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Elecciones en India: Las más grandes y complejas del mundo democrático Opinión

Elecciones en India: Las más grandes y complejas del mundo democrático

Mladen Yopo
Por : Mladen Yopo Investigador de Política Global en Universidad SEK
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Es probable que la gente conozca India por fotos del Taj Mahal o de pobreza, de novelas como “Kim de la India” de Rudyard Kipling  o Pasaje a la India de E.M. Forster o por películas como “Ghandi”, “Come, Reza y Ama”, “Slumdog Millionaire”, “Vida de Pi”, “El Exótico Hotel Marigold” y otras músicales. Pero es poco probable que conozca esa India que emerge como potencia futura (esa que ya llegó en una misión espacial al planeta Martes el 2014), esa que este año podría convertirse en la sexta economía del mundo creciendo al 7.1% o esa que enfrenta el mayor proceso electoral del mundo.

Independizada tras un largo proceso de resistencia en 1947 (la resistencia empezó en 1857), este país de Asia catalogado en un artículo del diario El País como “Tigre con dientes de leche” (aunque habría que agregar con garras atómicas por su arsenal nuclear), inició el 11 de abril un largo proceso electoral en 7 etapas (finaliza el 19 de mayo y los resultados se dan el 23) para elegir su Lok Sabha (Cámara de Diputados) número 17 y nominar al gobierno nacional, elegir las autoridades federales y locales, y tras ello su Rajya Sanha (Senado).  

En esta república parlamentaria federal de 1.340 millones de habitantes (cifra del 2017) y que sobrepasará poblacionalmente a China en unos años, tienen derecho a voto todos los mayores de 18 años, lo que da 900 millones de votantes (432 millones mujeres y 543 millones hombres), de los que 15 millones tienen entre 18 y 19 años. De ellos, votan electrónicamente cerca del 67%;  la abstención cayó de 39% en 1967 a 33,6% en 2014 cuando fue electo por 5 años el actual Primer Ministro Naredra Modi (Infobae 15/05/2015) y ello con voto voluntario.

La institución que organiza y dirige el proceso electoral es la Comisión de Elecciones de la India y también fiscaliza a la Corporación Electrónica de India y la Bharat Electronics Limited, dos empresas públicas que desarrollan la tecnología electoral electrónica. Según la Comisión de Estadísticas Electorales, hay más de un millón trescientas mil máquinas electrónicas de votación (EVM) en uso y que son capaces de registrar 302 votos por máquina (bcn.cl-Programa Asia Pacífico 26/04/2016), de 64 candidato e incluyendo la opción “ninguno de los anteriores”.  Por primera vez, 1.66 millones de miembros de las FF.AA. y de las Fuerzas de la Policía Armada Central recibirán papeletas electrónicas para emitir sus votos (aa.com.tr/es 10/04/2019).

Como se puede suponer, este proceso requiere de una gran logística. Cerca de un millón de colegios electorales, más de 11 millones de funcionarios (electorales y de seguridad-FF-AA), costo por los 7.200 millones de dólares y una gran logística (no sólo las EVM) para dar cumplimiento a las reglas electorales de la India que expresan que debe haber un lugar de votación a menos de 2 km. de cada casa. Imaginemos, entonces, las dificultades en poblaciones que hablan el hindi, inglés y otros 22 idiomas a lo que suman decenas de dialectos locales más. Ocho grandes religiones (hinduismo 79,8%, islam 14,2%, cristianismo 2,3%) y decenas de credos locales más cruzando el proceso electoral y compitiendo por prevalecer (incluso se ha hablado de una suerte de talibalismo hindú en contra de poblaciones islámicas en algunas partes de la India). El desplazamiento a través de 3.3 millones de km2 y ello sin tomar en cuenta las dificultades geográficas (el Himachal Pradesh, por ejemplo, está a 4.400 mts. de altura), políticas (grupos armados maoístas rurales o en provincias difíciles/terrorismo como en la Cachemira disputada con Pakistán, etc.) o el secuestro de urnas o votos falsos en zonas alejadas (se usa tecnología de reconocimiento facial).  

Nos es casualidad, entonces, que el ex jefe de la Comisión de Elecciones, S.Y. Quraishi relate con detalle en su libro “Una maravilla indocumentada: la creación de la gran elección de la India” las dificultades pero también el gran orgullo de la eficacia/eficiencia lograda en los procesos electorales desde 1951, por ejemplo, al expresar: “Al comienzo puede sonar divertido, pero todas las formas de transporte desde las más primitivas hasta las ultramodernas (elefantes, camellos, botes, ciclas/supongo que son bicicleta, helicópteros, trenes y aviones) se  usan para llegar a los votantes y para trasladar personas y materiales (incluyendo las máquinas de votar) por desiertos, montañas, llanuras, bosques, islas y zonas costeras” (BBC 11/04/2019).

Para la Lok Sabha o Cámara de Diputados (545) compiten más de 450 partidos (hay cerca de 2.300 partidos registrados) con más de 8 mil candidatos para elegir a 543 representantes en forma directa a partir de una mayoría simple  (dos están reservados para la comunidad anglo-india y los designa el Presidente). Hay también discriminación positiva con 131 curules asegurados para las castas más bajas (hay más de 2 mil a pesar de estar abolidas por ley). Es esta Cámara la que elige al Primer Ministro (se necesitan al menos 272 votos) y permite formar gobierno por tanto.

Dado la cantidad de partidos y candidatos, otro desafío es la adjudicación de símbolos a cada uno de ellos para que los votantes los puedan identificar desde sus distintos anclajes culturales e incluso el analfabetismo. En los noventas, el hombre encargado de ello era MS Sethi y un equipo que les adjudicaba un símbolo cotidiano: como una mesa, un teléfono, una silla, un cepillo de dientes, etc.(BBC 11/04/3019).

El Presidente lo elige Rajya Sabha – Cámara Alta (245 bancas), y 233 de ellas representan por designación proporcional las subdivisiones del país y sus asambleas legislativas (elección indirecta): léase 29 estados con gobierno federal más 7 territorios administrados centralmente. Doce de las sillas senatoriales restantes son designadas por Presidente entre figuras de la ciencia y la cultura. Si bien es el Primer Ministro el que conduce al país, el Jefe de Estado es el Presidente, y como tal es el comandante en jefe de las FF.AA. y tiene la potestad de disolver el Parlamento, en la práctica su rol es protocolar. Desde 2017 el Presidente es Ram Nath Kovind (14°) al recibir la mayoría de los votos de esta Cámara y derrotar a la ex Presidenta de la Lok Sabha, Meira Kumar.

Desde su independencia la vida política de la India ha estado dominada por el Partido del Congreso Nacional Indio de tendencia laica y plataforma socialdemócrata (centro izquierda), liderado por la familia Nehru-Ghandi, hasta que 1977 por primera vez perdió unas elecciones. Desde los noventas, en todo caso, viene ganado peso el Partido Popular de la India  (Bharatiya Janata Party), entidad que se declara hinduista y conservador, el del actual Primer Ministro Narendra Modi quien va por su reelección a través de la Alianza Democrática Nacional formada por 20 partidos (entre ellos los derechista Shiv Shena, Janata Dal y Shiromani Akali Dal – globalvoices.org 12/04/2019).

La actual alianza gubernamental ha tenido aciertos y desaciertos. Entre los primeros destaca la eliminación de trámites para nuevas empresas (facilita la inversión externa e interna), modernización infraestructura, la ley de bancarrota que limpia el sistema, unificación de impuestos indirectos en una especie de IVA, un 7.1% de crecimiento y un IPC razonable de 4.9%en 2018 de acuerdo a datomacro.com (aunque subiendo en el 2019), que India escala 65 puestos en países con mayores facilidades para hacer negocio, proyectos como “Make in India” que promete 100 millones de puestos de trabajo. Entre los temas que ha evitado el Primer Ministro y reclamados por su sector están  la reforma laboral, ley del suelo y privatización de empresas públicas ineficientes. Y, entre los escollos, están la continuidad de las castas, una pobreza extrema que llega al 13.4% y un PIB per cápita aproximado a los US$ 2 mil (www.ceicdata.com), más de 20 millones de niños sin vacunas por desinformación, una cesantía del 6% o más sin contar el sector informal, tener 20 de la ciudades más contaminadas del mundo, no contar con propuestas para financiar el agro y terminar endeudamiento (RKM que representa 1985 organizaciones llamó a votar en contra de Modi), la política de divisas que es rechazada por cientos de artistas por amordazar la disidencia y la discusión, etc.

Quizás el mayor problema de Modi se dio en noviembre de 2016, cuando anunció por sorpresa el retiro de circulación de los billetes de 500 y 1000 rupias (el 86% del efectivo del país). Esta medida de desmonetarización y conocida solamente por el Primer Ministro y el Presidente de la Reserva Federal (RBI), pretendía recuperar miles de millones no declarados que alimentan la economía informal (esta ocupa 9 de cada 10 empleos). Pero como dice el diario El País del 12/05/2019, “si la medida fue sorprendente, mayor asombro fue ver que un 99,3% del dinero retornó a los bancos”, es decir fue blanqueado previamente en acciones, oro y bienes e inmuebles. Los efectos, al final, fueron perdidas por cifran cercanas los 29.000 millones de euros, perdida 1.5 millones de empleos, baja del crecimiento al 6.1% la primera mitad del 2017 al golpear la producción y la construcción, el no pago de salarios 150 millones de personas por una semanas, un centenar de muertos, etc. El gobierno justificó la medida como una forma de combatir la supuesta financiación terrorista, además de formalizar y digitalizar la economía.

El principal rival de Modi es Rahul Gandhi, el bisnieto de Jawaharlal Nehru, primer gobernante de India tras su independencia, nieto de Indira Gandhi e hijo de Rajiv Gandhi, que también fueron primeros ministros (y ambos fueron asesinados) con su partido Congreso Nacional Indio y su Alianza Progresista de 25 partidos. Los planteamiento de Gandhi tienen un fuerte sentido social como la crisis agraria (hay deuda y fuerte caída de los precios en un área que afecta al 70% de la población trabajadora) y desempleo (un ejemplo: el ministerio de Ferrocarriles de India informó que en marzo recibió 20 millones de solicitudes para unos 100.000 puestos), una ley de reserva de mujeres en parlamento (medida de discriminación positiva), doble asignación a fondos de educación, reformar propiedad medios de comunicación, plan de ingresos mínimos (US 1034) para el familias del 20% más pobres, etc.

Hasta hacía algún tiempo Modi parecía imbatible, no sólo ganaba todas las elecciones, sino que lo sondeos decían que los indios lo adoraban. Sin embargo y como lo expresa un artículo de eldiario.es del 02/01/2019, en diciembre 2018 esta percepción cambia un tanto con el triunfo del Congreso Nacional Indio en tres elecciones estatales en los estados rurales de Rajasthan, Chhattisgarh y Madhya Pradesh, lo que demuestra que los indios están dispuestos a votar en contra de su partido o líder.

La principal preocupación del BJP de Modi es que esta caída ha sido casi uniforme tanto en las zonas rurales como urbanas, y las preocupaciones apuntan a que «si el BJP se empieza a desesperar, puede ser que se sientan tentados a utilizar temas que dividan más como la seguridad nacional y las amenazas internas» como la sobre la protección de las vacas (de los musulmanes), la salvación de las niñas hindúes (de la conversión al islam),  la construcción de un templo en la ciudad norteña de Ayodhya sobre las ruinas de una mezquita medieval demolida (The Guardian 09/12/2018), quitarle el estatus especial a Cachemira y Jammu como lo prometió Modi, etc. Es decir, hablamos de una cruzada hinduista nacionalista.

No hay que olvidar que Cachemira es un territorio en disputa entre India y Pakistán (dos potencias nucleares), y fue escenario de una peligrosa y reciente escalada luego de que (14/02/2019) un terrorista suicida asesinara a 41 soldados indios. Nueva Delhi reaccionó con un bombardeo aéreo sobre un presunto campo de terroristas en suelo pakistaní, lo que motivó una respuesta de la Fuerza Aérea de ese país. India derribó un caza paquistaní, pero perdió uno de sus aviones y el piloto terminó siendo capturado. La tensión disminuyó luego de que Islamabad lo liberara ileso. No fueron pocos los observadores que notaron lo conveniente de esta escaramuza para el discurso nacionalista de Modi a pocas semanas de las elecciones. Particular preocupación para la India es la relación de Pakistán y sus servicios secretos con grupos terroristas que atentan contra territorio indio usando suelo paquistaní como bases (asiatimes.com. 10/03/ 2019).

El discurso del nacionalismo en el escenario electoral  también encuentra campo fértil en la relación con China con quien comparte cerca de 4000 kmts. de frontera subsistiendo varios puntos en disputa o sin acuerdo expreso, además de una balanza comercial deficitaria (aunque sea estructuralmente deficitaria). Pero los temas con China no se agotan ahí. India percibe que el creciente nexo China-Pakistán es una preocupación no sólo para ellos.  El brigadier ® de Instituto de Estudios de Defensa y Análisis (IDSA) Gurmeet Kanwal, por ejemplo, ha dicho que “el creciente nexo China-Pakistán en términos de armas nucleares, misiles y otros equipamiento militares es un asunto de preocupación de la India así como de otros países de la región”, pero la preocupación es más profunda y se relaciona al crecimiento económico y militar de China y su influencia/condicionamiento en el mundo”. Ante esto Gurmeet Kanwal dice India debe unirse a EE.UU. y a otros socios estratégicos como Australia, Japón, Singapur, Corea del Sur y Vietnam para establecer un marco de seguridad cooperativa que provea seguridad y estabilidad en el Indo Pacífico, para la seguridad del patrimonio global y para enfrentar las contingencias que puedan aparecer” (sundayguardianlive.com 02/03/2019). En este entendido y con el constructo Indo-Pacífico, India empieza a jugar un rol central en el devenir mundial, rompiendo con la marginación que lo ponía el concepto Asia-Pacífico y los intereses geopolíticos que representa a partir de la rivalidad EEUU-China. Por lo mismo, el Primer Ministro Modi dijo el 2018 que “el Indo Pacífico es una región natural. Es también el lugar de una vasta formación de oportunidades y desafíos. Con el paso de cada día estoy crecientemente convencido que el destino de los que vivimos en esta región está unido” (theconversation.com 14/01/2019).

A pesar de que los resultados los sabremos el 23 de mayo, Europa press del 09/04/2019 auguraba que “la coalición liderada por el partido Bharatiya Janata (BJP) del actual Modi, reeditaría su mayoría absoluta en las elecciones generales según la media de las encuestas publicadas, pero hay algunos que la sitúan ligeramente por debajo de los 273 diputados que necesita para garantizarse el control del Parlamento. En todo caso, es difícil prever el resultado final en medio del triunfo de la colación de Rahul Ghandi en tres provincias rurales,  del ciclón Fani calificado de «extremadamente severo» con vientos de hasta 195 kilómetros por hora, de la tecnología como WhatsApp donde la India es el mercado más grande e importante del mundo y un sin número de variables más. En todo caso, es una elección fascinante.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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