Desde la izquierda se continúa con la férrea oposición a la nueva reforma del sistema de salud. Ahora fue el turno del partido Comunes, el que sostuvo que la propuesta del Presidente Sebastián PIñera y el ministro Emilio Santelices «fortalece al sistema privado en lugar de poner como prioridad la salud pública”.
Siguen sumando las críticas desde la oposición a la reforma al sistema de salud propuesta por el Gobierno el pasado lunes. Ahora fue el turno del partido Comunes, perteneciente al Frente Amplio, el cual fue enfático en señalar que la iniciativa del Ejecutivo “fortalece a las aseguradoras privadas (isapres), sometiendo al Fondo Nacional de Salud a la lógica del mercado”, según expresó la presidenta de la colectividad, Javiera Toro.
En un documento de trabajo, la tienda sostiene que la propuesta «no constituye una reforma integral al sistema de salud, sino que representa una reforma a los seguros de salud» y no derriba «los pilares de la reforma dictatorial, caracterizada por la creación de un mercado de la salud».
El partido frenteamplista asegura que la reforma de Piñera busca «legitimar el negocio de las isapres», y que solo se aboca a un «segmento minoritario que se atiende en isapres». «Esta reforma fortalece al sistema privado en lugar de poner como prioridad la salud pública», aseguraron.
Para Comunes, el Gobierno de Piñera demuestra «un expresivo desinterés» en relación a la salud pública, si se toma en consideración que la propuesta incluye el fortalecimiento de Fonasa mediante las prestaciones en el sector privado, en vez de incitar al pago a los prestadores institucionales.
Para la diputada del naciente partido, Claudia Mix, en el caso de Fonasa, la reforma de La Moneda contiene «un formato de carácter comercial» que implicará un «subsidio a la demanda, donde se aumentan los traspasos al sector privado y se despotencia el sistema público», situación calificada por la parlamentaria como una «bandera de protección al sistema neoliberal de Piñera».
En tanto, el secretario general del partido, Jorge Ramírez, la iniciativa no soluciona la reforma dictatorial que cimentó el sistema segregado y desigual que existe hoy» y aseguró que el Gobierno «sigue fortaleciendo la idea de que la salud también es un bien de consumo». «El Presidente Piñera y el ministro Santelices olvidaron que la salud es un derecho”, concluyó.
