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Esperando la llegada del valor público en los servicios de salud

Por: Valeria Morales


Señor Director:

La señora Rosa de 76 años residente en la comuna de San Ramón, se levanta a las 4:30 de la mañana cada lunes de la semana para llegar a más tardar a las 5:30 am a las puertas del Hospital Padre Hurtado. Está en el puesto 50 de la fila y son las 7:00 de la mañana para cuando empiezan recién a darle números para pedir sus horas, porque si, por cada hora a tomar se tiene que pedir un número, y ella necesita para su control de hipertensión, psicología, retiro de alimentos y medicamentos (cada uno con su respectivo Carnet de control).

¿Dónde está el valor público del servicio de salud?, hago esta pregunta por qué yo y las 150 personas que alcanzaron números y las otras 100 que deben volver al día siguiente un poco más temprano a ver si quedan horas rezagadas no lo vemos. Muchas de estas personas son adultos mayores, mujeres embarazadas y otras con enfermedades crónicas, esperando en la intemperie para solicitar un servicio que está estimado como un derecho, ese derecho social que se ve vulnerado innumerables veces por los servicios de salud públicos.

Solo haciendo que los usuarios ocupen sus inmediaciones para esperar la atención se generaría un cambio para las personas y solo es querer tener voluntad para poder realizarlo. Y si se quiere generar un cambio aún más grande, se podría avanzar en generar alguna matriz de datos que logre agrupar todas las especialidades que cada paciente puede tener, generándole a este último una mayor independencia, haciendo a la vez que el servicio sea más eficiente.

Ahora a la señora Rosa aún le quedan unos cuantos lunes a la intemperie, junto a otras tantas personas que requieran de una hora para tratar alguna enfermedad o control.

Valeria Morales

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