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El proyecto Admisión Justa satisface solo a algunos

Por: Constanza González Pavez


Señor Director:

El proyecto de #AdmisiónJusta que encabeza el actual ministerio de educación, resulta satisfactorio para algunos. Sin embargo, este proyecto está lejos de ser un éxito en el actual sistema escolar de nuestro país.
Varias personalidades han salido a defender esta propuesta, el problema es que quienes lo defienden con suerte han pisado un aula de clases para enseñar. El nivel de desconexión con el sistema educativo es abismante, partiendo de el hecho de que la mayoría de los ministros/as que han encabezado este ministerio no son profesores ni menos expertos en educación. La lista la encabezan principalmente abogados e ingenieros, como si esos títulos valiesen o son suficientemente meritorios para dirigir la educación en este país.

Ahora bien, quienes han defendido este proyecto suelen utilizar el eslogan de «devolver la educación a los padres», «a aquellos jóvenes que con esfuerzo se merecen ese lugar». Han erigido la bandera de la meritocracia y esfuerzo cómo si eso importara a la hora de acceder a grandes cargos. La historia ha demostrado que las relaciones de poder pesan a la hora de dirigir, no importa el ránking ni el promedio de egreso, lo que cuenta es la familiaridad. Ese nepotismo que tanto criticaron en las elecciones pasadas, hoy es parte del actual gobierno. Pura hipocresía.

Me pregunto qué pensará la ministra cuando menciona el esfuerzo de un niñe de doce años. Pareciera que el esfuezo o el mérito sólo se reduce a un número, un promedio. Pero no ministra, no se confunda. Existen múltiples habilidades en nuestros niñes y una nota no significa ni mide la inteligencia de un educando.

Bajo la lógica de Admisión Justa, un niño con bajo promedio no podría acceder a una educación de excelencia, qué hacemos con él entonces. Lo dejamos en el mismo aparataje sin intención de que surja. Para el actual proyecto, este estudiante no merece ese cupo, no hizo el esfuerzo suficiente para acceder, por ende, lo olvidamos. Que siga pateando piedras por mientras.

Ministra, nuestros estudiantes son universos únicos, cada uno con ritmos de aprendizajes distintos. Cada uno con diferentes habilidades que muchas escuelas obvian. La educación se ha volcado a ser una constante competencia entre los estudiantes y ha perdido el valor de ser el lugar donde se obtienen aprendizajes para la vida.

Este proyecto potenciará esa competencia y el individualismo, no logrará tampoco que todos tengan el mismo derecho a acceder a una «educación de excelencia» (lo que me parece grave, porque debiese haber una excelencia universal). No es inclusiva, es sumamente discriminatoria y tampoco acaba con el problema de raíz.

Sabe ministra lo que molesta de #AdmisiónJusta, es que se llenan la boca hablando de esfuerzo y mérito, yo les pregunto ¿Qué saben ustedes de esfuerzo, si han nacido en cuna de oro?

Constanza González Pavez
Profesora de Historia, geografía y ciencias sociales

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