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Clínica Las Condes y marketing

Por: Constanza Micolich V., y Fernando Manriquez V.


Señor Director:

En las últimas semanas la Clínica Las Condes ha lanzado una llamativa campaña con gigantografías donde se muestra a una niña que se ha operado las amígdalas y un niño que se ha hecho una circuncisión, con la frase «lo simple, lo hacemos mejor que nadie”. Estos anuncios a simple vista son indistinguibles de aquellos de telefonía móvil o marcas de ropa, lo que conlleva varios problemas éticos. En primer lugar, ningún acto médico está exento de riesgos y en particular, los procedimientos quirúrgicos tienen mayor incidencia de complicaciones. Por esto es que existe, dentro de otras razones, un proceso de consentimiento informado que debe realizarse entre médicos y pacientes antes de realizar una cirugía y que se materializa en un formulario que ambos deben firmar. Los médicos no pueden asegurar resultados, sino sólo que han puesto todos los medios para lograrlos. Promover ideas erróneas en la población con respecto a los riesgos es irresponsable y tiene un impacto social en las expectativas de las personas al acceder a aquellas prestaciones de salud. Este tipo de prácticas fomenta que las instituciones de salud privadas entren en las mismas lógicas de competencia que las del retail en la carrera por captar clientes. Por otra parte, cuando existe un sistema de salud fragmentado y desigual como el nuestro, resulta al menos violento la caracterización de prestaciones de salud como si se trataran de un bien de consumo. Esto no hace más que desgarrar la confianza en el sistema público de salud que atiende a la gran mayoría de los chilenos, y sobre todo daña el rol fiduciario que tiene la profesión médica con la ciudadanía.

Constanza Micolich V.
Fernando Manriquez V.

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