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Amor sin tapujos

Por: Franccesca Rivera


Señor Director: 

El día de ayer, luego de largos 5 años, el Senado aprobó la idea de legislar respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo, esto no solo es un avance satisfactorio para igualar la cancha en una plena igualdad jurídica sino que la moral y la apelación a lo establecido rompe paradigmas sin distinción, la discusión en tanto vivió momentos muy álgidos y emotivos, desde intervenciones apelando a la Biblia y a la institucionalidad que representa el matrimonio hasta disculpas de lo largo y demoroso que sido aprobar esta iniciativa, mención que hizo el Senador Felipe Kast en su intervención, quien en votación solo fue el representante de Evópoli quien votó a favor logrando los 22 votos necesario para su aprobación, mientras tanto desde organizaciones como el Movilh celebraron la aprobación y ahora esperan que la discusión en la Cámara de Diputados avance, paralelamente a toda esta discusión en la comuna de Santiago Centro en un conocido restaurant de Sushi eran discriminadas una pareja de Mujeres por considerar por parte del dueño del local que no era pertinente que “estuvieran tan cerca” por respeto a una niña que se encontraba en el lugar, esto no solo agrava que en pleno siglo XXI exista menoscabo y lesbofobia hacia parejas del mismo sexo sino que existe una tarea pendiente que es vivir en una sociedad de respeto y sin discriminaciones, cambio cultural que lentamente Chile ha ido tomando y según la encuesta Cadem el 66% de la población chilena apoya el matrimonio igualitario, esto en una perspectiva no será posible si no existe en lo pragmático y medular un cambio de visión a futuro de una democracia sin privilegios ni exclusiones, sin subjetividades viciosas de lo que es bueno o malo y de cómo el establishment no se vaya tomando las visiones de cómo  cada individuo construye su propio proyecto de vida.

 

Franccesca Rivera

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