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Y el bosque nativo, ¿cuándo?

Por: Juan E. Schlatter


Señor Director:

La política económica favoreció la iniciativa de establecer plantaciones forestales, encadenada con alguna línea industrial, no así a los bosques nativos. La Ley de Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal, promulgada el año 2008, poco ha incentivado el manejo de este bosque en forma efectiva.

La Corporación Nacional Forestal creada en 1972, tenía originalmente una acción más proactiva en el desarrollo forestal, incluida aquella con fines productivos. Eso cambió después debido a la política económica decidida a fines de los años 70, reduciéndose su acción a fomentar y fiscalizar, dejando la producción a iniciativa de personas o entidades privadas.

El bosque nativo, históricamente agotado en sus reservas originales, por tal motivo de baja rentabilidad en la etapa de creación de patrimonio, no tuvo atractivo para la inversión privada. Tampoco las reservas forestales del Estado fueron manejadas, aunque tienen una función múltiple, incluida la de producción, ya que la Conaf, del Estado, no podía manejar estas reservas, ni siquiera con fines demostrativos.

En Chile existe en forma creciente una superficie de parques y reservas nacionales de bosques que son extraídas del manejo forestal productivo, recayendo en el Estado una creciente actividad de fiscalización y control, cuyo presupuesto todos nosotros los ciudadanos debemos sustentar.

Diferente sería si el Estado, a través de Conaf o su posible sucesor, el Servicio Nacional Forestal, pudiera tomar en manejo la superficie de capacidad productiva de las reservas forestales y aquellos bosques de pequeños propietarios que no están en condiciones de contratar a un profesional forestal para poner en producción su patrimonio.

Así, una superficie creciente de bosques manejados podría cubrir, con la producción consecuente, los gastos que la ciudadanía espera que se inviertan en nuestros bosques nativos. Una vez que se logre una superficie con la cantidad de madera necesaria, se creará automáticamente una cadena de valor, a través de aserraderos y unidades de elaboración más valiosa, que si tendrá interés de asumir el sector privado y que le dará más valor al bosque.

El país ha perdido más de 50 años sin manejar sus bosques nativos, es tiempo de que cambiemos de estrategia.

Juan E. Schlatter
Ingeniero Forestal, Profesor Titular (r) Universidad Austral de Chile

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