volumen de los Fondos disponibles, para satisfacer una necesidad manifiesta.

La necesidad de contar con estudios serios para resolver la deficiente gestión hospitalaria, es uno ya que afecta a casi el 80% de la población. Pero hay otro problema de salud pública que afecta también a una gran cantidad de chilenos y chilenas, la salud mental. La encuesta nacional de salud (ENS) de 2018, cuyo estudio se realizó en los años 2016-17, entrega algunos datos que pueden ser buenos indicadores de tal situación: el 5,6% de los encuestados sufre de insomnio y el 15,8% tiene sospecha de depresión.

Según un estudio reciente, “La OMS coloca a Chile entre los países con mayor carga de morbilidad por enfermedades psiquiátricas (23,2%) en el mundo. La depresión mayor y los trastornos por consumo de alcohol ocupan el primer y segundo lugar en las discapacidades atribuidas entre adultos”.

Nuestra red asistencial pública no tiene las capacidades para enfrentar este flagelo, ni existe toda la evidencia que se requiere para elaborar una buena política al respecto. Tenemos más bien una intuición de su impacto social y no sabemos a ciencia cierta, cuál es su real impacto a nivel laboral.

La publicación reciente de Jeffrey Pfeffer, «el trabajo está matando a la gente y a nadie le importa», debería alertarnos, porque en nuestro país hay claros indicios de que este fenómeno no nos es ajeno.

Tal vez el Fonis, como instrumento de apoyo a la investigación aplicada en salud, debería crear las condiciones para aumentar los fondos en esta preocupante materia, generando sinergias entre y al interior de los sectores, universidades y entidades con un propósito común. Es de esperar, a propósito de lo anterior, que en esta oportunidad los revisores y el Consejo de dicha institución, aprueben los proyectos, más por la pertinencia, asociatividad, aplicabilidad e impacto de los mismos; que solo por el cumplimiento de sus aspectos formales.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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