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Automatización laboral: responsabilidad compartida Opinión

Automatización laboral: responsabilidad compartida

Christofer Astudillo
Por : Christofer Astudillo Magliona Abogados
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Se acaba de iniciar la huelga del Sindicato Interempresa Líder –el más grande del sector privado del país–, la que se ha traducido en el cierre de 139 locales de la empresa Walmart en el país. Más allá de las reformas salariales, el trasfondo de la negociación es una problemática que no es exclusiva de la empresa y ni siquiera del retail: la inevitable automatización laboral.

Este conflicto no es más que una prueba de la necesidad tanto del gobierno, de las empresas y de los propios trabajadores de hacer frente a esta “Cuarta Revolución Industrial”, la que llega con nuevas tecnologías como son la automatización, la robótica y el internet de las cosas.

Sin embargo, al contrario de lo que se cree y de lo que fundamentan las organizaciones sindicales, la automatización no necesariamente implica prescindir de trabajadores. Por el contrario, trae consigo la creación de nuevos puestos pero tal vez con otras característivas y nuevos quehaceres. El punto es que este nuevo trabajo, la reconversión de los antiguos puestos, requiere de nuevos conocimientos, estudios y polifuncionalidad.

El gobierno ya ha presentado un proyecto de reforma laboral con la que, entre otras cosas, se quiere modernizar al SENCE, para que sea una herramienta más eficaz para la capacitación y reconversión del empleo. Probablemente, esta reforma no sea suficiente para enfrentar el problema, pero al menos existirán incentivos, recursos y normas que tiendan a disminuir la precariedad laboral que pueda llegar con la transformación digital.

Ya instalados en este escenario, no podemos dejar que el gobierno resuelva todo ni que las empresas se hagan cargo completamente, ya que ellas buscarán aumentar su productividad a través de las tecnologías disponibles.
La reconversión laboral es responsabilidad de todos: estado, empresas, trabajadores, ciudadanos y estudiantes, en fin. Todos debemos tomar las decisiones correctas, analizar el momento digital que vivimos y que implica enormes desafíos y grandes esfuerzos también. La economía digital impacta todos los quehaceres y áreas, partiendo por las empresas, pero no en una forma negativa, pues ésta es la que propicia el crecimiento económico y mejora la calidad de vida de todos.

Es el momento de plantearse los desafíos en términos del capital humano que este tiempo requiere y de evaluar las competencias, habilidades y plataformas necesarias para enfrentarlo.

En ese escenario, es fundamental que logremos entender los nuevos perfiles que se demandan y mirar más allá de la educación tradicional. Para la reconversión de puestos, los cursos cortos, la formación técnica y especialmente en áreas de la programación, son buenas herramientas para lograr el éxito laboral. Puntos que son necesarios tener en cuenta para que un conflicto como éste, llegue a buen término.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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