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La Semana Política: los peligros de un sobreentusiasmo por el papel de Chile en la COP25 que puede terminar en fracaso

En un nuevo episodio del programa de análisis político de El Mostrador, los panelistas Héctor Cossio y Natalia Saavedra, junto al exministro del Medio Ambiente del segundo Gobierno de Michelle Bachelet, Pablo Badenier, conversaron sobre la próxima Cumbre de Cambio Climático (COP25) que se realizará en Chile en diciembre. El miembro del consejo asesor del evento destacó la meta planteada por el Gobierno de llegar a ser un país «carbono-neutral» e indicó que la COP25 será una instancia para que los países que forman parte del Acuerdo de París «presenten contribuciones más ambiciosas» en la próxima edición.


En un nuevo capítulo de La Semana Política de El Mostrador, el editor periodístico, Héctor Cossio, y la editora de Mercados, Natalia Saavedra, analizaron con el exministro del Medio Ambiente, el biólogo marino Pablo Badenier, el papel de Chile en la COP25 en diciembre próximo, los problemas de financiamiento del evento y la agenda ambiental local.

A modo de introducción, Cossio sostuvo que «sobre las decisiones políticas que se tomen hoy se juega el destino de la humanidad, en un planeta que avanza hacia un colapso del clima».

«Un entusiasmo mayor al recomendado»

Al ser consultado por el evento del que Chile será anfitrión y en su calidad de miembro del consejo asesor de la COP25, Pablo Badenier indicó que «esto es una oportunidad para Chile de relevar y revitalizar sus políticas de acción climática».

«Pero creo que hay una discusión que tiene dos perspectivas que se enredan. Por una parte es cuánto Chile, como país anfitrión, puede influir en la agenda mundial de cambio climático y, por otro lado, está la acción climática nacional y la agenda nacional, que son dos discusiones en planos distintos que muchas veces se confunden», agregó.

En ese sentido, el exministro del segundo Gobierno de Michelle Bachelet apuntó que «existe un entusiasmo mayor al recomendado en relación a cuánto Chile puede influir en la acción climática global».

«¿De dónde viene ese entusiasmo?», preguntó Cossio.

«Yo creo que desde el Gobierno, o sea, por una parte nosotros podemos influir como anfitrión, pero por otro lado tenemos que desarrollar políticas locales, políticas nacionales», respondió.

Por su parte, Natalia Saavedra habló de «una agenda sectorial floja» que conlleva que haya «un arma de doble filo porque está el Gobierno tratando de llegar con una cartilla de anuncios, pero tras ello hay una serie de reformas que todavía les falta demasiado camino por construir, donde además entran los empresarios y los privados a decir ‘¿cómo vamos aquí?'».

«Aquí lo importante es que el interés en el tema de acción climática sea genuino. Si las empresas quieren donar plata, que la donen y que sea lo más transparente posible, porque también hay donaciones muy importantes de ONG internacionales», dijo Badenier.

«El problema aquí con la agenda local es que el Gobierno plantea una cosa, pero el Parlamento piensa totalmente distinto», sostuvo Saavedra.

«En materia de acción climática, el Gobierno ha dicho tres cosas importantes este año: la descarbonización de la matriz energética, una ley marco de cambio climático y en diciembre se va a presentar la NDC, el compromiso que Chile va a actualizar (NDC son las siglas en inglés de Contribución Nacional Tentativa, el compromiso individual de cada Estado para reducir sus emisiones y lograr la meta de los Acuerdos de París). De esas tres materias no se conocen detalles, queda poco tiempo y yo creo que eso es lo sustantivo que se debería discutir el año 2019 en materia de acción climática nacional», explicó el exministro.

Además, puntualizó en que el tema de la descarbonización de la matriz energética se tiene que convertir en un  proyecto de ley,  ya que eso «hablaría bien de las políticas públicas nacionales y reflejaría un compromiso más permanente».

La meta de llegar a ser un país «carbono-neutral»

En otro ámbito, Cossio planteó que «el hecho de disminuir las emisiones de dióxido de carbono es el tema planetario que se tiene que discutir, fue lo que ha fracasado en las últimas COP. Hoy se esta hablando de una ambición, el concepto que está llevando Naciones Unidas para impulsar a los países a ser más ambiciosos en la presentación de planes».

«Si el Gobierno de Piñera presenta un plan débil en la COP25, los costos políticos van a ser altísimos, ya que de alguna manera uno podría leer que el Gobierno de Chile colaboró en un fracaso planetario», agregó.

Badenier, por su parte, considera que «el Gobierno ha hecho buenos anuncios». «Ha sido bien interesante lo planteado por el Gobierno de tener como meta ser un país carbono-neutral», añadió.

«Pero para el año 2050, cuando ya habremos pasado lejos la barrera de los tres grados y el calentamiento global se supone que es irreversible», replicó Cossio.

«Alemania lo plantea el 2038, Costa Rica lo plantea el 2050, calculemos cuándo Chile puede ser un país carbono-neutral», respondió Badenier.

«Es desesperanzador tu cálculo, porque vemos que Alemania y Costa Rica nos llevan mucha ventaja en materia medioambiental», sostuvo Saavedra.

«Al plantearse una meta de carbononeutralidad, el gran desafío para Chile es preocuparse de su capacidad de captura, no solamente de disminuir emisiones y es ahí donde yo encuentro que es una meta mucho más interesante desde el punto de vista ambiental porque es más integral, ya que si hablamos de carbononeutralidad, yo me tengo que preocupar de mi bosque nativo, de mis áreas protegidas, de mis áreas marinas protegidas», explicó el exsecretario de Estado.

La importancia del Acuerdo de París

Respecto a la organización de la COP25, Saavedra sostuvo que «esto parece más festival de música que una Cumbre de Cambio Climático. Estamos preocupados de cómo van a ser los stands o qué tipo de empresas habría que poner adelante o en el stand más grande, perdiéndonos de lo esencial».

«Eso es consecuencia de un debate poco profundo en las materias que son más sustantivas, por ejemplo, en materia de acción climática. Aquí hay un tema geopolítico mundial muy relevante. Lo que ha hecho Estados Unidos y su presidente Trump le ha causado daño a la discusión», añadió Badenier.

«Hoy tenemos un presidente negacionista como Donald Trump, un presidente negacionista como Bolsonaro, y probablemente la COP25 sea una expresión para que varios países, con menos entusiasmo, probablemente se empiecen a bajar del Acuerdo de París», aseveró.

El exministro de Bachelet indicó que «la COP relevante e importante es la COP26», por lo acordado entre las naciones que forman parte del Acuerdo de París. «Los países que suscribimos el acuerdo el 2015, dijimos que en cinco años más, nosotros vamos a actualizar nuestros compromisos nacionales, por lo tanto, la COP25 en Chile va a ser muy importante porque será la antesala para que todos los países presenten contribuciones más ambiciosas», explicó.

Badenier enfatizó la necesidad de que «Chile no pierda su identidad de país pequeño, vulnerable y probablemente con pocas emisiones». Señaló que «la idea de la instancia es demostrar que países con esas características son capaces de reducir los efectos invernaderos, son capaces de ponerse metas más ambiciosas».

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