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Ciudadanos de segunda clase y partidos abultados Opinión Crédito: Agencia Uno

Ciudadanos de segunda clase y partidos abultados


Tras el proceso de modernización y reforma de los partidos que se realizó en el año 2016, la Ley sobre votaciones populares y escrutinios (Ley 18.700) estableció el refichaje de los militantes de los partidos, con el objeto de sincerar la militancia y actualizar los padrones.

El problema fue que quiénes pertenecían a un partido no dejaban de militar en sus filas por el solo hecho de no reficharse, sino que -además- debían renunciar  ante el Servicio Electoral al partido en el cual se militaba.

Por ende, hoy día miles de personas que pertenecían a un partido y no se reficharon tienen su militancia suspendida, pero siguen siendo  militantes. Estas personas creen que son independientes, pero no lo son.  De hecho no pueden postular como candidatos independientes en las próximas elecciones de gobernadores regionales, alcaldes y concejales, que serán en octubre del 2020. Solo podrían hacerlo como candidatos del partido al cual pertenecían. Tampoco pueden votar en una primaria por una alianza distinta a la de su partido. En esta situación  se encuentran 661 mil personas aproximadamente.

[cita tipo=»destaque»]La cantidad de personas refichadas y/o inscrita en los padrones de los partidos no se condice con la participación real en las elecciones internas de estos, es otro problema que está  afectando a nuestra democracia.[/cita]

Las personas que quieran inscribirse como candidatos independientes, no pueden haber estado afiliados a un partido 9 meses antes del vencimiento del plazo para presentar las  candidaturas. Es decir, el 25 de octubre de este año los candidatos a las elecciones municipales y de gobernadores regionales deberán haber renunciado  a sus partidos .

Por otra parte, la cantidad de personas refichadas y/o inscrita en los padrones de los partidos  no se condice con la  participación real en las elecciones internas de estos s, es otro problema que está  afectando a nuestra democracia. Es una anomalía impropia de un sistema de partidos sanos que los actuales partidos políticos promedien unos 25 mil militantes cada uno y que su participación en elecciones internas oscile entre un 45%(PS) y el 8%(RD).

Para resolver lo anterior proponemos:

  • Frente al problema de las personas que no se reficharon pero siguen siendo militantes con derechos suspendidos, debe legislarse en el sentido de interpretar el no refichaje como renuncia al partido al que se pertenecía.
  • Frente al problema que significa para la democracia que la existencia de los partidos esté ligada a una cantidad de militantes como porcentaje de los electores de cada región incentivando a cumplir metas de número de militantes más que de militantes reales, la existencia de los partidos y su continuidad debiera estar ligada a la obtención de un mínimo de votos en las elecciones abiertas, como ocurre en la mayoría de las democracias en el mundo.
  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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