Publicidad
Los cien primos del Presidente y el sacrificio del hermano Opinión

Los cien primos del Presidente y el sacrificio del hermano

Germán Silva Cuadra
Por : Germán Silva Cuadra Psicólogo, académico y consultor
Ver Más

El episodio Polo Piñera será bueno para nuestra democracia. Es tiempo de dejar atrás las malas prácticas que han ido provocando esta gran desconfianza de los ciudadanos con la política y los políticos. Cada vez más, irrita a las personas que los candidatos – la mayoría – digan una cosa en campaña y después hagan lo mismo que criticaban. Los chilenos perdimos la inocencia hace años gracias a los escándalos de corrupción y financiamiento ilegal de la política. También cuando conocimos los “carteles” de colusión o supimos del caso Caval. Por supuesto que Michelle Bachelet cometió un error gigante cuando nombró a su hijo y el costo fue catastrófico para ella.


¿Qué le pasó al Presidente, que en sólo una semana tiró por la borda su exitoso inicio? Ya hemos analizado latamente en estas páginas las torpes declaraciones de ministros y algunos parlamentarios en las semanas previas, pero hasta el episodio de la nominación de Pablo Piñera como embajador, el mandatario parecía estar inmune a las polémicas y cuestionamientos dirigidos a su Gobierno. Cuidadoso en las intervenciones y cauto a la hora de hablar de coyuntura. Anuncios en Infancia, ley de inmigraciones, la agenda desplegada sin contrapeso, y de pronto, dos semanas dedicadas íntegramente a comentar de Polo Piñera. Columnas de opinión, artículos, entrevistas, apoyos y rechazos cruzados de distintos sectores. Todos hablando del posible embajador, incluido el Presidente. Si hasta llegó a teñir la primera visita oficial a Argentina.

De seguro, la respuesta es más básica que las múltiples interpretaciones y análisis que hemos leído y escuchado estos días. Creo que Sebastián Piñera Echenique cometió el peor de los errores: pecar de exceso de confianza. Y claro, volvieron los fantasmas y nos recordó al Presidente versión 2010, ese hombre impulsivo, improvisador, de toma de decisiones sin consulta, el que creía que estaba administrando un holding empresarial. Piñera desestimó toda el agua que ha pasado debajo del puente desde su anterior experiencia, en la ex Casa de Moneda, en materia de transparencia, vigilancia ciudadana, golpe a las elites, desarrollo de las redes y medios digitales, etc.

El capítulo de esta verdadera serie de intriga y suspenso tuvo su momento culmine cuando La Moneda anunció, el sábado pasado, la decisión del Presidente de dejar sin efecto el nombramiento del casi embajador en Buenos Aires. Una historia innecesaria, del teatro del absurdo. Un costo tremendo para el Gobierno y en particular para el mandatario. Piñera se expuso en exceso para defender la decisión, y de paso, desarmó el diseño comunicacional definido por sus propios asesores. Por cierto, Pablo Piñera fue solo una víctima en la serie, para su desgracia, en manos de su propio hermano. Bueno, pasa en las mejores familias.

Reconozcamos que, aunque se demoró en tomarla, esta fue una buena decisión de Piñera. Seguir defendiendo a su hermano podía traer consecuencias insospechadas para La Moneda, tan complejas como lo fue el affaire Dávalos para Michelle Bachelet. De hecho, la tozudez presidencial ya estaba amenazando la precaria unidad de los partidos oficialistas. A las disputas internas por el proyecto de Ley de Género, se agregó la iniciativa liderada estos días por Evópolis contra el nepotismo. La reacción de la UDI y RN no se hizo esperar, acusando a Felipe Kast de oportunista.

[cita tipo=»destaque»]El capítulo de esta verdadera serie de intriga y suspenso tuvo su momento culmine cuando La Moneda anunció, el sábado pasado, la decisión del Presidente de dejar sin efecto el nombramiento del casi embajador en Buenos Aires. Una historia innecesaria, del teatro del absurdo. Un costo tremendo para el Gobierno y en particular para el mandatario. Piñera se expuso en exceso para defender la decisión, y de paso, desarmó el diseño comunicacional definido por sus propios asesores. Por cierto, Pablo Piñera fue solo una víctima en la serie, para su desgracia, en manos de su propio hermano. Bueno, pasa en las mejores familias.[/cita]

Pero el problema de fondo nunca fue cuan idóneo era, o si su currículum daba el ancho. De hecho, la idea habría sido buena, pero en el Gobierno de Lagos o Bachelet. Lo cierto es que el hermano del Presidente es de esos personajes que ha navegado bien en el llamado “servicio público” desde el retorno a la democracia. Tampoco creo que hubiésemos estado frente un cuadro de nepotismo puro a raíz de un solo caso.

Lo que ocurrió acá es que pudimos observar una reacción ciudadana, política y de los medios de comunicación, propia de un estándar que cambio completamente en Chile: el de la presencia de familiares, amigos, parientes en primer y segundo grado en un Gobierno sea del color que sea. También esto es válido para el parlamento, dónde se han limitado los parientes en cargos de asesores. Y esta conciencia se creó gracias, ni más ni menos, que a Sebastián Piñera en la campaña de 2017. Fue el propio Presidente el que apuntó con el dedo a la ex Nueva Mayoría por los cargos ocupados por la parentela, incluso llegando a atacar a Carolina Goic por culpa de su hermano, con la diferencia que ella no era la Presidenta. Bueno y la ex candidata habría de tener su dulce venganza al bajarse de la gira a Argentina y Brasil, aludiendo a su molestia por el nepotismo del Jefe de Estado.

Y claro, la atención de la prensa ahora se empezó a centrar en las relaciones sanguíneas en el Gobierno. La poco afortunada frase del Presidente, pronunciada en Bueno Aires, “tengo más de cien primos y sólo uno en el gabinete”, trasladó la polémica a los Chadwick. De hecho, el Ministro del Interior tiene a su hijo y nuera trabajando en la Presidencia, además de otro retoño en el Ministerio de Medio Ambiente. Pablo Longueira aporta con su hijo como Jefe de Gabinete del Ministro Moreno. El yerno de Juan Antonio Coloma es Gobernador de Talca, Jaime Coloma Alamos –hijo del Senador- tiene de jefe a Chadwick en Interior y su nuera se desempeña en la Subdere. La lista es larga.

Aunque es completamente legal, y el Presidente está en todo su derecho, la otra categoría que parece estar despertando sospechas en la Opinión Pública es la de amigos cercanos. Tanto es así, que en algunos círculos políticos se bromea parodiando a la película de 1976 protagonizada por Robert Redford: “Todos los (hombres) amigos del Presidente”, graficado en los Ministros Varela y Santelices. Luego de los errores cometidos públicamente por ambos, la pregunta que quedó flotando en el ambiente es si Sebastián Piñera estará dispuesto a sacrificar su amistad en caso de que las situaciones se hagan insostenibles. Despierta curiosidad el conocer la reacción que habría tenido Piñera cuando era empresario, en el caso que uno de sus gerentes saliera a comunicar, en una junta de accionistas de una empresa, un resultado que después tuviera que rectificar señalando que en vez de estar primero en un ranking estaban últimos porque se había equivocado en poner la coma, a propósito de las cifras del VIH.

Tengo la convicción que el episodio Polo Piñera será bueno para nuestra democracia. Es tiempo de dejar atrás las malas prácticas que han ido provocando esta gran desconfianza de los ciudadanos con la política y los políticos. Cada vez más, irrita a las personas que los candidatos – la mayoría – digan una cosa en campaña y después hagan lo mismo que criticaban. Los chilenos perdimos la inocencia hace años gracias a los escándalos de corrupción y financiamiento ilegal de la política. También cuando conocimos los “carteles” de colusión o supimos del caso Caval. Por supuesto que Michelle Bachelet cometió un error gigante cuando nombró a su hijo y el costo fue catastrófico para ella.

Y para Sebastián Piñera, este paso en falso es una alerta importante que debe reflexionar en profundidad. Está recién comenzando su Gobierno y tiene la oportunidad de marcar puntos de inflexión que dejen una huella y pongan corta fuego a las tentaciones que puedan tener nuestros políticos. No dudo que muchos estén en cargos de confianza por méritos propios, pero se debe cuidar la ética y la estética, también lo que se proyecta cuando un Ministro-Primo tiene a gran parte de su familia trabajando en La Moneda, es decir, en la oficina del frente. Así podremos evitar cualquier sospecha de que un pariente cercano pueda tener una posición de ventaja basada en las relaciones consanguíneas. Solo pensemos lo que significó para la campaña de Osvaldo Andrade –perdió su escaño- el caso de su ex señora Myriam Olate, quien recibió una indemnización millonaria trabajando en Gendarmería, esa repartición pública que tiene los salarios más bajos del Estado.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias