Señor Director:
Durante la reciente XXXII reunión anual de la Sociedad de Biología Celular de Chile, el pleno de nuestra comunidad científica discutió “el sentido de la investigación científica en Chile”. Nuestro objetivo fue consensuar un relato que aportara a la discusión y toma de decisiones en el naciente Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Junto con identificarnos como una comunidad motivada por el noble y apasionante anhelo de descubrir, creemos que la actividad científica es una herramienta de superación, tanto en lo personal como en su potencial de elevar la condición humana. Nuestras investigaciones aportan conocimiento básico especializado y dan soluciones a problemas concretos de la sociedad. En nuestra área específica, dicho conocimiento es la base sólida para enfrentar tanto las patologías que afectan a las células, tejidos y organismos, así como la búsqueda de terapias basadas en evidencia para tratarlas.
Como mostró un estudio de CONICYT en 2016, aun cuando la sociedad valora el desarrollo de la ciencia en el país, existe un escaso nivel de conocimiento respecto al quehacer científico. Paradojalmente, nuestra actividad es mayoritariamente financiada con fondos públicos, de los que de manera permanente demandamos incrementos. Reconociendo el deber social que conlleva nuestra actividad, proponemos cuatro ejes para el óptimo desarrollo futuro de las ciencias en el país:
1- Maximizar la participación de la comunidad científica en las instancias que definen sus políticas. Valoramos muy significativamente la elección de los Dres. Couve y Torrealba como máximas autoridades del naciente Ministerio. Creemos fundamental que este criterio se mantenga en el tiempo y se expanda a la mayor cantidad de instancias, tanto administrativas, (como las Secretarías Ministeriales Macrozonales), como resolutivas (como el Consejo Asesor del naciente Ministerio).
2- Promover un plan de difusión sistemático de la actividad científica a la comunidad. Creemos que nuestra forma de trabajo, basada en obtener conclusiones a partir del análisis crítico de evidencia concreta, debe permear a todas las esferas de la sociedad. Relevamos la importancia de educar a las nuevas generaciones de niños y jóvenes sobre la base del pensamiento crítico e informado, tanto a través de alianzas con el Ministerio de Educación como a través de la formación de científicos. Creemos necesario que toda actividad nacional conozca e incorpore el quehacer científico a través de canales de información efectivos y sostenidos en el tiempo.
3- Identificar y promover el desarrollo de nuevas instancias para el impulso de las ciencias. Hoy, solo uno de cada diez doctores/as chilenos/as trabajan en la academia. Creemos fundamental que el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación promueva un análisis informado y amplio, que involucre a todas las esferas de la sociedad, respecto a la generación de nuevos polos de desarrollo que permitan combinar las necesidades de la sociedad con el enorme potencial científico del país.
4- Si bien los instrumentos concursables y becas de CONICYT han permitido financiar a una comunidad que crece y genera conocimiento de alto impacto, demandamos la incorporación de nuevos recursos para escalar nuestra exitosa actividad hacia niveles comparables con otras áreas de desarrollo del país, así como con otros países de la región. Sin duda, una política de comunicación y obtención de recursos desde el sector privado, con el fin último de aportar al bien común, será un importante complemento a esta demanda.
Los tiempos de la ciencia son a menudo mayores que los de las autoridades, por lo que entendemos como prioritaria la generación de políticas públicas sólidas y sustentables para el desarrollo de las ciencias en el país. Creemos que los puntos aquí planteados contribuirán significativamente a la concreción de este anhelo.
Dr. Juan Pablo Henríquez
Presidente Sociedad de Biología Celular de Chile
