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La mujer, que prefirió resguardar su identidad, entregó detalles de lo sucedido ese día.
Una de las profesoras, que asegura ser víctimas del robo de sus vehículos en la comuna de Ercilla que terminó con la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca, entregó su versión de los hechos en una extensa entrevista a CNN Chile.
La mujer, que prefirió no identificarse, relató que ese día «aparece del lado derecho un joven, un sujeto encapuchado gritándonos muy feo con mucho garabato, nos decía ‘para el auto conchetumadre’, ‘bájate conchetumadre’».
La docente detalló que eran cuatro hombres quienes las intimidaron. Y uno de ellos portaba un fierro, al que identificó como una escopeta. «Los niños quedaron choqueados. La niña se desmayó, me gritaba a mí. Y en eso no sé cómo salió el otro tipo que estaba, agarró mi auto y se lo llevan. Nosotros no alcanzamos a parar, o si no los autos que vienen atrás nos habrían pasado por encima», dijo la mujer.
Tras denunciar el robo, las llevaron a constatar lesiones y en ese lugar se enteraron de que había pasado algo más grave: «Cuando nos trajeron acá a Ercilla a constatar lesiones y todo, y nos llevaron después a Collipulli, porque acá no había médico, cuando llegamos allá alguien dice que había un comunero herido y que le habían disparado en la cabeza».
«Me sentí tan mal. Yo lloraba, lloraba, lloraba, porque yo sentía que por mí culpa, yo me sentía muy culpable, estuviera pasando todo esto. Realmente me da pena que la gente piense que nosotros estamos haciendo un montaje», sentenció.
