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La Semana Política: los rasgos de corrupción en la gira a China y la utilización política de la crisis venezolana

El Presidente Sebastián Piñera llegó ayer en la mañana de su viaje oficial de ocho días a Asia. Así cerró una de las giras más erráticas y fallidas de su segundo mandato, eclipsada negativamente por la presencia de sus dos hijos, Sebastián y Cristóbal, en la delegación, lo que desató las críticas por el tráfico de influencias y uso de redes privilegiadas del clan presidencial. El equipo de El Mostrador analizó este complejo episodio para La Moneda y cómo el levantamiento registrado ayer en Venezuela desvió la atención de lo sucedido en China y le cayó como «anillo al dedo» al Mandatario.


En un nuevo capítulo de La Semana Política en El Mostrador, el director ejecutivo Federico Joannon, la editora periodística Marcela Jiménez y el periodista de Política, Hernán Leighton, abordaron todo lo relacionado con el retorno del Presidente Sebastián Piñera a tierras nacionales luego de la polémica gira en el continente asiático, empañada por la inclusión de los hermanos Piñera Morel en la delegación. El arribo del Presidente coincidió con el intento de golpe de Estado contra el régimen de Nicolás Maduro, poniendo nuevamente en el tapete el tema Venezuela, un factor que siempre es utilizado por el Gobierno para sacar provecho político.

Así lo graficó Hernán Leighton, al sostener que Piñera «venía de una de las giras más cuestionadas en el último tiempo, y creo que el tema de Venezuela le cayó como anillo al dedo».

«Cuando viajó desde Corea hasta Hawaii, salió esta información, una de las tantas que complicó a La Moneda, respecto a este mensaje que habría entregado Sebastián Piñera a sus hijos de que por vida estaban vetados para hacer negocios en Asia Pacífico (…) entonces el aterrizaje a Hawai fue bien complicado, tanto para el Mandatario como para sus asesores», comentó Leighton.

«Entonces el traslado de Hawaii a Chile venía bastante complejo, pero esta asonada en Venezuela desvió un poco la agenda», aseveró.

Respecto a esto, Marcela Jiménez dijo que «efectivamente la asonada en Venezuela ha copado la agenda, pero eso no significa que logre eclipsar lo que pasó con la gira a China, porque esta es una de las giras más erráticas que ha tenido Piñera desde que volvió a La Moneda en este segundo Gobierno. Fue una gira totalmente fallida».

En la misma línea, Jiménez sostuvo que lo deficiente de la gira se debe a una «serie de equivocaciones políticas que conllevaron que todo lo importante de la gira, es decir, todo el aspecto comercial no se dio, otra gente se llevó los réditos, otros, los empresarios que andaban. Pero el Presidente solo fue noticia por sus errores. No es un exabrupto lo de haber llevado a los hijos, no es un exabrupto lo que dijo sobre China, y ese es el problema».

Los hijos del Presidente

En relación con los hijos de Piñera y su inclusión en la comitiva presidencial que asistió a la gira, Joannon señaló que “si tú le preguntas antes del viaje a todo el entorno de Piñera, van a decir que no los lleven, que es una tontera, es impropio, es nepotismo. Pero el problema es que el Presidente no les pregunta. Sube a sus hijos al avión y los otros se sienten en la obligación de salir a defenderlo».

«Cuando hay un tema tan grave, por muy Presidente de la República que sea, hay que tomar ciertas distancias (…) no pueden llevar a los hijos porque no van a acompañar a los papás, van a hacer negocios y a los Piñera-Morel en Asia se les abren horizontes, sin ningún mérito para eso», dijo el director.

En este contexto, Leighton señaló que «el Presidente como persona, y esto me lo dicen cercanos a él, se siente la persona más inteligente de Chile. O sea, es dos veces Presidente, hace una fortuna en el mundo privado, ha hecho todo lo que ha querido. Este caso lo podemos retrotraer a cuando quiso nombrar a su hermano Pablo Piñera como embajador en Argentina. Él nunca entendió. Independiente de que sus asesores le dijeran que estaba mal, para el Presidente nunca estuvo mal el intentar nombrar a su hermano como embajador».

«El problema no está en Piñera (…)  lo eligió el pueblo chileno. Puede ser muy inteligente con los números, pero tiene un problema para entender categorías cívicas», replicó Joannon.

Respecto a la posición en la que quedó la derecha con lo ocurrido en la gira, Jiménez señaló que «los dejó sin argumentos, obligados a defender algo que es indefendible, pero sobre todo a tener que tragarse sus propias palabras, porque recuerdo cuando la derecha fustigó y destrozó a Bachelet por la reunión de Dávalos y Compagnon con Luksic, y eso era un uso de privilegios, uso de una red familiar, era tráfico de influencias».

En cuanto a lo que se viene durante el Gobierno de Piñera, la editora puntualizó que “es muy complejo ir comprobando que se tiene un Presidente de la República que no logra comprender que se equivoca de forma muy grosera en cosas tan sensibles en cosas tan sensibles para una democracia y eso quiere decir que este no va a ser el último episodio que vamos a presenciar».

En tanto, respecto a la actitud que ha adoptado la oposición, Joannon expresó que «ha estado pésimo, hablando del costo y lo que tiene que entender es que esto es un tema de corrupción con todas sus letras».

La utilización política de Venezuela

En relación con el convulsionado ambiente que existe en Venezuela por el intento de golpe de Estado por parte del movimiento liderado por el presidente encargado Juan Guaidó, Leighton sostuvo que «era esperable el apoyo a Guaidó y toda la derecha también salió a tuitear y apoyar esta declaración, por lo que no hay dos lecturas respecto a que están con Guaidó en esta pasada».

En esa línea, Marcela Jiménez dijo que» el tema de Venezuela ha sido excesivamente usado para la agenda interna de este país, lo mismo que se le criticaba a Evo Morales que ocupaba el tema limítrofe para su beneficio en Bolivia para réditos en las encuestas. Piñera ha hecho exactamente lo mismo con el tema de Venezuela».

Para graficar el escenario, Leighton remató: «Las encuestas siempre están en contra de Maduro y en favor de Guaidó, o sea, cualquier cosa que se haga en favor de Guaidó, vende (…). Venezuela es grito y plata para el Gobierno».

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