La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, se enfrentará a un voto de no confianza dentro de su propio partido tras recibir críticas por el acuerdo al que llegó con la Unión Europea sobre el Brexit.
La primera ministra británica, Theresa May, se enfrentará a un voto de no confianza dentro de su propio partido este miércoles.
Los parlamentarios del Partido Conservador, el cual lidera, deberán votar entre las 6 y las 8 de la tarde si May se mantiene al mando o si debe ser reemplazada.
«Disputaré este voto con todo lo que tengo», respondió May en una aparición ante la prensa en la que no admitió preguntas.
La líder del Ejecutivo asumió el mando del gobierno poco después de la consulta sobre el Brexit en 2016, ha sido criticada por miembros de su partido por el acuerdo de salida al que llegó con la Unión Europea (UE).
Necesita ser respaldada por al menos 158 los parlamentarios de un total de 315 y, si esto sucede, su liderazgo no podrá ser puesto en cuestión durante al menos un año.
Si pierde la votación, por el contrario, se abrirá un proceso para elegir a un nuevo líder del Partido Conservador y ella no podrá presentarse.
Dado que se trata del primer partido en la actualidad en el Parlamento británico, se espera que su líder se convierta también en el primer ministro del país.
May aseguró que materializar el Brexit fue una de sus prioridades desde que tomó el poder y el fin al que se ha «dedicado» durante su gobierno. Al contrario de lo que piensan sus detractores, ella cree que este proceso es «alcanzable».
Advirtió que buscar un nuevo líder significaría tener que postergar la salida de la UE, que ahora está programada para el 29 de marzo de 2019, y que podría incluso suponer que esta no llegue a producirse.
El parlamento británico tenía previsto votar este martes el acuerdo de salida alcanzado entre May y la UE después de intensas negociaciones.
Pero, un día antes, la ministra decidió posponer la votación y anunció que se reuniría con líderes europeos para intentar rescatar el pacto y que este se pudiera aprobar, como muy tarde, el 21 de enero.
Este giro vino después de que se hiciera claro que el acuerdo no iba a salir adelante en la Cámara de los Comunes.
May viajó esta semana a distintas ciudades del continente para reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro holandés, Mark Rutte; el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
El principal escollo del borrador es la salvaguarda sobre la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, una de las cuatro naciones que componen Reino Unido. Esta establece que mientras Londres y Bruselas no encuentren una forma de evitar el regreso de una frontera física (con aduanas y puntos de control), Irlanda del Norte deberá permanecer dentro de la Unión Aduanera.
Esta es una medida a la que se opone un número significativo de aliados de May en el parlamento.