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Renovación Nacional, el partido de mejor conexión con la «calle» durante la crisis, y el mayor «peligro» para La Moneda PAÍS

Renovación Nacional, el partido de mejor conexión con la «calle» durante la crisis, y el mayor «peligro» para La Moneda

Hernán Leighton
Por : Hernán Leighton Periodista de El Mostrador
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RN terminó por anotarse lo que ellos mismos califican como un “triunfazo”, ya que a La Moneda no le quedó otro camino que enrielarse a la tesis tempranamente planteada desde su partido y que terminó de fraguarse la noche del domingo en la casa del Presidente Sebastián Piñera: una nueva Constitución. Con fuertes cuestionamientos desde sus pares de coalición, finalmente la colectividad liderada por Mario Desbordes fue la que, sin pedir permiso, se transformó en el puente de negociación que logró en algún grado “ablandar” a una oposición que le estaba complicando las cosas al Ejecutivo más de la cuenta. Desde recién iniciado el Gobierno que en la tienda se han sentido poco valorados, considerando su condición de partido “más grande”, y si bien todos se sintieron descolocados cuando quedaron fuera del comité político, entienden que se han hecho más fuertes al lograr una mejor conexión con la calle. Y esa sintonía, que es precisamente la que el Gobierno no logra tener, los convierte en el mayor peligro para la cohesión de la coalición gobernante.


Desde Renovación Nacional no dudaron en calificar como un triunfo que el Gobierno haya tenido que ceder a su tesis inicial de una nueva constitución, la misma que 48 horas antes, desde La Moneda se habían negado a aceptar. La presión de la calle, pero también del partido que mejor ha conectado con las demandas sociales en el oficialismo, terminaron por correr el cerco a regañadientes de sus pares de la UDI y Evópoli, que aún creen que el Gobierno “ha cedido más de la cuenta”, desde 18 de octubre.

Hoy fuera del comité político, y con un cariño desgastado desde mediados del primer año de gobierno, RN se terminó por transformar en la tienda que a la fuerza ha ido abriendo las discusiones en el parlamento. Los desmarques de sus hombres fuertes, y la relativización de las lealtades “mal entendidas”, transformaron a la tienda ubicada en avenida Antonio Varas, en el peaje entre la administración, su agenda legislativa y la eventual apertura de la ex Nueva Mayoría para discutir los temas de mayor interés, sin pedirle permiso a nadie.

Es así como tanto desde la UDI y Evópoli, no dudan, sin micrófono, en acusar de deslealtad no sólo con el Gobierno, sino con sus pares, de “salvarse solos”, a quienes se atribuyen dos “goles” en el último minuto. Primero, haber instalado “una mayor conciencia social” de parte de La Moneda, y el que se haya abierto a una nueva constitución. Si bien en un principio sintieron como un portazo el que la participación ciudadana sería sólo a través de un plebiscito ratificatorio, el que se hayan abierto a conversar con los demás representantes en el Congreso, es la luz para cerrar un círculo virtuoso como lo entienden en la colectividad.

Nadie en el partido puede negar que el último cambio de gabinete los tomó a todos por sorpresa, y que la molestia y la rabia se hicieron sentir “fuerte” en la interna, pero que por un tema de imagen, no han reaccionado públicamente, ya que la posición pública de su presidente Mario Desbordes, había sido la de que no importaba que se eligiera más o menos representantes de su partido, en el entendido de una crisis mayor.

Para algunos, la determinación presidencial de dejarlos fuera de la mesa de decisiones en La Moneda respondería sólo a un diseño piñerista, pero para varios más, aquello fue una pasada de cuentas por el actuar que ha tenido el partido. El nombre del responsable, más allá de la facultad solo presidencial, tiene nombre y apellido, Cristián Larroulet, señalaron.

El poder en las sombras del jefe de asesores del segundo piso de la casa de Gobierno, ha sido objeto de múltiples críticas desde RN, lo acusan de siempre decidir por cualquiera que no sea de la tienda a la hora de designar cargos, pero también, de ser uno de los culpables de las tardías reacciones que se le ha atribuido al Ejecutivo en medio de la crisis. Esto se debería a su “sesgada defensa a ultranza del modelo”, señalaron.

Desde el partido liderado por Mario Desbordes, señalaron que desde instalado el Gobierno, nunca se les habría reconocido su valor como el partido más grande, y parte de esa crítica se ha hecho carne en un cariño cada vez más desgastado. Quizás el punto más álgido de los desencuentros, fue la ausencia del Presidente Sebastián Piñera en el último aniversario del partido, en la ocasión, desde palacio se excusaron señalando que se debió a que el jefe de Estado venía llegando desde un viaje a China, pero no muchos creyeron en esa versión, más bien, lo tomaron como una potente señal. Desde la bancada del partido se han quejado incansablemente de no ser escuchados, situación que llevó a la amenaza real de un “banderazo”, que tuvo a todos los diputados dispuestos a manifestarse en las afueras de la casa de Gobierno, y que se desactivó con una cita entre el presidente del partido y el Presidente Piñera.

Desde la Cámara de Diputados son enfáticos en señalar que desde un tiempo a la fecha, en los almuerzos de bancada se ha llegado a un consenso implícito de “no más cartas en blanco”, a La Moneda, esto en respuesta a lo que califican de mal trato de parte del Ejecutivo, que aunque se los haya prometido en innumerables ocasiones, seguía sin considerar su opinión, y menos discutir con antelación los proyectos a enviar. Es así como explicaron que si bien antes había un grupo “muy piñerista”, este se ha ido licuando, y mirando más hacia adentro, hacia los intereses partidarios, y que aquello que en un principio se repetía como mantra, ya no se escucha tan continuamente, como lo es la responsabilidad de ser el partido de Gobierno.

Con eso explican parte de del actuar de un partido que se logró posicionar como bisagra y protagonista, no sólo en esta última discusión, sino que también en pasadas, la pérdida de afecto, señalaron, de alguna manera entrega mayores grados de independencia. Esa es una mirada, la otra, también apunta a la desenfrenada carrera presidencial que ha entregado espacios que no se pueden dejar pasar, como lo son la baja en las aprobaciones en general, y las más baja en la historia de un Presidente.

Para el director del centro de análisis de la Universidad de Talca, Mauricio Morales “que haya sido sancionada por La Moneda para excluirla del comité político, dice que para Piñera es mucho más cómodo hoy sentarse con gente de la UDI, e incluso de Evopoli, que sentarse con gente de su propio ex partido, porque los que están defendiendo a rajatabla las instituciones heredadas del régimen de Pinochet, están hoy colgadas del cuello de Piñera, no lo dejan reaccionar, mientras que RN ya está corriendo con colores propios. Esto puede implicar un quiebre coalicional dependiendo del resultado al que se llegue, RN es el partido que ha sabido leer mejor la situación que está viviendo el país, y lo único que les falta es consolidar un liderazgo nacional, para ellos mismos conducir el proceso”.

Los desmarques

En la casa de Gobierno señalan no olvidar las varias veces que el presidente de RN ha hecho pública su molestia con el actuar del Ejecutivo, recordando la última cuando señaló que ¿Por qué no podemos negociar la reintegración y sí podemos negociar el control de identidad? ¿Qué es más importante para la ciudadanía?, cuestionando las prioridades del Mandatario, señalando que la seguridad ciudadana no era su prioridad.

A eso se suma cuando en medio de la negociación por la reforma tributaria, fue el propio Desbordes quien acusando realismo político, propuso desechar la reintegración, el último eslabón del entonces ministro de Hacienda Felipe Larraín, y que dejó fuera de juego a La Moneda, quien luego llevó al propio diputado a “echar marcha atrás en sus comentarios”.

Los demás desmarques, han sido para palacio un deja vù del rol que cumplió el ex presidente de la tienda, Carlos Larraín en el primer gobierno del presiente Piñera, quien puso varias veces sobre las cuerdas el andar del Gobierno, al que acusaba de falta de grosor político para imponer la visión de la centro derecha, la que llegaba por primera vez al poder desde el retorno de la democracia.

La alianza entre los senadores Andrés Allamand y Manuel José Ossandón fueron también un gran dolor de cabeza, pues mientras el Gobierno y el propio ex jefe de la billetera fiscal se negaban rotundamente a negociar el desechar la reintegración, ambos senadores se atribuyeron la misión de encontrar una salida en conversaciones con diferentes representantes de la oposición, fueron varias las ocasiones en que por más que desde Palacio se llamaba a seguir la línea de negociación, la alianza de los dos precandidatos presidenciales hizo oídos sordos, entregando una señal de debilidad de parte del propio Mandatario.

Entre medio, se votó con votos RN la creación de una comisión que buscaría a los responsables de la mega sequía y el actuar de las autoridades, donde entre otros, aparecía el nombre del actual Jefe de Estado.

La última estocada, la aprobación en general en la Cámara del único proyecto capaz de unir a la oposición, y que además traía la carga de pertenecer al partido Comunista, como lo es el de la rebaja por ley a 40 horas de trabajo a la semana. La aprobación, en medio de la crisis, se dio con cinco votos de representantes de Renovación Nacional, lo que lo convirtió en una derrota incuestionable para el Ejecutivo que puso a disposición todas las herramientas habidas y por haber para evitar su avance y para reposicionar la reforma de flexibilidad laboral. En este caso, desde RN señalaron que no hubo coordinación, sino que se votó en conciencia y con la carga del incumplimiento del Ejecutivo en la materia, quienes habían prometido la “famosa” indicación respecto de las 41 horas que iban a ser incluidos en el proyecto original, pero que nunca llegó.

Según Morales ”RN se está posicionando como el partido más progresista de derecha, ganándole el quien vive a Evópoli, que perdió en esta pasada la oportunidad de constituirse en una derecha liberal, democrática y dispuesta a realizar cambios de marca mayor en el sistema político chileno, ahora RN es el partido que tiene la llave para destrabar este conflicto político (…) RN más que la DC, ha sabido jugar un rol de partido de centro, ese rol histórico que le correspondió a la DC, RN ahora pasó a copar ese espacio de manera muy hábil, tanto así que sus liderazgos vana a salir fortalecidos, la DC se replegó hacia la izquierda, Evópoli hacia la derecha y RN hoy es el partido que tiene la llave maestra”.

Pero más allá de esa llave, la desconexión del Gobierno con el sentir ciudadano, solo hace crecer el capital político de RN, convirtiéndose así en el mayor peligro de «desfonde» de coalición gobernante.

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