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Crédito: BBC Mundo
En la Caravana de migrantes de Tijuana, centenares de personas, incluyendo mujeres y niños, intentaron cruzar a EE.UU. este domingo saltando una valla en la frontera con México.
Este lunes, las autoridades aztecas confirmaron que ya se hizo efectiva la deportación de casi un centenar de migrantes centroamericanos que intentaron entrar a Estados Unidos este domingo cruzando la frontera por el estado de Tijuana.
«Hasta anoche (domingo), son 98 personas las que fueron puestas a la disposición del Instituto Nacional de Migración (INM) o fueron aseguradas por personal del propio instituto y han sido deportadas», dijo este lunes en una entrevista telefónica con la cadena Televisa el comisionado del INM, Gerardo García Benavente.
El funcionario destacó que se trata de una cifra preliminar sujeta a revisión. Previamente, la Secretaría de Gobernación de México (SEGOB) había anunciado la deportación de unos 500 de estos migrantes.
Estas personas fueron repelidas por agentes del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras estadounidense, quienes recurrieron al uso de gases lacrimógenos para dispersar al grupo, en el que se hallaban mujeres y niños pequeños.
«Dichos actos de provocación, lejos de ayudar a sus objetivos, atentan contra el marco legal migratorio y pueden resultar en un grave incidente en la línea fronteriza», advirtió la SEGOB.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, urgió este lunes a México a deportar a los miembros de la caravana y aseguró que muchos de ellos son «delincuentes de sangre fría» y anadió «Háganlo por avión, por bus, de la manera que quieran, pero ellos no van a venir a Estados Unidos. Cerraremos la frontera de forma permanente si hace falta. Congreso, financia el muro», escribió Trump en su cuenta de Twitter.
La mayor parte de los migrantes que forman parte de la caravana proceden de Honduras. Aseguran que intentar huir de las condiciones de pobreza y de violencia en las que viven en su país.
Se estima que unos 7.400 migrantes centroamericanos se encuentran concentrados en las ciudades de Tijuana y Mexicali, en el estado mexicano de Baja California, lo que ha sido motivo de crecientes tensiones en esas localidades.
