Publicidad

Consideraciones al debate sobre los cambios curriculares desde la perspectiva de una profesora

Por: Elena Romero Pérez


Señor Director:

La actual discusión acerca de los cambios curriculares tuvo hoy otro episodio en el congreso, instancia en la cual hubo intervenciones de distintas/os representantes de instituciones y organismos, desde el CNED, premios nacionales de Historia, así como también el presidente del colegio de profesores.

Como directora de una Escuela que forma a futuros profesores de Historia y Geografía, y como profesora que ha trabajado formando profesores y profesionales de distintas disciplinas, no puedo sino señalar que la reivindicación de la obligatoriedad de Historia, Artes y Educación Física no es una discusión mezquina, una lucha disciplinar ni una batalla por la que se busca solamente una permanencia de horas vinculadas a las posibilidades laborales. La reivindicación ha permitido visibilizar, una vez más, las profundas desigualdades del sistema educacional y de la sociedad en general; sobre todo cuando se cita como ejemplo de la implementación de modelos curriculares flexibles a colegios de elite, que cuentan con recursos disponibles que distan muchísimo de los que disponen los establecimientos de la mayoría del país.

Tampoco se trata de caricaturizar la diversidad de opiniones ni de una dicotomía entre el número de horas y “simples” cambios de nombres de asignaturas; menos aún de responsabilizar a un gobierno o a otro, como se ha querido mostrar por parte de la coalición del gobierno actual.

Llama la atención que se ha alabado el modelo finés, el que es un ejemplo de buenas prácticas. No obstante, tomarlo como prototipo no es posible sin considerar como puntos de partida las condiciones materiales de los establecimientos chilenos, ni la precariedad laboral de muchos de los profesores del país.

Por otra parte, no es cierto que en tercero medio solo se repitan contenidos trabajados antes, casi como si estos no tuvieran importancia. Al revisar el programa de este curso, es fácil constatar que se abordan procesos tan importantes como el quiebre de la democracia y la recuperación de esta en Chile. Por ende, tampoco esta asignatura en la práctica es casi un electivo u optativo, considerando además que los contenidos del actual tercero y cuarto medio son importantes de conocer, recordar y proyectar. En la misma línea, la ministra Cubillos señaló en un tweet en mayo que dichos contenidos estarían cubiertos y asegurados en los programas de la reforma curricular. A casi un mes de dicha afirmación, no podemos comprobarla ya que aún no contamos con los documentos que darían cuenta del currículum que pretende ser implementado desde marzo de 2020, es decir en menos de un año.

Finalmente, esta no debiera ser una discusión que se centre en la teoría del empate político ni en responsabilizar a uno u otro gobierno por las características de la actual reforma.

La Historia importa y debe ser una política de Estado. Un ejemplo de ello es que al revisar las actas del CNED, podemos comprobar que Historia y Geografía no era asignatura optativa hasta mayo de 2019, contrario a lo que fue señalado por algunos intervinientes en la sesión.

Elena Romero Pérez
Directora de la Escuela de Educación en Historia y Geografía
Universidad Católica Silva Henríquez

Publicidad

Tendencias