Señor Director:
Al estimado Doctor Castillo, por favor no se contagie.
Por mi experiencia de vivir muchos años en la extrema pobreza, en barrios como la antigua costanera, a orillas del río Bio Bio en Concepción y en Santiago a orillas del Zanjón de la Aguada, puedo dar fe de que los pobres no van al consultorio a las 5 de la madrugada para efectuar reuniones sociales, van a tratar de obtener “atención médica”, la cual ha mejorado muy poco desde mi época de pobreza.
Personalmente, sigo confiando en que el subsecretario ayudará a derribar tantas barreras sanitarias, que impiden un mejor acceso a los medicamentos por parte de nuestros enfermos.
Algo que desgraciadamente hasta el momento no se observa y que fue prometido antes de las elecciones por parte del ahora nuestro Presidente señor Sebastián Piñera.
Atentamente,
Daniel Zapata Z